"El SNS tiene madurez clínica y tecnológica pero mucha inmadurez organizativa"

El currículum de Rafael Bengoa es, cuanto menos, impresionante. Doctor en Medicina y Cirugía, ha trabajado estrechamente con autoridades autonómicas y nacionales en el asesoramiento sobre la gestión del sistema de salud. Fue responsable del diseño del sector sanitario aprobada por el Gobierno Vasco en el 95, punto de partida de la estrategia digital del sector en la comunidad autónoma en la que también fue consejero de Sanidad y Consumo de 2009 a 2012. A nivel internacional ha ostentado la dirección de Sistemas de Salud en la OMS durante 14 años hasta 2006. Asesoró en 2013 a la Secretaría de Estado de EE.UU. en la reforma sanitaria bajo el mandato de Barack Obama.

El experto ha pronunciado una charla en una comida con expertos del sector que ha tenido lugar en el marco de Inforsalud 2022, encuentro que ha tenido lugar esta semana en Madrid, y que ha organizado la compañía de software para la salud, Dedalus.

La situación es compleja en España, ha admitido, después del parón de proyectos que el sector tenía previstos que ha supuesto la pandemia. Estamos aún en la fase de recuperación, que durará dos años, ha vaticinado. "En los próximos dos años estaremos aún en clave de recuperación y no tanto de transformación", ha dicho.

En la fase de transformación, la tecnología tiene mucho que aportar. Así lo ha evidenciado la pandemia, que si bien ha impulsado el uso de las TIC en sanidad, también ha demostrado "que estamos muy atrasados". Y hay que prepararse ya, ha advertido, porque habrá más pandemias. "Ha habido 335 saltos de animal a humano en los últimos 45 años y cinco de ellos han sido pandemia", ha argumentado Bengoa.

En España, el Sistema Nacional de Salud (SNS) cuenta con madurez clínica y tecnológica, pero hay mucha inmadurez organizativa, que es el punto de partida desde el que emerge todo proyecto transformador.

Esta problemática no se arregla sólo con tecnología. Es necesario un consenso para decidir un modelo organizativo en los próximos cinco años.

A diferencia de otros sectores, el de la sanidad, ha dicho el experto, "es un sector que no sabe dónde va" porque "no hay un plan sobre la mesa" que ayude a los profesionales a situarse en la hoja de ruta. Una visión a medio plazo, como ocurre en UK o Francia, ha dicho, es fundamental para arrancar proyectos que tengan un verdadero impacto.

¿Cómo se desbloquea esta situación? Bengoa recomienda destinar muchos recursos a la planificación y puesta en común de ideas y experiencias y prever el impacto económico y organizativo de un proyecto antes de ponerlo en marcha. "Es preciso hacer una foto de las iniciativas que se están llevando a cabo y aprender de la suma de todo. Una vez hecha la foto hay que ver cómo lanzar proyectos grandes, evaluarlos y calcular sus costes de escalado", ha recomendado.

Un modelo proactivo basado en la prevención 

Claro que cuando se habla del caso del sector salud en España hay que hablar de una realidad muy dispar y de una aproximación a la digitalización de los sistemas de salud autonómicos a muchas velocidades.

Bengoa ha urgido a autoridades y profesionales a adoptar un modelo proactivo, que ponga el foco en la prevención, que avance de forma organizada hacia la descongestión, por ejemplo, de las urgencias. "Los pacientes no están recibiendo lo que merecen en los niveles de prevención" porque el foco político está puesto en la cura y en la medicina personalizada. "Un total de 13 de los cánceres más habituales se deben a la obesidad", ha ejemplificado, algo que podría evitarse en gran medida con políticas de prevención y educación. 

Si bien lo profesionales del sector consultados por este medio coinciden en la necesidad de apostar por la medicina preventiva, discrepan en la falta de organización y de visión a medio plazo. Muchas veces, argumentan, son los cambios de planes y priorización de otros que exigen las autoridades los que obligan a parar los proyectos. La pandemia, además, ha supuesto un gran parón en ambiciosas iniciativas de digitalizacion y mejora de los sistemas sanitarios autonómicos y si bien los fondos europeos ayudarán a reactivar algunos, el sector mira con cautela esta inyección de capital ante el posible desplazamiento de las prioridades inversores de Bruselas.