Procesador

Intel apela ante la Unión Europea la multa antimonopolio de 1.400 millones de dólares

La empresa pagó la multa en 2009, pero todavía sigue luchando para conseguir revocar la sentencia o una rebaja de la multa impuesta por la Comisión Europea. La resolución de los jueces podría alargarse hasta finales de año.

Intel todavía está disputando una multa antimonopolio 1.400 millones de dólares impuesta por la Comisión Europea, que en mayo de 2009 encontró que había abusado de su posición dominante en el mercado de los procesadores x86. Ahora el Tribunal de Justicia de la Unión Europea ha escuchado la apelación de Intel contra esa multa.

Los hechos del caso se remontan a más de una década pero Intel, habiendo perdido su primera apelación ante el Tribunal General de la Unión Europea en junio de 2014, siguió luchando, y presentó su apelación final ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) en agosto de ese año. En su fallo de 2009, la Comisión,  que es la máxima  autoridad antimonopolio de la UE, encontró que entre octubre de 2002 y octubre de 2007 Intel trató de excluir a su principal competidor, Advanced Micro Devices (AMD) del mercado de procesadores x86.

Entonces, con una participación del 70% del mercado mundial de procesadores x86, Intel concedió rebajas exclusivas a cuatro fabricantes de PC y servidores: Dell, HP, Lenovo y NEC, según la Comisión. Intel también hizo pagos a Media-Saturn con la condición de que el distribuidor alemán vendiera ordenadores con procesadores Intel, explicó la Comisión. Los reembolsos y pagos hicieron más difícil para otros fabricantes de chips competir, lo que redujo la elección del consumidor, según entendió la Comisión.

Tras no haber podido convencer al Tribunal General de su inocencia en la primera apelación, Intel tiene una última oportunidad de escapar de la multa: convencer al TJUE de que anule el fallo del tribunal inferior por algún aspecto jurídico.

En la apelación presentada en agosto de 2014 Intel expuso seis motivos por los que pensaban que el TJUE podría revocar la multa o, en su defecto, reducirla significativamente.

El tribunal ha tenido mucho tiempo para estudiar la apelación, la defensa de la Comisión, la respuesta de Intel y la réplica de la Comisión, presentada en abril de 2015. Esta última audiencia se programó con una duración de 55 minutos, según comunicó una portavoz del Tribunal. Sin embargo, la sentencia no llegará tan rápido.

En primer lugar vendrá un informe - una especie de veredicto de asesoramiento – elaborado por Nils Wahl, uno de los defensores del Tribunal General. Wahl fue anteriormente juez en el Tribunal General, pero no escuchó la apelación inicial de Intel. Esto podría llevar de dos a cuatro meses, explicó la portavoz.

Después de eso, los jueces dictarán su fallo, lo que suele durar de tres a seis meses desde la fecha de la vista, pero en vista de la importancia de la multa en cuestión, puede llevar más tiempo tomar una decisión, quizás incluso hasta principios del próximo año, aseguró.



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Fernando Rubio Román, CTO de Microsoft España. TECNOLOGÍA
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