Filtros de contenido

Soluciones para coartar contenidos de Internet

El 70% de las visitas a páginas web relacionadas con la pornografía tienen lugar durante la jornada laboral. Más del 60% de las compras a través de Internet o el envío y recepción de ejecutables se realizan desde la oficina (fuente: Websense). Además, los menores tienen libre acceso, en la mayoría de los casos, a páginas de contenido sexual, racista y violento. Para evitar esto, hay muchas compañías que se dedican a desarrollar software de limitación de contenidos para que los padres o empresarios predeterminen los accesos a través de Internet desde sus ordenadores
Internet es una fuente de información y de comunicación casi inagotable. La Red se ha hecho su sitio tanto en el entorno empresarial como en los hogares. Las empresas la utilizan para mejorar sus comunicaciones y facilitar su trabajo, tanto interno como externo. El público general busca en ella información y oportunidades de ocio. Hemos asistido a la creación de empresas en línea, a la cultura del “chateo” y miles de aplicaciones más. Pero con Internet también nació la polémica, y es que su libertad de movimiento, el acceso libre y anónimo a todos los contenidos también supuso y supone una cuestión pública que sigue siendo fuente de debates en todo los ámbitos. La democratización de la información hace que cualquier persona pueda acceder a contenidos, hasta ahora “censurados”, a partir de un clic de ratón. La polémica surgió con los primeros contenidos pornográficos y violentos y, hoy por hoy, todavía se reconoce que pese a todos los avances de la Red, el control de sus contenidos es todavía una cuestión pendiente y de difícil solución.
A pesar de todo ello, existen varias empresas dedicadas a proponer sistemas de filtrado de contenidos, que hacen posible limitar el acceso a páginas web que se consideran inapropiadas para menores o bien en el entorno empresarial, donde el mal uso de Internet conlleva altos costes a la empresa. Son sistemas que bloquean el acceso a sitios web, clasifican las páginas web basándose en contenidos para adultos pornografía, violencia, racismo, droga, sectas, etc.), establecen tiempos de control para usuarios individuales y graban las actividades de estos internautas que han navegado permitiendo luego el control de dichas visitas.
Desde la introducción de los primeros programas de control en 1995, han ido apareciendo productos relativamente sencillos de utilizar, que permiten controlar y bloquear el acceso a determinados contenidos o aplicaciones. Los precios de los productos van desde 2.500 pesetas a 20.000 dependiendo de las funciones y configuraciones y todos ellos pueden adquirirse a través de la propia Red.

En la empresa
El acceso de los trabajadores a páginas web que no tiene nada que ver con su actividad laboral supone a la empresa unas pérdidas aproximadas de 400.000 pesetas por empleado al año. Las consultoras han hecho sucesivos estudios mundiales y cifran en un 45% las empresas que utilizan algún tipo de protección para controlar el uso que hacen sus empleados de Internet o del comercio electrónico en Europa. El 30% del tiempo de navegación de cada trabajador es empleado en cuestiones no relacionadas con el trabajo y el 70% del tráfico pornográfico en Internet se lleva a cabo durante la jornada laboral (fuente: Websense).
Las consecuencias del mal uso de la Red son drásticas. Durante este año el New York Times despidió a más de 20 trabajadores por un uso inadecuado de su correo electrónico. Xerox también se ha visto obligada a despedir a varios trabajadores por pasar gran parte de su jornada laboral en sitios web relacionados con sexo. Lo mismo ocurrió en Iberdrola, Pacific Bell o AT&T. El control del uso de la Red se está realizando especialmente en EE.UU donde ya se habla del 84% de las empresas. En Europa, las primeras propuestas tecnológicas de filtrado están empezando a hacen furor.
La mayoría de las empresas ofrecen a sus empleados acceso a Internet y correo electrónico a partir de su red corporativa, por ello defienden su derecho a controlar las visitas que los empleados hagan a diferentes sitios web e incluso el uso del correo electrónico ya que finalmente el usuario está utilizando un bien de la empresa cuyo fin es incrementar su productividad. Para controlar el uso que se hace de estas tecnologías en horario laboral, múltiples empresas han desarrollado diferentes soluciones que utilizan todo tipo de filtrados para delimitar el acceso de los empleados a diferentes contenidos.
De todas las compañías que proponen este tipo de servicios, Edunet es la única española. Según la propia empresa el uso de estos sistemas representa un ahorro de 450.000 pesetas por empleado al año. Su programa, e-optionet, puede instalarse en el servidor de la empresa, lo que permite que todos los ordenadores que estén conectados a él dispongan de sistema de elección de contenidos. Este software analiza los contenidos y los elige a partir de una lista de protección predefinida, con más de 120.000 direcciones que se actualizan a diario. La efectividad de este analizador está en torno al 90% y se encuentra disponible en seis idiomas: español, inglés, francés, portugués, alemán e italiano, lo que facilita la detección de estos contenidos. Edunet ya cuenta con clientes como Arrakis, Telefónica Data, los cibercafés Conect@te, el Vaticano y numerosas pymes. El coste de la versión para un PC es de 5.000 pesetas al año. El precio para las empresas varía en función la configuración, pero apro

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