Los diarios digitales: los medios se mueven

Uno de los pocos sectores de la Red que ha experimentado cambios de forma muy significativa a lo largo del último año es el de los diarios online, entendiendo éstos como las ediciones digitales de los diarios de papel. Diarios como Elpais.es, Lavanguardia.es, Elmundo.es y Abc.es, por citar a los más representativos, se han visto abocados a realizar cambios en sus modelos de negocio para tratar de encontrar la viabilidad económica, por culpa de la larga crisis de la publicidad online. La evolución de los diarios online ha sido mundial, pero en España se ha vivido con especial intensidad. En los diarios españoles se pueden encontrar representados todos los modelos de negocio posibles y eso hace que su análisis resulte muy atractivo, especialmente ahora que ya han pasado unos meses y están disponibles los primeros resultados de suscripciones y de audiencias de unos y otros para su análisis. Para realizar este artículo se han escogido los cuatro grandes diarios nacionales, debido a su difusión e influencia y a su representatividad, ya que cada uno de ellos ha optado por un camino distinto para tratar de alcanzar un mismo objetivo: la rentabilidad. Toca pagar: las razones del cambio El principal cambio al que se han tenido que enfrentar ha sido el paso del tradicional “todo gratis” de la Red al “todo de pago” representado por el Elpais.es, pasando por la suscripción obligatoria gratuita de Lavanguardia.es y por diversos estadios intermedios de gratuidad-pago como los de Elmundo.es y Abc.es. Pero, ¿cuál ha sido el principal motor de cambio? ¿Qué les ha llevado a correr el riesgo de perder su audiencia online y quizás su influencia? Oficialmente, la grave crisis de la publicidad online, y la aparente imposibilidad de hacer rentables las ediciones digitales de los periódicos les ha llevado a replantearse el modelo gratuito para tratar de alcanzar la rentabilidad, pero no es la única razón. Detrás de los cambios se esconden otras dos razones semiocultas. La primera es la constatación de que los grandes portales y medios puramente digitales no han sabido convertirse en una competencia seria en el terreno informativo y, ante su repliegue y la evidente pérdida de calidad en sus contenidos, era un buen momento para arriesgar y terminar de hacerse con el mercado de la información en la Red, ofreciendo mejoras en las ediciones digitales. Para Mario Tascón, Director de Prisacom, la pérdida de calidad de los portales “es muy, muy notable. Aparte de los cierres de muchas empresas y sitios web, han desaparecido también secciones, áreas enteras, zonas concretas… A veces estos cambios son también intangibles: quito el chiste de Forges y pongo otro, y entonces hay chistes, pero no es lo mismo”. La segunda razón es que los editores de medios impresos le siguen teniendo miedo a la Red. Temen una posible pérdida de difusión en sus prioritarios y rentables productos de papel por culpa de los diarios online y su difusión gratuita. Es decir, en estos cambios se adivina una actitud puramente proteccionista hacia el medio impreso, aunque pocos lo reconocen. Gumersindo Lafuente, Director de Elmundo.es, sí reconoce abiertamente que “sin duda los movimientos (de los diarios online) son defensivos y lógicos. No tiene mucho sentido cobrar en el quiosco y regalar lo mismo en la Red. Antes de la llegada de Internet los periódicos tradicionales ya empezaban a estar acosados por la pujanza de otros medios, ahora la situación es aún más difícil”. Resistencias y problemas El cambio del modelo gratuito al de pago no ha sido hasta ahora un camino de rosas. El primer diario de información general español en intentarlo fue Diario de Navarra en abril de 2002, pero lo hizo sin ofrecer nada nuevo a cambio y no obtuvo buenos resultados. Diarios especializados como Expansión o La Gaceta de los Negocios lo intentaron con similar fortuna. Tras estos intentos mal enfocados, Prisa dio la sorpresa en junio de 2002 al anunciar que Elpaís.es iba a pasar a ser completamente de pago. El líder del periodismo de información general en España trataba de abrir camino con una estrategia muy arriesgada, sin medias tintas. El cambio podía significar la consolidación de un nuevo modelo económico basado en el pago que garantizara su viabilidad económica o, por el contrario, un error estratégico colosal. Tras el anuncio de Elpais.es surgieron muchas dudas en el sector y se produjo el inevitable debate sobre la viabilidad de los sitios web de pago. Algunos expertos consideran que sólo con la publicidad los medios digitales no pueden sobrevivir y, por tanto, es necesario cobrarle al lector. En contra del modelo están los propios lectores, que tienen que pagar por lo que antes era gratis, y junto a ellos, gran cantidad de expertos que creen que cobrar puede ser contraproducente para los diarios. Las críticas al modelo de pago son variadas pero se pueden resumir en los siguientes riesgos para los diarios que tomen ese camino: paulatina pérdida de influencia y presencia online como medio al no contar con enlaces a sus contenidos desde páginas personales, weblogs y otros medios; masiva pérdida de audiencia al no poder ser indexados por los motores de búsqueda como Google, lo que equivaldría a la invisibilidad en la Red; alta probabilidad de que los internautas no paguen por algo que pueden tener gratis; por último, existiría el riesgo de ir contra corriente ya que la tendencia en los diarios impresos es precisamente la gratuidad, como han demostrado diarios como 20 Minutos o Metro. En cambio, los expertos a favor del modelo aseguran que Internet es como el mundo real: igual que hay lectores de ciertos diarios que pagan por leer sus contenidos exclusivos, en vez de leer uno gratuito, habrá internautas que querrán pagar por unos contenidos exclusivos y un servicio mejor. Aducen, además, que una audiencia mayor no significa un mayor prestigio ni más influencia en la sociedad. Así pues, las espadas de los detractores y los defensores del modelo de pago es

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