El porqué de las compras en el mercado de BI

La tecnología, y en especial las comunicaciones, ha cambiado de forma drástica nuestras pautas de comportamiento social y de consumo, otorgándonos un poder sin precedentes, derivado de la capacidad de acceso a la información y a la difusión de opiniones. Podemos decir que ha situado al consumidor en agente activo y del proceso comercial y no en un mero receptor pasivo de mensajes publicitarios por parte de marcas y empresas.
¿Cómo pueden competir las organizaciones en este nuevo escenario? Al respecto, Thomas H. Davenport, prestigioso experto en management, expone en su célebre artículo “Competing on Analytics” que, “prácticamente en todos los sectores, la mayoría de las estrategias tradicionales no son viables; por lo que las organizaciones están evolucionando a estrategias competitivas basadas en la optimización de sus procesos de decisión”.
Gartner e IDC reconocen que el mercado de la inteligencia analítica crecerá consistentemente durante los próximos cinco años en porcentajes de dos dígitos. Dichas expectativas quedan patentes en los recientes adquisiciones registradas; sirva como ejemplo, la compra de Cognos por IBM, la de Hyperion y Siebel por Oracle, la de Business Objects por SAP o las alianzas entre TeraData y SAS. La agrupación de los mayores ‘software vendors’ y la consolidación de las principales consultoras está definiendo un mercado de gigantes. Pero, ¿responde a un afán de satisfacer nuevas necesidades del mercado o simplemente es la forma más fácil de crecer? Dado que la tecnología no es un factor estratégico, por cuanto es fácilmente replicable, lo más probable es que se trate de una estrategia de crecimiento no orgánico. No están comprando tecnología, sino clientes.
Sin embargo, la inteligencia analítica no es esencialmente una cuestión de tecnología. Lo que aporta ventajas competitivas sostenibles a las organizaciones es el factor humano y el uso que dé a esa tecnología. Por tanto, ¿son las metodologías de Inteligencia Analítica recetas de uso general y de producción y aplicación masiva, o realmente aportan valor añadido? Nuestra experiencia nos dice que no hay dos organizaciones iguales y que todas cambian cada día, por lo que la Inteligencia Analítica tiene un ingrediente intrínsecamente artesanal para su aplicación efectiva.
En un mercado de proveedores gigantes y de soluciones ‘pret a porter’, ese componente artesanal no parece una buena noticia. En suma, el futuro de la especialización analítica de las empresas con el fin de conocer mejor a sus clientes y procesos, y tomar las decisiones que aporten más valor parece excitante, aunque, como decía el físico Niels Bohr, “hacer predicciones es algo muy difícil, especialmente si son de futuro”.

J. Luis Flórez es CEO de Neo Metrics.

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Fernando Rubio Román, CTO de Microsoft España. TECNOLOGÍA
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