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"La promesa de que el 'cloud' es para ahorrar dinero ya nadie la comparte"

Ángel Pineda y José Manuel Desco, CEO y director general de la tecnológica española Orizon, detallan el problema de rendimiento que están surgiendo en los entornos cloud de las grandes empresas, y cómo su tecnología BOA lo soluciona.

José Manuel Desco y Ángel Pineda, director general y CEO de Orizon, respectivamente.
José Manuel Desco y Ángel Pineda, director general y CEO de Orizon, respectivamente.

La ‘tierra prometida’ del cloud está transformándose en un dolor de cabeza para muchas organizaciones, sobre todo las de gran tamaño. En un informe realizado por la tecnológica española Orizon, estas grandes empresas incurren en sobrecostes de cerca del 45% en su camino de migración hacia la nube, producto de la enorme complejidad que suponen estos entornos y la falta de políticas de gestión del rendimiento de sus infraestructuras. “La promesa de que el cloud es para ahorrar dinero ya nadie la comparte, no hay ni una sola persona que pueda defender eso”, afirmó Ángel Pineda, CEO de Orizon. “Tiene que haber  una función de control de costes, con capacidad técnica para saber dónde están, capacidad financiera para explicarlo, y trazabilidad. Y ahí es donde el mercado está en la Edad de Piedra, está nada preparado, no hay soluciones, no hay profesionales, y ese es el hueco que nosotros estamos explotando”, agregó.

De hecho, Orizon cerró 2022 con ventas por 3 millones de euros y un 19% de Ebitda. Para este 2023, la compañía pretende doblar el negocio y alcanzar los 6 millones de euros y pasar a una rentabilidad del 25% o 26%. No obstante, el gran salto lo darán el próximo año, en el que esperan llegar a unos ingresos de 30 millones de euros. “Creemos que hay una oportunidad, el mercado está explotando desde el punto de vista del rendimiento y vemos que es un hueco que sigue sin cubrir”, comentó José Manuel Desco, director general de Orizon.

Esto lo pretenden lograr con fuertes inversiones en su tecnología BOA, dedicada a mejorar el rendimiento tecnológico de las empresas, para escalarla al entorno cloud e híbrido, a la cual le han inyectado 1,8 millones de euros con el respaldo del Centro de Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI). El primer módulo de la actualización de BOA estará disponible después del verano.

 

"Tiene que haber  una función de control de costes, con capacidad técnica para saber dónde están. Y ahí es donde el mercado está en la Edad de Piedra"

 

Ángel Pineda, CEO de Orizon

 

Los costes escondidos del software y la nube

En su camino a la transformación digital, las empresas han invertido fuertemente en tecnología en los últimos años, muchas veces sin una estrategia clara y sin una visibilidad global de los gastos en los que incurren mes a mes debido a éstas. “No hay transparencia en por qué me estoy gastando tanto dinero, más allá de que obviamente tengo que hacer una transformación digital de mis servicios. Ahí es donde se pierde la ligazón entre el CIO y los niveles superiores para explicar qué es lo que está sucediendo”, explicó Desco. En el caso de la nube, agregó, los proveedores cobran por distintos servicios, lo que hace aumentar la factura innecesariamente, y las compañías se están dando cuenta de eso, al punto de que “el 80% de nuestros clientes dicen que sus proyectos de cloud están fracasando”.

El cloud se va a quedar, pero si siguen así van a tener un problema de fiabilidad del entorno”, dijo Desco. Con BOA, Orizon ataca directamente este problema. Su herramienta es capaz de identificar y corregir los problemas o sobrecostes ocasionados en los sistemas TI de las empresas, mejorando su desempeño. “Tenemos casos de éxito donde en seis meses hemos reducido al 50% la factura. Hacemos una previsión y la vamos monitorizando, y nos comprometemos con el resultado”, aseguró Pineda.

 

"El 80% de nuestros clientes dicen que sus proyectos de cloud están fracasando”.

 

José Manuel Desco, director general de Orizon

 

Con las nuevas inversiones, BOA ahora llega a la nube y lo hace con tres componentes principales: un data lake en el que se capturan y procesan grandes volúmenes de datos de las aplicaciones e infraestructuras de los clientes (como mainframe, DB2 y otras tipologías de bases de datos, herramientas de monitorización y automatización de procesos como Dynatrace y Control-M, y otros); los algoritmos que se encargan de analizar la información para detectar y resolver problemas; y su capacidad de aprendizaje y predicción.

“¿Por qué hemos invertido en nuestra herramienta? Nosotros antes tardábamos tres semanas en evaluar un entorno complejo, ahora lo podemos hacer mucho más rápido. Invertimos en cambiar la arquitectura totalmente nativa a cloud. Los clientes meten los datos y rápidamente podemos evaluar la capacidad que tienen de ahorrar y cuánto les impacta en su día a día. Nuestra herramienta ahora tiene la trazabilidad en todos los entornos”, detalló Pineda. “¿Cómo actuábamos antes? Sólo sobre las aplicaciones. ¿Cómo actuamos ahora? Sobre el control de la arquitectura globalmente, y eso ahora mismo no lo hace nadie”, puntualizó Desco.

Con la nueva BOA, Orizon apuesta por un nicho de mercado, la mejora del rendimiento en los sistemas TI, en el que hoy prácticamente no tienen competidores y que prevén será la próxima gran preocupación de los consejos de administración de las grandes corporaciones. 



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