Ericsson cumple 100 años en España
Un centenar de años después acumula 2.200 empleados y delegaciones repartidos por todo el territorio español y tres centros de I+D, ubicados en Madrid, Málaga y Barcelona.
La compañía aterrizó en España en 1922 como una compañía, según la escritura fundacional, de “fabricación y venta de objetivos, materiales e instalaciones de óptica física, química, historia natural, electricidad, telefonía y telegrafía, así como cuantas operaciones comerciales, industriales o financieras guarden relación con dicho objeto”. Poco después se constituyó como la Compañía Española de Teléfonos Ericsson S.A.
Un centenar de años después acumula 2.200 empleados y delegaciones repartidos por todo el territorio español y tres centros de I+D, ubicados en Madrid, Málaga y Barcelona. La firma, que llegó desplegando red de telecomunicaciones, mira ahora hacia tendencias innovadoras como el internet de los sentidos, mientras abraza proyectos de despliegue de 5G, realidad virtual, industria 4.0 o la robótica móvil.
Una de las claves de la supervivencia de Ericsson en primera línea es “la evolución” y la capacidad de adaptación “a los rápidos cambios tecnológicos y exigencias de mercado”, comenta Iván Rejón, Director de Estrategia, Marketing y Comunicación de Ericsson Iberia, a ComputerWorld. Esto no hubiera sido posible, sigue, sin una apuesta por la innovación.
Su músculo de I+D mira ya a 2030
La celebración del centenario comenzó en el marco del MWC, celebrado el pasado mes de febrero en Barcelona, donde la firma aprovecho para “mostrar todo lo que está por llegar y posicionar aún más a España como país puntero en el ámbito tecnológico”. El gigante prevé llevar a cabo “diferentes acciones” con quienes le han acompañado en este viaje. Así, Rejón adelanta que pondrán en marcha “iniciativas que permitan recorrer la historia de innovación y colaboración en España”, al tiempo que conectarán “con el papel que queremos jugar en la próxima década”.
Y es que Ericsson ha marcado 2030 como un año en el que materializar el “internet de los sentidos”. Se trata de una hoja de ruta ambiciosa y con tintes que resultan, a priori, futuristas y que lidera el brazo de investigación e innovación de la firma, Ericsson Research. “Nuestra visión es que la tecnología avanzada permitirá un internet de los sentidos completo para 2025 e incluirá capacidad de comunicar digitalmente los pensamientos para 2030”, anuncia en un informe. Entre las tendencias destacadas, íntimamente ligadas con los cinco sentidos, destacan conceptos como la difuminación de las líneas entre pensar y hacer, transformando al cerebro como interfaz de usuario; una nueva forma de escuchar con la creación de burbujas de sonido digitales que generen nuevas experiencias; la digitalización de las papilas gustativas, la posibilidad de transmitir aromas de manera digital o desarrollar lo que llaman el tacto digital.
