Emilio García (ASTIC): "Corremos el riesgo de que la Administración deje de ser un motor de las TIC en España"

Emilio García asumió en julio de 2012 la presidencia de ASTIC, la Asociación Profesional del Cuerpo Superior de Sistemas y TIC del Estado, desde la cual alertan del peligro de los recortes y piden la creación de un CIO único en la AAPP.

Emilio Garcia, ASTIC

El pasado mes de julio, Emilio García, consejero técnico de Sistemas de Información de las Subdirección General de Coordinación y Estudios del Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas, asumía la presidencia de ASTIC, la Asociación Profesional del Cuerpo Superior de Sistemas y Tecnologías de la Información y las Comunicaciones de la Administración del Estado.

 

García hace balance a ComputerWorld de sus primeros meses al frente de esta histórica asociación, que ya ha cumplido 20 años, y sus expectativas hasta 2014. 

 

Apenas un mes después de haber resultado elegido nuevo presidente de Astic, desde la asociación lanzaron un comunicado mostrando su preocupación por los recortes de las condiciones en las que los funcionarios públicos desempeñan su labor y la drástica reducción de las partidas presupuestarias necesarias “para dar un servicio público de calidad a los ciudadanos”. Sin duda, empezaron con fuerza...
Fueron las circunstancias las que nos obligaron a lanzar este comunicado, ya que fue al poco tiempo de asumir el nuevo puesto cuando el Gobierno realizó las reformas. No se trata de una protesta pues nuestro espíritu es colaborador; simplemente queríamos incidir en ciertos aspectos, ya que la reforma que pretende abordar el Gobierno no contempla todo lo que debiera las ventajas que puede tener el uso de las TI dentro de la Administración.

 

¿Y qué reacciones han visto por parte del Gobierno?

No esperamos una reacción formal. En general, el espíritu con el que los Cuerpos Superiores solemos hacer este tipo de aportaciones son, como decía, de espíritu constructivo, y como tal creo que se toman. Sabemos que estamos en una situación difícil y hay que buscar recursos donde sea, pero nos gustaría que se buscaran fórmulas más imaginativas para ello, en las que los posibles ahorros se obtengan de aplicar el potencial que tiene la tecnología.


¿Como cuáles?
Un ejemplo son las licitaciones electrónicas en la Administración y la factura electrónica. Deberían implantarse en España de modo obligatorio. Los ahorros que se pueden conseguir con la contratación electrónica, si extrapolamos los datos que da la Comisión Europea, son de 8.000 millones de euros. Ese tipo de medidas son las que nos gustaría ver y, en general, habría que incidir más en la digitalización completa de los trámites. Actualmente, el ciudadano tiene el derecho de elegir si utiliza el canal presencial o el electrónico. Pero para ciertos colectivos debería primar el trámite electrónico; por ejemplo, para las empresas o para ciertos grupos de ciudadanos que tienen capacidad para usar los trámites electrónicos. O al menos establecer una fecha para obligar a que todos los trámites sean electrónicos. Inglaterra lo ha hecho para 2015. Quizás en España 2015 sea un poco precipitado, pero se podría empezar a hablar de otras fechas para que la Administración sea totalmente electrónica. Para un ciudadano el ahorro que supone hacer los trámites de forma electrónica es tremendo, de unos 65 euros por trámite. Si eso lo multiplicamos por los miles de millones de trámites, los ahorros serían increíbles.

 

Desde 2007, cuando la Administración decidió que la elección del canal fuera voluntaria, se ha avanzado mucho en el uso de Internet en España. El número de usuarios ha aumentado radicalmente. En 2007 solo había un 39% de los hogares con banda ancha. En 2012 hay un 62%. Así que, ¿por qué no se puede empezar a obligar a los hogares que tengan banda ancha que hagan los trámites electrónicamente? Las capacidades y los medios están. Así que sí, hay que empezar a incentivar este tipo de iniciativas que no solo provocan ahorros internos en la Administración sino que, además, son más cómodas para los ciudadanos.

 

En el comunicado antes citado hablaban de los recortes, recortes que han sido finalmente duros... ¿Qué suponen estos para el avance de la Administración electrónica de la que antes hablaba?
Los recortes presupuestarios ponen en riesgo todo lo alcanzado respecto a la calidad de los servicios públicos electrónicos y pueden tener un impacto directo en lo que se refiere al avance que pueda haber en los próximos años. Desde luego, habrá una ralentización del proceso de digitalización. Lo que debería hacerse es adoptar medidas de carácter organizativo para que se compartan recursos entre las Administraciones y para que el impacto de los recortes sea el menor posible para todos. Lo que no hay que hacer es inventar la rueda continuamente. Es preciso sacar todo el partido posible a las infraestructuras comunes.


En este sentido, ¿el uso del modelo ‘cloud’ tiene sentido en la Administración?
Sí, también tendría su impacto. Pero aún queda mucho por hablar en este sentido desde el punto de vista tecnológico. Aunque, por ejemplo, con la red SARA tenemos una magnífica base para poder construir una nube privada. En cierto modo, eso se está haciendo con la plataforma de validación.
Por otro lado, en la Administración local hay muchos menos recursos, así que si queremos llegar a la e-administración hay que tirar mucho de recursos compartidos.

