El resurgir de Microsoft que ha eclipsado a Apple

A medida que los usuarios de Apple ven como el ritmo de innovación de sus equipos se ha visto ralentizado, Microsoft ha aprovechado el momento para evolucionar y ofrecer en sus dispositivos Surface lo que todos esperaban encontrar en la compañía de la manzana.

Microsoft Surface 3

Estamos a punto de finalizar el año en el que, tanto Microsoft como Apple, renovaron de manera significativa sus líneas de producto de ordenadores portátiles y equipos de sobremesa, así como sus sistemas operativos. A diferencia de lo que venía siendo habitual en las marcas durante años anteriores, y viendo las tecnologías presentadas por ambos, cualquiera podría afirmar que este año 2016 será recordado porque tras muchos años, Microsoft parece haberle ganado la batalla de la innovación a Apple.

En líneas generales, se palpa que los usuarios habituales de los equipos Mac han encontrado cierta innovación en la nueva generación de los portátiles profesionales, con la llegada del nuevo sistema operativo Mac OS Sierra, y la barra táctil Touch Bar. Sin embargo, las novedades se quedan cortas en esta ocasión si las comparamos a lo ofrecido por los nuevos Surface Studio de Microsoft, equipos de sobremesa all-in-one con pantalla integrada de 28 pulgadas, pensados para profesionales y creativos que buscan en la informática actual un componente extra con el que poder elaborar sus contenidos más diferenciadores.

Dentro de lo que estamos acostumbrados a ver en los ordenadores de sobremesa, el nuevo Studio de Microsoft emula la última generación de las tabletas Surface, pero con grandes destellos de innovación. Además de estar dotada de los componentes más avanzados del mercado en cuanto a procesador, gráficos y conectividad, se vale de una novedad hardware bautizada como Surface Dial para interactuar con el sistema operativo cuando es posicionada sobre la pantalla del monitor, de manera que despliega paletas y herramientas de diseño para facilitar las tareas a los profesionales.

El camino hasta llegar al momento actual no ha sido fácil para Microsoft, si tenemos en cuenta las generaciones anteriores de Surface y las que se quedaron en el camino, como es el caso de los dispositivos Surface RT. Sus usuarios sufrieron de una funcionalidad limitada y de la imposibilidad de manejar sus tabletas con Windows 10. Por su parte, los de la Surface Pro se han tenido que acostumbrar a precios un tanto elevados, pero que no dejan de ser a los que Apple siempre nos ha tenido acostumbrados, con el aliciente que Microsoft ha tenido que luchar con las alternativas de Windows del resto de fabricantes, soluciones que suelen ser mucho más económicas.

En cualquier caso, la compañía ha apelado al factor de la innovación para recuperar su papel protagonista dentro del mercado de los ordenadores y portátiles del mercado. La marca ha sabido escuchar las quejas de los consumidores para encontrar un equilibrio entre la visión de la compañía y lo que estos quieren. Sin duda, ha dado sus frutos, recuperando la credibilidad y popularidad al crear nuevos productos que mejoran lo que ya tenían.

Mientras tanto, Apple que siempre ha enfocado sus productos a profesionales y creativos que buscan lo último en tecnología para desarrollar su trabajo, ahora parece haberse conformado con agradar a toda la multitud de usuarios que conocen por primera vez su ecosistema Apple, olvidando en parte la esencia que le ha llevado hasta el lugar que ocupa.

Los nuevos modelos siguen cumpliendo con creces los mandamientos de ser dispositivos muy fiables, fáciles de usar y que no den problemas. No obstante, ha perdido cierta esencia en ofrecer características de alto rendimiento y de vanguardia. Así, la compañía ve como ahora sus clásicos equipos iMac tienen un serio contrincante con el Microsoft Studio, el cual dispone además de uso con pantalla táctil.

Otro factor por el que Apple ha recibido ciertas quejas durante este año ha sido por su mensaje confuso. El iPad Pro ha sido posicionado como dispositivo que compite con portátiles híbridos como la Surface Pro 4, pero Apple no piensa que la gente quiera pantallas táctiles en un portátil, motivo por el cual no las incluye en los Macbook Pro. Sin embargo, ahí está el iPad Pro de 12,9 pulgadas, un superordenador como cita la web de Apple, con el que poder sacar mayor partido de las aplicaciones manejando su gran pantalla táctil.

Sin duda, son estrategias diferentes las de ambas compañías. Microsoft parece haberse centrado en desarrollar dispositivos con manejo táctil para lo que ha reforzado la experiencia de uso de su sistema operativo Windows 10, además de unificar el sistema para todos los dispositivos, independientemente del tamaño de su pantalla, incluyendo los smartphone. Surface Pro se ofrece a modo de tableta que puede convertirse en portátil y viceversa. Apple, por su parte, mantiene dos líneas claras de productos en base a los sistemas operativos iOS y Mac OS X. Mientras los dispositivos iOS continúan garantizando una velocidad de renovación adecuada a la que demanda el mercado, parece no extrapolarse a los equipos Mac OS X.

A falta de que las últimas novedades de Microsoft se encuentren a la venta en nuestro país, ya es posible contemplar como el uso de las Surface ha crecido de forma considerable en entornos donde anteriormente solo veíamos el logo de la manzana de Apple. De una cosa estoy seguro y es que la competencia va a ser muy positiva para el mercado, pues de alguna manera, Apple tendrá que afinar más en el desarrollo de sus futuros lanzamientos si no quiere verse sorprendido en este mercado tan cambiante. Si no, que se lo digan a Microsoft como, de la noche a la mañana, perdió el tren de los smartphone frente a Android con Windows Phone Mobile. 



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