¿Qué es una política 'cloud-first'?

Cuanto más grande y compleja se torna una organización, más se acostumbra a hacer las cosas de cierta forma y más difícil le resulta cambiar. Y sin embargo, el cambio siempre acaba llegando.

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De hecho, creo que esta tensión de saber que el cambio es duro pero inevitable es lo que hace que entre 20 y 50 compañías se caigan de la lista Fortune 500 año tras año. Gracias a mi trabajo, he tenido la oportunidad de conocer de cerca un montón de compañías que no han tenido ningún miedo de reinventarse ayudándose de la nube, organizaciones de todos los tamaños que buscan transformar su forma de  utilizar la tecnología para fomentar el crecimiento de su negocio y mantenerse competitivas. Muchos de los ejecutivos que quieren acelerar este cambio en el seno de sus organizaciones están optando por planteamientos cloud-first, pasando del “por qué deberíamos usar la nube” a “por qué no íbamos a usar la nube” en todos los proyectos tecnológicos de sus organizaciones.

 

¿Cómo y dónde establecen las organizaciones una política cloud-first?

Hay ejecutivos que aplican este tipo de políticas parcialmente, restringiéndolas a determinadas divisiones, mientras que otros las aplican a toda la organización por igual. Esto suele variar en función de la experiencia de cada división, de sus objetivos y de sus limitaciones. General Electric, por ejemplo, es una organización altamente distribuida, formada por múltiples divisiones diferentes que operan de forma autónoma. Por ello, algunas de sus divisiones están bastante más avanzadas en su tránsito hacia la nube que otras. GE Oil & Gas, por ejemplo, está en los estadios finales de su tránsito y rige sus operaciones empleando un modelo cloud-first, mientras que otras divisiones de la compañía la siguen de cerca. Capital One, en cambio, sigue un modelo cloud-first en todo su negocio.

 

¿Quién es el responsable de un modelo cloud-first?

Cuando se aplica a toda la organización, el modelo cloud-first suele influir en muchos departamentos, más allá del puramente informático. Adquisiciones, Jurídico, Finanzas, Desarrollo Comercial y todos los departamentos centrados en el producto pueden contribuir a hacer del cloud-first realidad. Cuanto más sepan estos departamentos sobre cómo trabajar con proveedores de tecnologías cloud, y cuanto mejor sepan por qué y cómo aspira la organización a valerse de la nube (para centrarse en lo que más importa en el negocio), más activo será el papel que podrán desempeñar a la hora de impulsar a la organización a tomar decisiones cloud-first

Cuando trabajaba de responsable tecnológico para Dow Jones, mi equipo y yo implementamos un modelo cloud-first. Una de las primeras cosas que hicimos fue crear un procedimiento de elevación para la comunicación con nuestro departamento financiero para todas las solicitudes de gastos de capital relacionadas con adquisiciones de hardware. Así, cualquier departamento que considerase que necesitaba adquirir hardware en lugar de valerse de nuestra capacidad en la nube se vería obligado a explicar por qué no podía cubrir sus necesidades en la nube, para poder ver sus pedidos aprobados. No hicieron falta muchas solicitudes de compra para que todos comprendiesen cuán decididos estábamos a emplear la nube. Con el tiempo, nuestros equipos jurídico, de adquisiciones y de producto empezaron a plantear cuestiones similares.

 

¿Cuándo deberemos declarar nuestra organización como cloud-first?

Hasta hace poco, solía pensar que las políticas cloud-first solo deben implantarse una vez la organización tenga amplia experiencia utilizando la nube para sus actividades, como hicimos en mi etapa en Dow Jones. Sin embargo, a lo largo del último año, me he reunido con cientos de ejecutivos y responsables tecnológicos, todos ellos en diferentes estados de transición a la nube, y he descubierto que muchas organizaciones implantan políticas cloud-first en los pasos iniciales de su tránsito, en algunos casos sin contar con experiencia alguna en la nube.

Algunas organizaciones tienen modelos de negocio tan en sintonía con la nube, que consideran que no necesitan años de experiencia para llegar a la conclusión de que cloud-first es el planteamiento idóneo para ellas. Actualmente estoy colaborando con una empresa de la lista Fortune 100 que considera que sus desarrolladores serán al menos un 50% más productivos una vez se hayan formado en los entornos de AWS y estén trabajando sobre ellos. Esta organización cuenta con más de 2.000 desarrolladores en su plantilla, por lo que esto se traduciría en una capacidad de desarrollo adicional de más de 1.000 días de trabajo cada año, a la que tendrían acceso mediante una migración y una política cloud-first. Esta idea les resultaba tan atractiva que decidieron iniciar su tránsito a la nube adoptando una mentalidad cloud-first desde el primer día.

 

Una administración sensata

Todos cuantos han trabajado conmigo saben que no me entusiasman las políticas verticales a menos que sean absolutamente necesarias (o así lo espero). Sin embargo, cuando se usan discrecionalmente, pueden ser un medio muy eficaz para aquellos líderes que buscan crear un cambio drástico en el comportamiento, acelerar el cambio y hacer entender a todos cuáles son las prioridades de la organización. Las políticas bien implantadas se ven complementadas por un plan de comunicaciones que ayuda a la organización a comprender la política, las motivaciones que han llevado a su implantación y las consecuencias que esta tiene para su labor. La comunicación es, desde mi punto de vista, una de las características que hacen de un buen líder, un gran líder.

 

El artículo ha sido realizado por Stephen Orban, director de estrategia para grandes empresas de Amazon Web Services.

 



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