 

Otra de sus propuestas es que exista un CIO de toda la Administración. ¿Qué facilitaría esto?
Un CIO de toda la Administración permitiría utilizar mejor los recursos dentro de los ministerios. En realidad, no hay que ver al CIO como una fórmula mágica, pero sí supondría un cambio organizativo para poder aprovechar las sinergias. Debería haber una infraestructura común que utilizaran todos los ministerios de modo que estos se dedicaran más a los aspectos sectoriales y no a los transversales. Además, ello facilitaría el poder sacar mayor partido de la transformación que supone el uso de la tecnología.


¿Hay países donde exista un cargo similar?
Sí, en muchos países de nuestro entorno. Por ejemplo en Estados Unidos, en Reino Unido... con distintos modelos, claro, depende mucho de cómo se organice cada Administración.

 

¿Tampoco han recibido ningún feedback?
No, aunque entiendo que si el Gobierno hace cambios al respecto contará con nosotros para tratar de ver qué opinión tenemos, cómo apoyarla... Creo que es una propuesta que se ve con buenos ojos. Todo lo que pueda suponer ahorros y optimizar los recursos está bien visto. Otra propuesta es el teletrabajo. En la AGE debería existir un compromiso mayor para regular el teletrabajo en este sector porque ahorraría. También habría que profundizar en los temas de la utilización de los conceptos de big data en la Administración... Hemos hecho propuestas tanto para el Plan Mejora como para la Agenda Digital Española (impulsar el coworking, start-ups y las TIC en la PYME, fomentar la colaboración público-privada en la reutilización de la información del sector público, impulsar un código de buenas prácticas de proveedores cloud respetuoso con la normativa de protección de datos personales española, potenciar las smart cities e incluir medidas para el fomento del despliegue de la banda ancha en estas áreas rurales, y consolidar el papel de Inteco, entre otros aspectos) para complementar ambos proyectos, como expertos en tecnología que somos. Lo que queremos en Astic es contribuir a la mejora del servicio público.


En estos años de crisis, ¿ha percibido una mayor externalización en la Administración? ¿Cómo lo valora?
Externalizar siempre es delicado. Depende de qué se externalice y cómo se vaya a hacer. Externalizar solo por ahorrar no creo que sea la solución. Hay cambios organizativos que pueden provocar más ahorros que las externalizaciones. Y más si se tiene potencial dentro, como en el caso de la AGE. Solo un ejemplo, en la AGE los presupuestos TIC son aproximadamente de un 4%, según el informe Reina (2011). Y nuestro cuerpo de funcionarios es del 3%. Yo tengo la suerte de haber entrado en la Administración después de 16 años en la empresa privada y puedo decir que la visión que tenía de las TI en la Administración antes de entrar era bastante distinta. En ambos lados, en el sector privado y en el público, debemos tratar de acercarnos para obtener las mejores sinergias. A veces se busca la canibalización y esa no es la solución.

 

El volumen de las TIC dentro de la Administración es un 30% de todo el volumen de las TIC en España, según Ametic. Y es el segundo sector que más invierte en TI en España después del sector financiero. Con lo cual lo que tenemos que hacer es buscar cómo sacar el mejor partido de la tecnología.

 

¿Cree que la Administración está dejando de ser un motor para el sector TIC?
Habrá que ver cómo impactan los recortes... Sí, es un riesgo que se corre. Desde luego es un sector clave para que la economía de este país salga adelante.


¿Cómo valora la posición de la Administración española respecto a otros países en lo que respecta a modernización TIC?
Estamos en una buena posición. Tengo la suerte de dedicarme a temas relacionados con actividades internacionales y la sensación que tengo es que estamos bastante bien en comparación con el entorno. Se nos escucha y se nos hace caso. De hecho, en temas de administración electrónica recientemente se recogió un premio de la ONU dentro de la categoría de mejoras de innovación del servicio público. En España tenemos la tendencia de llorar mucho acerca de nosotros pero estamos mejor de lo que pensamos y con unos gastos en TIC de las AAPP por ciudadano inferiores a lo que gastan en Reino Unido o Francia y con resultados no precisamente peores. Eso sí, me refiero a los datos de antes de la crisis, claro.

 

En alguna ocasión se ha rumoreado sobre la desaparición de organismos como Red.es o Inteco. ¿Qué supondría?
Que ambos desaparecieran supondría que decrece la inversión TIC en la Administración. Además, ambas empresas son útiles para la Administración, las vemos de forma positiva.


¿Qué impronta quiere dejar en su etapa en Astic?
Debemos tratar de dar el mayor valor posible a los socios, que sientan que después de estos años (y Astic tiene 20) la asociación les aporta más valor; que sea una organización más abierta y participativa de lo que ya es, y de acuerdo a los valores que ahora están más en boga como la transparencia. Queremos comunicar mejor qué es lo que hacemos y que dentro de dos años los socios aprecien que les hemos dado más.



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