Bruselas da luz verde a la entrada de operadores móviles virtuales en España

Habrá más oferta para los usuarios o seguiremos pagando lo mismo por el teléfono

La reciente aprobación por parte de la UE a la Comisión del Mercado de Telecomunicaciones, CMT, para que pueda abrir el mercado a los operadores móviles virtuales, OMV, revendedores que no invierten en red propia sino que alquilan a los operadores de red su infraestructura para dar servicios a los consumidores finales, ha vuelto a poner de actualidad un tema del que muchas de las empresas que operan en el mercado de las telcos español prefieren no hablar.

La aprobación de Bruselas viene tras la presentación, por parte de la CMT de un estudio sobre el mercado de la telefonía móvil en nuestro país, en el que se reconocía la necesidad de abrir las redes de los operadores móviles a terceros con el fin de fomentar la competencia, y que señalaba que, “los tres operadores móviles existentes en España gozan de una posición dominante y la negativa que durante tiempo han tenido de abrir sus redes a terceros influía en la convergencia de los servicios de fijo y móvil, pero afectaba de forma negativa a los consumidores de telefonía móvil”.

Nuevos competidores
La luz verde comunitaria supondrá, previsiblemente, la entrada en el mercado español de nuevos competidores en la telefonía móvil que no tendrán que invertir en redes, sino que disfrutarán de las condiciones competitivas que dicte el regulador, lo que sin duda supone un importante escollo pues si los acuerdos no son favorables, las “previsibles” ventajas para el consumidor final quedarán en papel mojado y éste es precisamente uno de los puntos más inciertos, si los OMV van a ser capaces de fijar libremente los precios a sus usuarios o si va a ser el operador móvil que le suministra la infraestructura el que marque los precios, con lo que las ventajas para los usuarios finales desparecerían.
Hasta este momento varias compañías están pensando solicitar a la CMT una licencia de este tipo como Tele2, BT, Aló, aunque hasta ahora todavía no ha recibido ninguna solicitud. Los operadores que cuenten con licencias B1 o A1 tienen las infraestructuras necesarias para llegar a acuerdos con OMV y comenzar a ofrecer también telefonía móvil, algo que no pueden hacer hasta ahora. Otras empresas potenciales pueden ser las compañías que han manifestado su interés por este negocio y que, en la mayoría de los casos han conseguido una autorización provisional que otorga el Ministerio de Industria. Sin embargo parece claro que no todas van a solicitar la licencia definitiva, fundamentalmente porque no pueden afrontar el coste que supone, y que en declaraciones de responsables de la compañía SKN, “puede superar los 18 millones de euros que permitirá a la compañía una cobertura aproximada de las siete principales ciudades españolas”.
En opinión de Jaime García, director de análisis de IDC, “lo cierto es que todavía nadie se ha decidido a pedir estas licencias, aunque sí existen pequeñas compañías que en determinadas zonas de nuestro país están ofreciendo este tipo de servicios, y aunque siempre se achaca a la negativa de los operadores móviles establecidos a facilitarles minutos, tampoco la industria en general ha hecho nada por que este mercado se desarrolle, ya que ven en los OMV competidores que no arriesgan nada, pues no necesitan desplegar infraestructuras, pero que se aprovechan las ya existentes”.

Ventajas para los usuarios
Aunque siempre se piensa que la principal ventaja que estos operadores pueden aportar a los usuarios es una bajada de los precios, para Jaime García, “la principal ventaja que podrían aportar sería la convergencia entre fijo y móvil, algo que hasta ahora no se ha conseguido. La unión entre las operadoras que ofrecen telefonía fija pero que no disponen de licencia para móvil y un OMV puede permitir por fin la llegada de esta convergencia y se convertirá en un elemento dinamizador del mercado”.
Pero no ve de la misma forma el tema Arturo Pradana, director desarrollo de negocio de Nortel Telecom, para quien, “en estos momentos existen en el mercado tecnologías suficientemente novedosas, pero también probadas y seguras, que permiten que las empresas desarrollen sus propias redes de comunicaciones sin necesidad de llegar a acuerdos con ningún operador. Tecnologías como Wimax o mallados inalámbricos permiten a una organización crear sus propias redes, sus infraestructuras de comunicaciones fijas y móviles por lo que no está claro que sea necesario depender de terceros”.

El caso Xfera
En todos estos movimientos que se están produciendo en el mercado de la telefonía, móvil, hay un elemento más de incertidumbre, la situación de Xfera. Esta compañía que consiguió una licencia del extinto Ministerio de Ciencia y Tecnología para ofrecer servicios de telefonía móvil UMTS, ha incumplido reiteradamente sus compromisos básicos de puesta en marcha. Aunque ninguna fuente de la compañía ha querido hacer declaraciones, lo cierto es que aparece que ante el ultimátum del gobierno, la compañía estaría intentando llegar a acuerdos con operadores incluso de fuera de nuestras fronteras para conseguir desplegar sus redes y comenzar a dar servicio antes del próximo mes de junio, momento en el que de no producirse perdería definitivamente su licencia.


Regulación española y acuerdos con terceros
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La entrada en funcionamiento de los operadores móviles virtuales en nuestro país fue regulado mediante orden ministerial el 20 de marzo de 2002 que especificaba la necesidad de solicitar una licencia A2 y negociar con los operadores de red. La licencia A2 se da por un periodo de 20 años y conlleva obligaciones y de derechos. Por un lado, disponer de una red de soporte de servicio con elementos propios de gestión de abonado, medios de conmutación y de transmisión, así como capacidad para la provisión de acceso a sus abonados. Por otro derecho a obtener numeración y códigos de red móvil y de interconexión de su red con otras redes públicas. A partir de que una empresa decida convertirse en OMV es la CMT la que debe asignar al titular de la licencia un rango de numeración propio y un código de red móvil y para ello es necesario que cuente con un acuerdo previo con alguno de los operadores móviles de red titulares de una licencia. Sin este acuerdo, perfectamente establecido y seguro, una licencia A2 no sirve para nada.

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Fernando Rubio Román, CTO de Microsoft España. TECNOLOGÍA
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