La preocupación por la consumerización es excesiva, según HP
La consumerización, tendencia TIC que se refiere al uso de dispositivos personales para acceder a sistemas de la empresa y que trae de cabeza a los CIO de medio mundo, no es tan grave como pudiera parecer ni afecta sobremanera al funcionamiento de la empresa. Eso es lo que asegura un informe de The Economist Intelligence Unit a encargo de HP y que se basa en una encuesta a nivel EMEA, incluyendo España, a representantes de 500 empresas, grandes y pequeñas, de 20 sectores distintos de esos países.
En ese informe se destaca que la diferencia entre las nuevas generaciones, más proclives a la consumerización, y el personal más experimentado está “sobrevalorada”. De hecho, el 51% de los empleados senior poseen conocimientos avanzados de TI, frente al 43% de los nuevos trabajadores, denominados por HP como generación Y. En ese sentido, HP también ha destacado que mientras las nuevas generaciones conocen y dominan a la perfección las interfaces y el funcionamiento de la electrónica de consumo, desconocen y hacen un mal uso de la tecnología para negocio. A pesar de todo ello, el 70% de los encuestados manifiestan que esta diferencia no supone ningún tipo de problema para el negocio, porcentaje que asciende tres puntos si hablamos de grandes empresas.
Asimismo, las iniciativas TI que las diversas compañías están desarrollando en la actualidad satisfacen sobradamente las necesidades y las expectativas de los empleados, especialmente en cuanto a objetivos como la eficiencia o la reducción de costes. Pero por el contrario, uno de cada tres ejecutivos considera que el crecimiento del conocimiento tecnológico de sus clientes supera al de su propia compañía. Esta diferencia es especialmente importante entre compañías con un gran crecimiento de los beneficios y aquellas con un crecimiento menor: las pertenecientes a esta última categoría “son casi dos veces más propensas a experimentar una diferencia tecnológica entre ellas y sus clientes”, añaden desde HP.
La innovación es otro paradigma unido inevitablemente al de la consumerización y el avance en pro de una gestión de los sistemas corporativos más eficaces, que aporten mayor valor al negocio y que sean lo más cómodos para el usuario. En ese sentido, de las 503 empresas encuestadas por la filial de investigación de The Economist, el 45% de ellas consideran que la innovación pasa por el departamento de TI, frente a un 25% que consideran que lo hace a través de la dirección general y otro tanto que cree que es el departamento de I+D el catalizador de este tipo de procesos. Estos porcentajes se refieren a la región de EMEA y de hecho, en España la situación se configura realmente distinta ya que es el área de I+D la que se considera clave en este proceso.
La consumerización en España
HP ha explicado además los datos concretos referentes a España y Portugal dentro del estudio europeo realizado por The Economist Intelligence Unit. Una región en la que como comentó Alejandro Alonso, director para Grandes Cuentas en HP Iberia, existen ya en torno a 28 millones de usuarios de Internet. “La sociedad exig
e un mundo totalmente conectado y con resultados inmediatos, donde todo esté analizado y las interfaces de las aplicaciones de negocio sean tan sencillas como las domésticas”.
Así pues, en nuestro país el 49% de los jóvenes poseen un conocimiento excelente o muy bueno en al ámbito tecnológico, pero coinciden con la tendencia europea al carecer de habilidades específicas para negocio. “El CIO va a estar más que nunca en el centro entre los negocios, los avances tecnológicos y las exigencias de la sociedad”, una responsabilidad que le obligará a transformar sus aplicaciones actuales para que puedan ser empleadas con seguridad por esta nueva generación de trabajadores y en entornos móviles, aspectos clave de la consumerización.
En definitiva, desde HP aseguran que la consumerización “aporta más beneficios que riesgos para los CIO y lo ayuda a reposicionar las TI” en base a las necesidades actuales. Unos requerimientos que pasan por suplir el diferencial entre los dispositivos personales y los corporativos, así como alinear la tecnología con las necesidades de la sociedad y todo ello sin dejar de lado la seguridad.
