El mercado de los PDAs no se recupera de su estancamiento

El área de los asistentes personales digitales (PDAs) parece estar sufriendo un período de estancamiento. Hasta que no exista una infraestructura de comunicaciones remotas lo suficientemente sólida, estos dispositivos no podrán implantarse según las expectativas de sus fabricantes, debido a que los usuarios no tienen demasiado claro hasta que punto la posesión de un PDA puede facilitarles el trabajo diario.

Ser o no ser es la cuestión vigente en este momento en el mundo de los asistentes digitales personales (PDAs) debido, fundamentalmente, a que las compañías más entusiasmadas con el desarrollo de estos dispositivos están empezando a experimentar una serie de problemas de índole totalmente inesperada.

Por una parte, y en primer lugar, Apple Computer ha llevado a la práctica una serie de cambios dentro de su división Newton y, por otro, Compaq ha pospuesto indefinidamente su proyecto Mobile Companion. Lo mismo ocurre con fabricantes como AST, que, a pesar de que por las características del mercado al que dirigen sus productos, podría enfocar el apartado de los PDAs como una opción viable, ha desestimado recientemente introducirse en este área.

De acuerdo con un estudio realizado por Information Systems Marketing a 500 ejecutivos, la principal pregunta que se plantean los usuarios es: ¿Por qué utilizar PDAs?.

Esto prueba que los usuarios no encuentran suficientes razones para utilizar estos dispositivos como un elemento absolutamente necesario, al menos de momento.

Uno de los puntos más atrayentes de los PDAs es que los usuarios podían utilizarlos en cualquier lugar para mandar peticiones que podrían ser contestadas en tiempo real. Además, la idea de poder escribir notas sobre él, como en una especie de agenda, podía haberlo convertido en una herramienta de uso generalizado para todo el mercado.

En su lugar, la falta de una sólida infraestructura de comunicaciones remotas, así como problemas de otra índole han echado a perder muchas de las funciones de la primera generación de PDAs.

Este hecho viene a confirmarse si se observan los datos que se desprenden del estudio de Information Systems Marketing, que señalan que el 80% de los encuestados no espera utilizar un PDA como una herramienta de uso general, uno de los principales fines para los que estaba diseñada esta tecnología.

Esto no quiere decir que no existan razones suficentes para que la existencia de los PDAs quede justificada, sino que los desarrolladores y los usuarios deberían centrar sus expectativas a corto plazo en los mercados verticales.

Los profesionales del sector corporativo no han acogido con excesivo entusiasmo esta tecnología, cuyo futuro está fundamentalmente en empresas de mensajería, servicios, agentes de la ley y todo tipo de empleados que por una u otra razón trabajan fuera de la oficina. Apple ya es consciente de sus necesidades y se ha dirigido a este tipo de profesionales para refocalizar sus sistemas Newton.

Entre los problemas más comunes que presentan estos dispositivos, aparece la falta de potencia, ya que la mayoría de los chips utilizados en los PDAs están por debajo de la plataforma Intel 486.

Además, en la mayoría de los casos, las capacidades para reconocer la escritura manual son muy limitadas y en otros casos, esta capacidad ni siquiera existe.

Asimismo, otro problema que se plantea es la imposibilidad de establecer comunicaciones en cualquier momento, independientemente del lugar en el que se encuentre el usuario.

Estos factores han contribuído a que muchos usuarios hayan decidido esperar hasta que el mercado de los PDAs se encuentre en una fase de mayor madurez.

El concepto de estos dispositivos tampoco está muy claro: algunos usuarios consideran a los PDAs como unos teléfonos inteligentes que caben en sus maletines. Por esta razón es necesario solucionar todos los problemas de comunicaciones para lograr satisfacer las necesidades de los usuarios.

Aún así, y a pesar de los datos que se desprenden del estudio llevado a cabo por Information Systems Marketing, la mayoría de los ejecutivos piensan que los PDAs sobrevivirán y llegarán a convertirse en uno de los elementos más importantes de la estructura informática de las corporaciones.

Sin embargo, el desarrollo de los PDAs va bastante despacio y ha requerido que los fabricantes tuvieran que revisar los objetivos fijados en un primer momento.

El futuro de los PDAs, por lo tanto, depende de una doble vía: la definición exacta de las funciones de estos dispositivos de cara a sus posibles usuarios, aclarando que realmente son de utilidad para todos aquellos profesionales que trabajan fuera de las oficinas y, en segundo término, el compromiso por parte de los fabricantes de ofrecer una tecnología acorde con las necesidades de sus usuarios potenciales para evitar, en la medida de lo posible, el estancamiento que se está produciendo en este mercado.



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