Estándar de privacidad para los suministradores de IoT
El fenómeno IoT está a punto de generar una explosión económica; pero el esperado boom podría acabar en un puf si las personas sintiesen que están perdiendo su privacidad en este nuevo ecosistema de conectividad.
Ahora es el momento en el que muchos accionistas, además de prepararse para ganar sumas millonarias procedentes de IoT, se preocupen a su vez por la creación de un estándar de privacidad para ganarse la confianza de los consumidores. Los analistas de la industria están de acuerdo en una cosa: la explosión de productos de consumo habilitados para su conexión a internet como coches, hogares inteligentes y wereables generará un boom económico global dentro de los próximos cinco años. En este contexto, Forbes prevé una aceleración del proceso, señalando que tres cuartas partes de las empresas habrán embarcado en el vagón de IoT en 2020.
El resultado de todo ello, según las estimaciones de expertos, será la conexión a internet de 24 mil millones de cosas (3 por cada persona del planeta) antes de que acabe esta década. Saber a estas alturas si esta explosión va a dar lugar a un gasto anual de 17 billones de dólares dependerá de dos factores, de acuerdo con IDC: el valor que IoT sea capaz de devolver a los usuarios, y la confianza que estos puedan llegar a tener en los aspectos relacionados con la privacidad y la seguridad.
En un análisis realizado el pasado mes de mayo por Gartner, este analista afirmó que las preocupaciones en ciberseguridad y privacidad representan los principales obstáculos para la adopción de IoT. Un informe elaborado hace casi doce meses por la comisión federal de comercio norteamericana enumeraba los riesgos de un sistema IoT estándar: capacidad apara acceder y utilizar información personal sin autorización, y la facilidad con la que se pueden realizar ataques a otros sistemas poniendo en riesgo la seguridad personal.
