Así serán las casas inteligentes del futuro
Con tan sólo hacer un par de gestos, el habitante del mañana podrá dar órdenes a todos los sistemas y partes de su casa. La Universidad de Washington está trabajando en esta tecnología de reconocimiento gestual basada en señales WiFi.
¿No te gusta la canción que suena en el equipo de música? Tan sólo tienes que agitar las manos en señal de despedida.
Puede que suene futurista pero este tipo de acciones podrían ser más comunes de lo que nos creemos si las investigaciones de la Universidad de Washington llegan a buen término. Unos trabajos que tienen como objetivo desarrollar una nueva tecnología de reconocimiento de gestos (WiSee) que permite detectar pequeñas variaciones en la detección de las señales WiFi.
Al mover cualquier parte de tu cuerpo, éste interfiere con las distintas ondas que emiten la mayor parte de los equipos electrónicos de nuestro hogar. Lo que esta nueva tecnología permitiría es detectar, cual murciélago, estas interferencias para reconocer patrones y así ejecutar las acciones asociadas a ellos.
No es una tecnología especialmente nueva. La XBOX Kinect de Microsoft, por ejemplo, utiliza cámaras para reconocer gestos. Pero en este caso no hay cámaras, solo unos routers especialmente diseñados para ello, no teniendo que estar en el campo de visión de ninguna lente y cubriendo prácticamente cualquier parte de la casa, atravesando paredes y restricciones de sonido.
La tecnología ha demostrado ser prometedora. Los investigadores han desarrollado un prototipo de un receptor inteligente que puede analizar todas las transmisiones inalámbricas a través del hogar como smartphones, ordenadores portátiles y tabletas y puede ya identificar nueve gestos de cuerpo entero diferentes, como empujar, tirar y golpear.
Todo ello se está poniendo a prueba con cinco usuarios en un apartamento de dos dormitorios y dentro de una oficina, con una precisión del 94 por ciento de los 900 gestos realizados.
Impedir el acceso exterior a los aparatos electrónicos de una persona es una situación que debe ser planteada como uno de los principales retos. Para afrontar este desafío, se podría aplicar una contraseña gestual en el dispositivo, por lo que una persona tiene que realizar un gesto específico para poder acceder al receptor.
