Pentium III acusado de atentar contra el derecho a la intimidad

La polémica está servida, los nuevos procesadores Pentium III, cuyo nombrey lanzamiento para el final del primer trimestre del año ha anunciado Intel no han nacido con suerte . Tan sólo en unas semanas se le reprocha la inclusión de un número de identificación que atenta contra el derecho fundamental a la intimidad de las personas, en este caso, contra los usuarios de Internet .

Varias organizaciones estadounidenses: Privacy In- formation Center ( EPIC ) , Junkbusters y la American Civil Liberties Union ( ACLU ) , junto a la internacional Privacy International han levantado sus protestas contra la decisión to-mada por la compañía de incorporar un identificador en cada modelo de Pentium III . Mientras el objetivo de Intel era el de aumentar la seguridad en las transacciones electrónicas a través de Internet, de modo que fuese posible conocer la identidad de la persona que realiza una compra, el punto de vista de las asociaciones defensoras de la intimidad es bien distinto, al considerar que el identificador atenta contra este derecho . Ante esta postura, las asociaciones llevaron sus protestas a los usuarios enviando faxes, mensajes de correo y realizando llamadas telefónicas para que se iniciase un boicot contra la empresa desarrolladora .

Ante la oleada de protestas Intel proporcionó como solución, la adopción de un programa que ofreciese la posibilidad de desactivar el número de identificación de cada procesador . Sin embargo, los usuarios consideraron esta medida insuficiente porque la identificación aún quedaba grabada en el chip con la posibilidad de volver a ser activada . Ante el nuevo descontento, Intel, definitivamente, decidió vender los procesadores con el identificador inactivo, de modo que el propio usuario tuviese la posibilidad de decidir si activarlo o no y con qué función: sólo como clave en caso de robo, o para realizar transacciones de comercio electrónico .

Las soluciones parecían estar sobre la mesa, pero el tema no estaba cerrado, por lo que tuvo lugar el día 28 de enero una reunión entre las asociaciones demandantes y la compañía que preveía llegar a un acuerdo .

Más problemas

El deseado acuerdo no fue posible . La solución adoptada por Intel no fue satisfactoria para estas organizaciones .

Tres son las objeciones que las organizaciones han presentado y por las que rechazan la última propuesta de Intel . En primer lugar, advierten de la posibilidad de que los fabricantes de ordenadores vendan los procesadores con el identificador activado, lo que les proporcionaría todo tipo de información sobre los usuarios . Ante este problema desde Intel se consideran exentos de responsabilidad, y afirman que son los fabricantes los que deben responder ante los consumidores .

En segundo lugar, las or-ganizaciones afirman que el software necesario para que los usuarios tengan la posibilidad de activar o desactivar el identificador es vulnerable de ser pirateado . De este modo, un hacker podría obtener el identificador, y si la aplicación de Internet lo permite, éste podría ser utilizado sin el conocimiento del usuario . A esto se le sumaría otro peligro, según el presidente de la firma de seguridad Counterpane Systems, quien afirma que los hackers podrían escribir programas que transmitieran un número falso o que ocultasen la funcionalidad del software que avisa al usuario cuando su identificador está activado . Frente a este problema, la compañía desarrolladora aconseja a los usuarios que solamente visiten páginas web conocidas y que reinicien sus ordenadores antes de que el identificador pueda ser cambiado, mientras a los administradores les solicita advertir a los internautas cuando entren en un área en el que el número de serie del procesador pueda ser identificado .

La tercera y última objeción impuesta por las organizaciones hace referencia a la posibilidad de que algunos web obliguen a activar el identificador para utilizar sus servicios .

En este estado de cosas y debido a la respuesta de Intel, las organizaciones están planteándose la posibilidad de presentar una carta de protesta a la Comisión Federal de Comercio de Estados Unidos, por lo que, por el momento, la cuestión ha quedado abierta, aunque no por mucho tiempo debido al lanzamiento de de la tercera generación de estos procesadores .

www . intel . com/es



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