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Telefónica insta a Bruselas a revisar su política de competencia

El gigante de las telecomunicaciones considera que la fragmentación del mercado europeo se debe a las “barreras” de la UE ante las fusiones, lo que podría desencadenar en “graves consecuencias”.

José María Álvarez-Pallete, consejero delegado de Telefónica

Telefónica insiste a la Unión Europea (UE) sobre la necesidad de actualización de su política de competencia. El gigante telco ha advertido que la fragmentación actual que se vive en el mercado europeo de las telecomunicaciones a causa de las “barreras” de la UE ante las fusiones, "podría tener graves consecuencias no sólo para el sector, sino también para la competitividad de la economía” en el Viejo Contiente. Por ello emplaza a la administración a reformular su “política de competencia”. Así lo afirman en un artículo publicado en el blog de la compañía bajo el título Estructuras de mercado eficiente en el sector de telecomunicaciones Nuria Talayero y Dácil Jiménez, gerentes de Políticas Públicas de Telefónica.

Partiendo de esta reivindicación las directivas aseguran que la industria de las telecomunicaciones es uno de los sectores estratégicos de Europa y el principal negocio tecnológico del continente, con un valor añadido de 141.500 millones de euros al año. Sin embargo, a su parecer, este sector cuenta con “un problema de estructura de mercado que está debilitando su capacidad de inversión y poniendo en peligro el cumplimiento de los objetivos digitales y verdes de la UE". "El sector de las telecomunicaciones está muy fragmentado en Europa a nivel nacional. El enfoque actual de la regulación y la política de competencia europea sigue fomentando la competencia artificial mediante un aumento del número de operadores y un tratamiento asimétrico preferente hacia nuevos entrantes", prosiguen.

 

Un problema “endémico”

Así, inciden, la fragmentación del mercado se ha convertido en un problema “endémico” a causa del “rechazo europeo a la consolidación 'in-market' o la aplicación de remedios estrictos como condición para las fusiones, para preservar precios a corto plazo o el número de operadores de red". De esta forma la compañía protesta de que el enfoque adoptado para introducir la competencia durante el proceso de liberalización del sector en los años 90 apenas ha cambiado. Un punto de vista, a su juicio, “obsoleto”. Tras 25 años de liberalización de los mercados, continúan Talayero y Jiménez, “está dando lugar a estructuras de mercado insostenibles en el sector de las telecomunicaciones".

 

“Consecuencias graves”

Para las directivas de Telefónica, las consecuencias del contexto descrito implican la reducción progresiva del valor del sector europeo de las telecomunicaciones debido a la caída de ingresos y del retorno de inversiones. Así se ha mermado su capacidad competitiva y se ha puesto en peligro la sostenibilidad de las inversiones futuras  en contraste con otras regiones como Estados Unidos. Esto supone “un motivo de preocupación” ya que esta situación se traduce en “una disminución de la capacidad competitiva y de inversión de un socio estratégico para Europa, como es el sector de las telecomunicaciones”.

Talayero y Jiménez coinciden en que “los inversores llevan mucho tiempo achacando las perspectivas deflacionistas de los ingresos del sector europeo y sus bajos rendimientos a un panorama artificialmente competitivo y fragmentado" que carece de escala en el mercado en comparación con sus homólogos estadounidenses. "Esto podría tener graves consecuencias no sólo para el sector, sino también para la competitividad de la economía europea. Las inversiones podrían reorientarse, y ya lo están haciendo, hacia otros sectores o hacia geografías con un sector de telecomunicaciones más rentable. Los operadores europeos infravalorados también podrían aumentar su vulnerabilidad a las adquisiciones por parte de agentes de terceros países". Algo que ya ocurrió en el caso de Deutsche Telekom que desinvirtió en su filial holandesa a finales del año pasado a favor de su filial estadounidense T-Mobile, reforzando el enfoque transatlántico del grupo alemán.

 

Solución adaptada

Consideran así que Europa debería rencauzar su estrategia “hacia una nueva senda de crecimiento y progreso sostenible y tomar medidas políticas que mejoren el clima de inversión en el sector de las telecomunicaciones". Es decir, mercados TIC “más concentrados en los Estados miembros que sirvan mejor al consumidor fomentando una competencia sostenible y una inversión eficiente en infraestructuras de mayor calidad, facilitando un rendimiento adecuado de las inversiones".

"La política de competencia debe actualizarse y enfocarse en reducir las barreras a la consolidación en los Estados miembros, como están haciendo otras regiones; dejar de promover la competencia artificial, además de centrarse en la sostenibilidad de la inversión a largo plazo y en factores no cuantitativos en lugar de en precios en el corto plazo y cuotas de mercado".



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