Aplicar inteligencia a la red, reto de los CIO y punto de inflexión para el desarrollo "cloud "

Las empresas deben optimizar sus procesos de negocio para sobrevivir en tiempos de crisis y para ello es necesario que las aplicaciones sean seguras, rápidas y estén siempre disponibles. Para conseguir estos objetivos, hay que poner las miras en la red, que se convierte en el core tecnológico, e implantar tecnologías de Application Delivery Networking, pues dotar a las redes de inteligencia es una manera de rentabilizar las aplicaciones.

En momentos de cambios como los que vive actualmente la economía, el éxito de una organización depende no sólo de su capacidad para mantener su presencia en el mercado, sino de conseguir una mejor y mayor optimización de sus procesos de negocio. Para ello, es vital que las aplicaciones sean seguras, rápidas y estén siempre disponibles. Para mejorar la agilidad de las tecnologías y generar valor al negocio una nueva tecnología, Application Delivery Networking (ADN), permite redefinir cómo los recursos de aplicaciones, servidores y redes se alinean y gestionan para racionalizar la gestión y reducir los costes. Para conocer si las empresas conocen estas aplicaciones así como su grado de madurez, ComputerWorld reunió a representantes de diferentes compañías, quienes aportaron su visión de esta realidad.
Luis Martínez, director de Sistemas de Información de Rural de Servicios Informáticos (RSI), aseguró como las empresas tienen sus miras puestas en la reducción de costes: “Esto mismo ha pasado en nuestra organización, convirtiéndose en una obsesión. Para ello pusimos en marcha un ambicioso plan de consolidación de aplicaciones. El primer paso ha sido apostar por el outsourcing con sistemas abiertos para reducir costes, pero pidiéndole siempre a nuestros suministradores metodología y rigor. En cuanto a la red, la hemos dotado de inteligencia a través de sistemas de balanceo y de compresión de la red. Todos estos aspectos nos son críticos por la dispersión de nuestras redes. No es posible obtener el máximo beneficio sin utilizar estas tecnologías”.
Para Repsol, la red es su core tecnológico y así lo reflejó Alejandro Villar, gerente de Seguridad de la Información de la compañía. “Disponemos de una red multinacional y tenemos ya un gran conocimiento de ella, pero nos falta especialización debido, sobre todo, a la gran cantidad de socios en diferentes países. Disponemos de una infraestructura centralizada en Madrid pero abierta por su dispersión”.
Carlos Varela, director técnico de Renfe, explicó su experiencia en este ámbito. “Hace tiempo que trabajamos en este tipo de proyectos y en estos momentos, con la explosión de Internet, es cuando más hemos aportado a la red, incorporando sistemas de balanceo. Como compañía hemos tenido que hacer frente a grandes hitos y, por eso, para responder a las necesidades en momentos puntuales, hemos puesto nuestra red a prueba. Si no hubiéramos dispuesto de tecnologías que la dotaran de inteligencia no hubiéramos podido responder a ese tipo de demandas”.
Josep María Camps, director de Operaciones y Sistemas de Infojobs, explicó como la actividad de su negocio gira alrededor de la Red. “Nuestra compañía vive y trabaja a través de Internet. Desde el año 2000 disponemos de elementos que aportan seguridad a la red. Y, desde hace tres años estamos intentando dotarla de inteligencia y, sobre todo, de seguridad del máximo nivel posible por la criticidad de los datos almacenados en nuestros servidores. Es más importante detectar y evitar cualquier fallo de seguridad que se pueda producir que aumentar su rapidez de acceso”.

Tecnología en la nube
En opinión de Francisco Bermúdez, director general de Servicios de Infraestructuras de Capgemini, “vemos en nuestros usuarios patrones comunes. Son importantes para todos ellos aspectos como el time to market y la reducción de costes. Dotar a las redes de inteligencia es una manera de rentabilizar las aplicaciones. Este tipo de tecnologías está teniendo una gran acogida gracias al desarrollo de cloud y da respuesta a dos de los inhibidores de la adopción de este concepto: la seguridad y la disponibilidad. Las herramientas que dotan de inteligencia a la red pueden ayudar al desarrollo de cloud computing”.
Miguel Salgado, director general de F5, afirmó que “la problemática es similar en todos los sectores de nuestra economía. Tecnologías de Application Delivery Networking (ADN) son necesarias para las compañías porque en estos momentos casi todas suministran servicios a través de la red y deben asegurar su disponibilidad y seguridad. A la vez que tienen que contener costes y permitir una gestión de la demanda rápida, que ayuden a poner en marcha servicios de la forma más rápida. Es ahí donde estamos aportando a los clientes soluciones eficaces que permitan consolidar servicios de balanceo de red sobre todo en servicios distribuidos”.
Raúl Flores, responsable de Preventa y Consultoría de F5, aporta su opinión sobre el modelo cloud. “Cloud computing es una tendencia de los sistemas y si hay un tema que asegura la calidad del servicio para poder aportar un punto de control específico en la red son sin duda las tecnologías de inteligencia de la red. Éstas nos ayudan a contar con una capa de virtualización potente, con aplicaciones reutilizables para reducir costes incrementando la seguridad”.

Criticidad en la red
Carlos Varela, de Renfe, indicó como su experiencia les ha mostrado que “ninguna red es segura al cien por cien”. Francisco Bermúdez, de Capgemini, comentó que “la seguridad en la red no solo tiene que ver con las aplicaciones sino con el uso que los usuarios hacen de ellas. Por más tecnología que aportes hay factores que no puedes controlar”.
Para Alejandro Villar, de Repsol, “las redes no son inseguras en sí mismas sino por su uso. Se está rompiendo la tradición sobre los perímetros de las redes de las compañías. Ya no sabemos quién se conecta y desde dónde. El consumo de los usuarios está marcando el tipo de servicios que reclaman a las empresas y ésta es una batalla bastante complicada. La seguridad es uno de los grandes desafíos de las redes y es difícil hacer entender a las organizaciones la necesidad de su control y seguridad. El mercado ya nos ofrece herramientas que ayudan a mantener la seguridad”.
Para Luis Martínez, de Rural de Servicios Informáticos, la tecnología está en continua evolución “pero también lo hacen los usuarios y no por ello podemos dejar de poner nuestras aplicaciones en la red por los posibles problemas que puedan surgir”.

Inversión y beneficio
Un aspecto importante es cómo la seguridad en la red puede aportar un mayor valor al negocio. Francisco Bermúdez, de Capgemini, aseguró que aún en estos momentos “es difícil transmitir el beneficio que las inversiones en la red suponen para el negocio. Es más sencillo si acometes un proyecto global que si apuestas por uno que solo afecte a las redes, ya que no es sencillo transmitir su valor. Estás obligado a ligar los proyectos al negocio para convencer a los responsables de sus beneficios”.
Carlos Varela, de Renfe, ahondó en esta idea: “Los business cases se realizan para reducir los riesgos o los costes de un proyecto. En la situación actual que vivimos es m

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