Aspectos críticos en la llegada del 5G a España

El encendido de la red 5G en España se producía, oficialmente, el pasado mes de junio, con su activación en 15 ciudades de la mano de Vodafone. La expansión de su despliegue comercial y la popularización en el uso del nuevo estándar, sin embargo, será un proceso más dilatado en el que entrarán en juego distintos factores. 

Algunos de ellos se han comentado en la jornada celebrada el pasado jueves en Madrid sobre el impacto de la implantación del 5G en el territorio. Organizado por la Fundación Institut Cerdà y el Colegio Oficial de Ingenieros de Telecomunicación, el evento ha servido para presentar el informe Densificación y racionalización de redes móviles 5G en el territorio, de la Fundación, además de como foro de intercambio de opiniones de algunos de los actores principales en la llegada de la próxima generación, lo que ha permitido abrir una ventana a su estado actual. 

En este sentido, desde el foro se ha apuntado a que, por el momento, no se conoce la aplicación clave que supondrá el impulso del 5G, aquella en que las empresas verán posibilidades suficientes como para asegurar sus inversiones en el despliegue, porque los usos de este estándar todavía se están explorando. Por el momento, por tanto, su despliegue se centrará en cubrir las necesidades y sectores a los que el 4G no llega, como la industria 4.0, retail o sanidad. 

Así lo explican desde la asociación de operadores locales AOTEC, que ha estado presente en la jornada y que señala la brecha digital entre unas zonas sobre otras como posible riesgo en el desarrollo del 5G. Ante esto, se plantean posibilidades como la colaboración entre la iniciativa privada y el Gobierno en aspectos como la inversión conjunta. 

Otro de los aspectos tratados en la llegada del 5G a España ha sido el de la infraestructura necesaria. El estándar necesitará del respaldo de la red de fibra, con grandes torres y con small cells en la última milla. Sobre la instalación de small cells, varios de los involucrados han destacado que se necesitarán cambios normativos y acuerdos entre los organismos implicados, como ayuntamientos y operadores, además de guías y directrices que contemplen los supuestos, por ejemplo, cubiertos por la ley de Patrimonio. 

Este debate resulta significativo de la influencia del despliegue del 5G en distintas áreas, más allá de las propias aplicaciones. En lo que hay cierto consenso es en que todavía hay tiempo hasta que el 5G se popularice y, por tanto, estas decisiones e infraestructuras sean claves.