¿Visión artificial a la vista?

Implantadas las primeras retinas artificiales

Ya no es un tema de ciencia ficción: la visión artificial se encuentra un paso más cerca de convertirse en realidad médica y científica. A finales de junio pasado, se implantaron las primeras retinas artificiales hechas de silicio en los ojos de tres pacientes ciegos. Estas tres personas, que habían perdido casi toda la visión a causa de “retinitis pigmentosa” (RP), abandonaron el hospital al día siguiente.

La Retina de Silicio Artificial o ASR (Artificial Silicon Retina), inventada por los hermanos Vincent y Dr. Alan Chow, que fundaron la empresa Optobionics, es un microchip de dos milímetros de diámetro y más delgado que un cabello humano. La oblea de silicio contiene aproximadamente 3.500 células solares microscópicas que convierten la luz a impulsos eléctricos.
El chip, diseñado para sustituir a fotoreceptores dañados -las células de los ojos sensibles a la luz, que normalmente convierten la luz a señales eléctricas- funciona en luz ambiental sin baterías ni cables. La retina ASR ha sido diseñada para poder ser implantada quirúrgicamente bajo la retina en un punto conocido como el espacio subretinal, para producir señales visuales similares a las producidas por la capa fotoreceptora.
La pérdida de fotoreceptor tiene lugar en personas con RP, que es un término que cubre muchas enfermedades que afectan a la capa fotoreceptora. RP incluye condiciones como el síndrome de Usher, la amaurosis congénita de Leber, la enfermedad de Stargardt y la atrofia circular.
La degeneración macular relacionada con la edad es otra dolencia que podría curarse gracias la retina ASR. Aunque la degeneración macular está asociada a la edad, su causa exacta es aún desconocida. Ambas dolencias afectan al menos a 30 millones de personas y son las causas más corrientes de ceguera no tratable.
Por ahora, la retina artificial no puede ayudar a personas con glaucoma, en la que se producen daños a los nervios; a la enfermedad diabética de los ojos con severa ulceración reticular; o a la ceguera causada por infarto u otros daños cerebrales.

Visión natural vs. artificial
Vemos el mundo de forma parecida a como funcionan las cámaras fotográficas. En una cámara, los rayos de luz pasan a través de lentes que enfocan la imagen a una película. En un ojo sano, los rayos de luz pasan a través de la cornea y la lente, que enfoca las imágenes a la retina, una capa de células sensibles a la luz que recubre la parte posterior del ojo.
La mácula es el área de la retina que recibe y procesa imágenes en detalle y las envía al cerebro a través del nervio óptico. La mácula, con sus múltiples capas, ofrece la máxima resolución para las imágenes que vemos. Los daños significan ahí una visión reducida. Y es aquí donde entra en acción la retina ASR.
Los miles de células microscópicas de la retina ASR están conectadas cada una de ellas a un electrodo que convierte a impulsos eléctricos las imágenes de luz que llegan. Estos impulsos estimulan las células retinales funcionales que quedan y producen señales visuales similares a las generadas por los ojos sanos. Las señales artificiales pueden ser entonces procesadas y enviadas al cerebro a través del nervio óptico.
En tests realizados con animales durante los años 80, los hermanos Chow estimularon la retina ASR con luz infrarroja y registraron la respuesta retinal. Sin embargo, como los animales no pueden hablar, no se sabe exactamente lo que ocurrió.

Más resultados significativos
Hace aproximadamente tres años, los hermanos tenían datos suficientes para solicitar permiso a la administración FDA (Food and Drug Administration) norteamericana para realizar pruebas clínicas en seres humanos. Los tres primeros candidatos, que tienen entre 45 y 75 años, sufren ceguera retinal desde hace tiempo. Pasará algún tiempo hasta que se evalúen los resultados específicos de la implantación. Lo mejor sería que todo el interface desarrollara suficiente “pixelización” (densidad de pixels) para que sean capaces de discernir el movimiento. Y lo ideal sería que pudieran discernir formas o contornos. El rechazo por el cuerpo no es un problema. Una vez que está implantada la retina ASR, se forma un vacío en torno a ella, y esto ha sido muy predecible. Aparte del natural entusiasmo que genera, la retina ASR es un avance científico monumental que podría eliminar para siempre la amenaza de algunas formas de ceguera.

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