Bruselas abre una investigación “exhaustiva” sobre la fusión entre Orange y MásMóvil

La Comisión Europea ha avanzado que abrirá una investigación “exhaustiva” en torno a la fusión entre Orange y Más Móvil en territorio español. Y es que, según han reconocido fuentes institucionales, a Bruselas le preocupa que la operación "pueda reducir la competencia en la prestación minorista de servicios de banda ancha móvil y fija y en la oferta de paquetes de servicios múltiples en España". Por ello, la Comisión evaluará, con arreglo al Reglamento de concentraciones de la UE, la propuesta de creación de una empresa participada por ambas operadoras.

La fusión entre Orange y MásMóvil alumbrará la mayor compañía de telecomunicaciones en España por número de clientes. Así, aunque Telefónica seguirá siendo el primero en facturación, Vodafone quedará relegada al tercer lugar tanto en facturación como en volumen de usuarios. En España, asegura Margrethe Vestager, responsable europea de Competencia, “los consumidores pueden elegir entre varios servicios competitivos de telecomunicaciones fijas y móviles, a menudo vendidos como un paquete. MásMóvil ha sido un competidor exitoso de Orange y otros operadores en los últimos años. Esta es la razón por la que abrimos una investigación exhaustiva sobre la concentración entre MásMóvil y Orange. Deseamos garantizar que los consumidores españoles sigan beneficiándose de servicios de telecomunicaciones asequibles y de alta calidad, incluidos los prestados por operadores virtuales”.

Reservas preliminares

 Las reservas de la Comisión ante la operación se deben a que disminuiría el número de operadores de red en España, eliminando así un competidor innovador y significativo. Esto podría dar lugar a precios más elevados y a una menor calidad de los servicios de telecomunicaciones para los clientes. Por otro lado, como resultado de la fusión, Orange y MásMóvil tendrían la capacidad y el incentivo para restringir el acceso de los operadores virtuales a la red móvil al por mayor y a los servicios mayoristas de acceso a la red fija. Esto podría reducir la capacidad de estos operadores para competir. En este sentido, Bruselas dispone actualmente de 90 días hábiles, hasta el 21 de agosto de 2023, para tomar una decisión.