El nuevo perfil de los directores de proyectos cliente/servidor

Es posible que usted sepa todo lo que hay que saber sobre TCP/IP y C++, pero cuando de lo que se trata es de dirigir un proyecto cliente/servidor, es importante además tener una actitud mental adecuada.

La tecnología cliente/servidor requiere unos conocimientos y capacidades técnicas por encima de lo normal y, además, los profesionales de sistemas de información que supervisan las implementaciones de esta tecnología necesitan pensar de una cierta forma para poder llevar un proyecto complejo a su conclusión con éxito. Los expertos tienden a coincidir en que un buen director de proyecto cliente/servidor deberá poseer las cualidades no técnicas siguientes:

Capacidad de asumir riesgos calculados. Una de las cualidades más importantes y decisivas para una actitud mental cliente/servidor adecuada es la capacidad de lanzarse y asumir riesgos calculados. Hay tantas variables de hardware y software en el mercado y tantas combinaciones y resultados posibles, que un director de proyecto cliente/servidor no tiene que temer adentrarse en territorio desconocido.

Tolerancia a la ambigüedad. En realidad, en opinión de diversos observadores del sector, un alto grado de tolerancia a la ambigüedad es posiblemente el factor más importante que puede aportar un profesional informático a un proyecto cliente/servidor. En el mundo cliente/servidor, no siempre se puede comprender bien qué herramientas están disponibles para qué partes de un proyecto. La tecnología está cambiando tan rápidamente que es imposible incluirla en determinados esquemas de clasificación, así que una parte de la actitud mental deberá consistir en poder afrontar lo desconocido.

Adaptabilidad y flexibilidad. La adaptabilidad y la flexibilidad van unidas estrechamente a la tolerancia a la ambigüedad. En el mundo cliente/servidor, muchas veces es necesario adivinar el futuro en base a la experiencia pasada. Esto significa que hay que ser extraordinariamente flexible, abierto a nuevas ideas y no limitado a una forma específica de actuación. También hay que ser capaz de ver las cosas desde múltiples perspectivas y asumir que cambiarán con frecuencia.

Comprender la fuerza del trabajo en equipo. Otro aspecto de la nueva actitud mental está en comprender qué es lo que pueden hacer las personas que intervienen en el proyecto cliente/servidor. Puesto que siempre es necesario un cierto grado de adaptación, es importante saber qué es lo que puede hacer mejor el equipo del proyecto. Como no es posible crearlo todo, hay que saber qué conocimientos y experiencia están disponibles en la propia empresa, con el fin de poder salir fuera y conseguir lo que se necesite.

Capacidad de resistencia. Los buenos directores de proyectos cliente/servidor deberán además mostrarse dispuestos a aceptar responsabilidad por el progreso y el resultado del proyecto. Antes, podía culparse al vendedor cuando algo fallaba, pero en la mayoría de los casos, cuando tiene que crear uno mismo una parte del sistema cliente/servidor, puede alcanzarse antes el objetivo si se está dispuesto a aceptar que la última responsabilidad recae también en uno mismo.

Visión de futuro. Los directores de proyectos cliente/servidor deben ser capaces de predecir el futuro, incluyendo la habilidad de comprender a fondo los problemas y cuestiones comerciales para cuya resolución ha sido diseñada la tecnología. Actualmente, quienes desarrollan su actividad en el área cliente/servidor deben estar en completa sincronía con la dirección y con el sentido en que se mueve la unidad comercial en cuestión. En muchos casos, esto significa poder prever y anticipar lo que desearán los usuarios, incluso antes de que estos lo sepan.



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