Perfilando estrategias

Sistemas operativos para aplicaciones corporativas

El acercamiento a los sistemas abiertos es una de las más importantes estrategias en el mundo informático, debido a la cada vez mayor complejidad de la arquitectura del software y a la necesidad de minimizar costes. Pero la comunidad de los sistemas de información está confundida por la rápida evolución de la tecnología y el cambio de mentalidad que supone pasar de las plataformas tradicionales a encararse con los grandes desafíos que plantean Unix y los nuevos sistemas operativos de 32 bits.

Los dramáticos avances en el rendimiento del hardware Unix, unidos a la características de su software, han creado la oportunidad para los sistemas de información de migrar parte de los procesos de trabajo de los mainframes tradicionales a sistemas Unix. Simultáneamente, algunos de los sistemas no-Unix han adoptado virtualmente todos los estándares formales, mostrándose como componentes valiosos de una estrategia de sistemas abiertos. Esta es, al menos, la opinión de Gartner Group, en uno de cuyos informes se basa el presente trabajo.

Los líderes del movimiento de los sistemas abiertos admiten que existen límites prácticos a los estándares formales. Prácticamente son totalmente compatibles con software tipo Unix debido a que soportan Posix 1003, lenguajes estándares e ISO y middleware de la OSF y XPG, así como los productos de sistemas propietarios más populares y la mayor parte de las aplicaciones que soporta Unix. De todas formas, el rendimiento de algunos estándares no encajan exactamente con Unix, no soportan todos los interfaces Unix SVR4 y algunas aplicaciones Unix nunca se portarán a sistemas no-Unix.

La cuestión no es si Unix es mejor que los demás sistemas, lo que importa es que Unix es lo suficientemente bueno para soportar una producción real de trabajo. La respuesta clave está en qué versión de Unix se utiliza para atender una determinada función.

Lo que está claro es que Unix es mejor en 1994 que en 1989, y a pesar de que la gestión en los sistemas de gama alta sigue constituyendo el mayor vacío a llenar por Unix, este sistema operativo está adoptando finalmente características operacionales mejoradas que a corto plazo vendrán a cubrir este vacío. Los especialistas del Gartner Group creen que el elemento esencial para una evolución adecuada es entender la naturaleza de las demandas de trabajo que hay que cubrir, migrando las aplicaciones de forma selectiva.

La respuesta de los grandes fabricantes

Uno de los aspectos más interesantes que están actualmente sobre la mesa es la iniciativa de IBM, anunciada en septiembre de 1991, de apostar por sistemas abiertos. Con el anuncio de su estrategia Open Enterprise, IBM comenzó a introducir estándares formales como OSF, Posix y XPG en MVS, OS/2 y OS/400, mientras para los usuarios más involucrados con los estándares formales, la respuesta de IBM es la gama de productos basados en AIX.

En 1992, el área de negocio Unix de IBM creció un 30% (HP y Sun Microsystems crecieron un 21% y un 11% respectivamente) y para 1997 Gartner Group estima que el Gigante Azul será el mayor fabricante Unix del mercado.

Este crecimiento planteó la pregunta de en qué medida las iniciativas de IBM en sistemas abiertos y en Unix van a afectar a sus áreas de negocio tradicionales. La compañía parece estar dispuesta a asumir el reto de centrarse de forma significativa en Unix, aunque las presiones del mercado han hecho que su línea clásica de productos siga viva y evolucionando.

El análisis del Gartner Group advierte, aún así, que incluso si los ingresos de IBM producidos por sistemas Unix llegase a alcanzar los 12.000/14.000 millones de dólares previstos para 1997, los resultados netos de la compañía podrían ser menores a los de hoy en día.

A pesar del dominio de IBM pronosticado por el presente informe en el mundo Unix, otros fabricantes como HP, Digital, Sun o NCR tienen mucho que decir y los usuarios no han bajado la guardia en su celo a la hora de elegir el suministrador más adecuado a sus necesidades. La brecha existente entre las funcionalidades de Unix y los sistemas propietarios se ha reducido en los últimos tres años, por tres tendencias fundamentales. En primer lugar, los fabricantes han introducido grandes mejoras a sus propias implementaciones de Unix, que en algunos casos se licencian a otros fabricantes. En segundo término, la contribución de los ISVs a la gestión de sistemas Unix, ha seguido reduciendo las diferencias. Por último hay que destacar los esfuerzos realizados por consorcios como la OSF, que han actuado como integradores de las distintas tecnologías de los fabricantes, propagando la tecnología más válida a través de la industria.

Actualmente, no existe un gran fabricante de hardware que no se plantee su futuro paralelamente al software. El licenciamiento por parte de IBM del software Open View de Hewlett-Packard no es más que un ejemplo de la que será una tendencia dominante en la década de los 90.

Dado que no existe ninguna razón para que esta tendencia no continúe, es de esperar que tanto la versión de Unix tolerante a fallos como la versión con funcionalidad cluster serán licenciadas por todos aquellos fabricantes interesados.

El entorno de gestión distribuida de la OSF es un ambicioso intento de ofrecer un auténtico marco orientado a objetos para gestión de sistemas y redes. Basado en tecnologías de HP, Bull y otros fabricantes, DME ha experimentado cambios dramáticos desde su primer anuncio, incluyendo la decisión de la OSF de no ofrecer ninguna aplicación de gestión, sino ofrecer la distribución del software y las funciones de gestión como servicios accesibles a través de interfaces de programación de aplicaciones (API). DME no estará disponible hasta finales de este año, pero la participación de IBM y HP en los trabajos de integración de este entorno, hará que DME tenga un impacto más que considerable en el mercado.

Los sistemas tolerantes a fallos están siendo ofrecidos por IBM, Pyramid, Sequent, HP, NCR y Data General, aunque otros fabricantes están a punto de lanzarlos. Asimismo, la disponibilidad de excelentes bases de datos de terceras partes como Oracle, Sybase, Informix e Ingres, convierten a los sistemas Unix en una elección atractiva. Los altos niveles de transacción obtenidos por estas bases de datos, la cada vez mayor sofisticación de los monitores Unix de proceso de transacciones y la mejora de los emuladores CICS, convertirán a los servidores Unix en sistemas apropiados para aplicaciones OLTP Lite.

Alternativas a Unix

A pesar de que Novell va a seguir añadiendo funcionalidad distribuida directamente en la función de red, la compañía reconoce que los NetWare Loadable Modules (NLMs), a pesar de su eficiencia, no resultan adecuados como un entorno de aplicaciones para propósito generales.

La adquisición de USL por parte de Novell se entiende, sobre todo, como un esfuerzo para crear una implementación de Unix apropiada para las plataformas Intel. Este esfuerzo, así como las implementaciones de terceros de NetWare para Unix, forzará a Novell a soportar una mayor integración con estándares middleware basados en Unix como TCP/IP y SNMP.

Por lo que respecta a Windows NT, el debate abierto acerca de su condición de heredero de Unix, ha puesto de manifiesto, más que las capacidades de Windows NT por sí mismo, la increíble fortaleza de las estrategias de marketing de Microsoft. Esto sucedía sobre todo en 1993, período en el que el escepticismo hacia Windows NT se palpaba en el aire, pero la migración del middleware de Digital a NT, junto al software proveniente de una variedad de ISVs, podría convertir a Windows NT en una opción más atractiva.

Las ventajas de Windows NT respecto a Unix son, fundamentalmente, la capacidad del sistema operativo de Microsoft de soportar un número mayor de aplicaciones personales (similares

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