Abogados

En busca del justo medio

Si el basamento en el que se apoya la profesión de abogado es la información y su manejo, qué mejor herramienta que Internet para ahondar en los cimientos de este edificio que, gracias a aquella, se ha mantenido en muy buen estado a pesar de los siglos. Pero además de la información, esencialmente el acceso a bases de datos jurídicas, Internet puede facilitar la comunicación con los clientes o con otros profesionales y la promoción de los servicios propios de la actividad. La enumeración fría de estas ventajas no parecen ser suficientes para algunos despachos de abogados, generalmente muy conservadores, que no se deciden a incorporar Internet a su práctica cotidiana.

Aunque en esta profesión la sustitución del papel para determinados actos de comunicación va a ser muy lenta, y para determinados asuntos imposible por la necesidad de preservar el secreto profesional, lo cierto es que los materiales impresos suponen un encarecimiento del coste de los servicios del despacho, que se traslada al cliente. Además, la información jurídica, sujeta como ninguna otra a la obsolescencia, precisa de mecanismos de búsqueda modernos, para los que Internet es de un interés indiscutible, con la ventaja añadida que supone su almacenamiento y sin olvidar de qué manera facilita la gestión de las bibliotecas.

Documentación e información

Mientras que algunos de los grandes despachos jurídicos de nuestro país parecen reacios no sólo a estar presentes en Internet, sino también a hacer uso de ella, no sucede lo mismo con firmas multinacionales como Baker & McKenzie, con cerca de 2.000 abogados en todo el mundo, que cuenta con su propia Intranet, bautizada BakerNet, a la que todos los despachos de la firma se encuentran conectados. Con independencia de ello, sus abogados en España usan más o menos la red en función de su actitud personal frente a las nuevas tecnologías.

Hablando de sus colegas que se muestran reacios a Internet, Antonio Selas, de Baker & McKenzie, dice: "Hay algunos a los que les da un pánico terrible, porque han llegado tarde, pero lo cierto es que a través de nuestra red accedemos a resoluciones de tribunales de todo el mundo, y cuando hay procedimientos judiciales en los que hay varias jurisdicciones involucradas y se necesita conocer la jurisprudencia de los diferentes países, accedemos a las bases de datos contratadas en nuestra central de Chicago. Yo, a pesar de mi edad, no puedo entender que se pueda trabajar sin estas herramientas. Algunas veces recurro a las bases de datos americanas, lo que me permite conocer la jurisprudencia sobre todos los asuntos propios de mi especialidad. Sin embargo me parece que las bases de datos españolas están todavía en mantillas, por eso no las uso; cuando quiero información recurro a otras fuentes".

Hay otro tipo de despachos de abogados que, aunque por su dimensión no han instalado una Intranet comparable a la citada, sí hacen uso de Internet, aunque en la mayoría de los casos su experiencia es muy reciente. El Estudio Jurídico Javier Plaza, en Salamanca (www.ribernet.es/personal

/abogados/home.htm), puede ser un buen ejemplo de ello. "A pesar de que la utilización de Internet por parte del despacho es relativamente reciente", dice Javier Plaza, "usamos la Red fundamentalmente para el envío y recepción de correo electrónico y consulta de documentación, funciones muy apropiadas en las que tiene Internet tiene grandes ventajas con respecto al fax o cualquier otro medio de comunicación. Pensamos que se van a potenciar en el futuro otro tipo de prestaciones, en consonancia con el desarrollo que tengan las bases de datos jurídicas que, sin duda alguna, proliferarán en el futuro a través de Internet".

Tanta es la necesidad de tener la documentación pronta en esta profesión que, desde que funciona el web del Colegio de Abogados de Madrid (www.icam.es), la mayor parte de la peticiones de los colegiados van en ese sentido. Nos decía Félix Ballesteros, Director de Organización e Informática del Colegio, que hay una petición muy presente; los abogados quieren tener acceso a la legislación y a la jurisprudencia a través de Internet, para lo que sugieren que el colegio consiga de las editoriales especializadas un precio especial para la adquisición de estas bases de datos. La petición no puede ser atendida, tanto porque los únicos clientes de aquéllas son los abogados y porque, aunque sean documentos de dominio público, los derechos de recopilación se encuentran en manos de las editoriales.

Por otro lado, los colegiados de Madrid piden ya no sólo los índices o las fichas de los libros de la biblioteca, sino los contenidos. Digitalizar la biblioteca del Colegio, que cuenta con de 70.000 volúmenes resultaría técnicamente sencillo y económicamente posible. Los responsables de la institución consideran que en dos años podrían disponer de el 70 por ciento de los libros que son los más solicitados, digitalizados. "Pero chocamos con los derechos de autor", afirma Ballesteros. "No es lo mismo que con las fotocopias, para las que tenemos firmados acuerdos con CEDRO que nos dan la posibilidad de fotocopiar hasta el 10 por ciento de una obra. En el caso de los libros digitalizados, es muy complicado cobrar los derechos a través de Internet. Además, a este problema genérico, que se podría solucionar, se añade otro de carácter legal y que está relacionado con el objeto social del colegio, en el que no se contempla la venta de libros".

Precisamente para dar más y mejor información, Aranzadi (www.aranzadi.es), editorial especializada en derecho que ofrece toda la información legal a texto completo de jurisprudencia y legislación de toda España, ha creado hace apenas un mes su propia Intranet en Infovía, el Club Aranzadi Interactivo. Consta de una serie de servicios gratuitos qu

Contenido Patrocinado

Revistas Digitales

DealerWorld Digital

 



Registro:

Eventos: