Intel lanza su 8ª generación Core con gráficos Radeon de AMD

La nueva alianza entre Intel y AMD se produjo a lo largo del último trimestre del pasado año, por lo que no ha cogido por sorpresa a nadie, pero no deja de ser sorprendente que los dos principales fabricantes de procesadores se hayan unido para crear la nueva generación Intel Core, la que se corresponde con la 8ª generación. La principal novedad radica en que mientras que Intel aporta todo el potencial de la CPU, el apartado gráfico integrado o GPU queda en manos de los chip Radeon de AMD, un movimiento con el que ambas compañías pretenden ofrecer el mejor rendimiento para los equipos 2 en 1 dentro del área de movilidad.

Así, la nueva combinación de Core/ Radeon ofrece unas configuraciones con grandes capacidades para abordar el área de juegos en los equipos de gran movilidad, añadiendo además capacidades para abordar aspectos de la realidad virtual dentro de un factor de forma de equipo Ultrabook.

Internamente, sabemos que los nuevos procesadores (cinco en concreto), están formados por un chip Core de la serie H, la GPU de AMD y la memoria HBM2, todo dentro del mismo encapsulado del chip. Las velocidades de reloj de los cinco núcleos Core i5 e i7 van desde los 3,8 GHz hasta los 4,2 GHz, y que 4 GB de memoria HBM2 acompañarán tanto a Vega M GH como a Vega M GL, las dos versiones de GPU cuyo potencial parece superar incluso a las Ryzen 7 y Ryzen 5 de AMD para ordenadores portátiles. Desde Intel destacan que sus chips van a ser un 7% más rápidos con pruebas como 3DMark que en un Core i7-7700HQ de la generación actual con un chip Nvidia GTX 1060 Max-Q (6 GB) y hasta un 13% más rápido en los juegos.

Durante todos estos años atrás, hemos visto procesadores de portátiles integrados y chips de portátiles que utilizaban gráficos o GPU discretas, cada una con su propio nivel de rendimiento. La nueva asociación entre Intel y la división Radeon de AMD marca la diferencia, ofreciendo una solución algo modular junto con un rendimiento gráfico que supone un salto considerable frente a ediciones anteriores. Lo que está por ver es cómo afectará esta nueva asociación al precio final de los chip, y a su vez, a la configuración de los equipos y portátiles que los lleven integrados.

Los cinco nuevos procesadores de la familia Core de 8ª generación cuentan con cuatro núcleos y ocho hilos de procesamiento. Los más notables entre los nuevos procesadores Core i7-8809G, i7-8809G, i7-8705G e i5-8305G es la integración móvil realizada a través de la tecnología EMID de Intel y de los dispositivos de alto rendimiento de la serie H de la compalía, con la memoria de ancho de banda HBM2. El primero de ellos permite que la memoria y la GPU se comuniquen mediante un conector integrado de alta velocidad, lo que permite diseños más delgados y reduce la huella física del silicio involucrada en aproximadamente un 50%. Respecto a la memoria, Intel destaca que usa un 80% menos de energía que la memoria GDDR5 tradicional.

Intel también añade que estos avances en la microarquitectura van a brindar nuevas oportunidades para los fabricantes de equipos e integradores OEM, los cuales tendrán cierto control sobre las nuevas características de los conjuntos de chips a través de la configuración de la BIOS. Los primeros modelos de portátiles no se han hecho esperar, y los principales fabricantes como Dell, HP y Acer ya cuentan con configuraciones de equipos con esta 8ª generación Intel Core. Ofreceremos más detalles a medida que los fabricantes ofrezcan más información durante la celebración del evento CES que está teniendo lugar en Las Vegas.