Big data: la nueva herramienta para la lucha contra el crimen

La tecnología avanzada que permite comparar, rápida y eficazmente, las imágenes de los delincuentes sospechosos con sus perfiles en redes sociales y otras fuentes está ayudando a la policía a identificar a los culpables en un solo paso, en lugar de tener que hurgar por múltiples niveles y tipos de información. Conocida como big data, esta tecnología reúne información de localización, datos de reconocimiento facial y cualquier otra información disponible que pudiese ser relevante, a primera vista, para los encargados de aplicar la ley.
Los informativos de todo el planeta han mostrado las imágenes de los saqueadores llevándose impunemente pantallas de plasma de las tiendas tras los disturbios en Londres. Pero de lo que quizás estos miembros de la masa enfurecida no se han dado cuenta es que estas imágenes podrían ayudar a la policía a reunir pruebas para presentar denuncias. Con la tecnología big data y las técnicas asociadas es mucho más probable atrapar a los culpables que antes.
Big data implica el manejo de tecnología ya incorporada en las redes sociales más populares como Facebook y Twitter, la cual se confronta con otras fuentes como las cámaras de videovigilancia y los registros de datos en los switches de los teléfonos móviles. Los resultados pueden acelerar tanto la identificación de los presuntos alborotadores como la confirmación de sus ubicaciones.
El principal nuevo desafío para las autoridades que intentan llevar ante la justicia a los saqueadores y cabecillas de los disturbios es garantizar que las cantidades masivas de datos son clasificadas y contrastadas, y que esta información esté disponible en un único lugar. Big data requiere una plataforma capaz de moverse por la información procedente de numerosas fuentes, en un corto espacio de tiempo, permitiendo a las autoridades policiales llevar con rapidez a los delincuentes ante los tribunales.
Hemos definido cinco pasos para reunir toda la información y garantizar que sea presentada de forma útil: capturar desde una cámara de videovigilancia los registros de un teléfono móvil y las publicaciones propias en las redes sociales; analizar la información y garantizar que ésta esté en un formato común para presentar la información relativa a fechas de la misma forma; filtrar, suprimiendo toda la información irrelevante; aumentar, completando la información que esté incompleta, y añadir y contrastar la procedente de otras fuentes; y correlacionar, presentando la información consolidada más relevante. Utilizando este proceso, las autoridades pueden reunir pruebas más contundentes contra los individuos sospechosos. Así encontramos ejemplos como combinar la tecnología de reconocimiento facial ya utilizada en Facebook con las imágenes de los delincuentes, captadas en directo por las cámaras de videovigilancia, para después contrastar estas imágenes con bases de datos de delincuentes fichados por la policía. También se pueden extraer los datos GPS incluidos en las fotos realizadas desde teléfonos móviles para ayudar a identificar los lugares de los crímenes, y utilizarlas como prueba. Es posible leer la información de localización procedente de los tweets de autopromoción que los sospechosos hayan publicado en Twitter u otras redes sociales, y compararla con los registros de datos de llamadas que todas las operadoras de telecomunicaciones están obligadas a guardar y luego se puede contrastar con la información de las cámaras de videovigilancia para identificar las ubicaciones de los individuos. Otro ejemplo es realizar el seguimiento de los datos de mensajería instantánea y chats para mostrar las conexiones entre individuos y determinar así su ubicación; o supervisar la información de otras fuentes de datos como las tarjetas de transporte.
El resultado es una visión única de los datos procedentes de múltiples fuentes, lo que constituye una potente herramienta para combatir el crimen.
El gran reto es garantizar que los datos se reúnen lo más rápido posible. Y el big data es la respuesta, pues las autoridades pueden aunar allí la información y su capacidad de procesamiento de computación. Como la policía de Gotham City habría confirmado, la lucha contra el crimen en la calle se ha trasladado a las alturas.

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