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Elon Musk

Tesla apuesta por los robots para dotar de mano de obra al mundo

El proyecto estrella de Elon Musk para este año 2022 es el Optimus Human Robot, un prototipo de robot humanoide con el que pretende paliar la falta de mano de obra en EE.UU., y quizá en el resto del mundo desarrollado. En la misma línea, continuará apostando por los coches autónomos.

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Elon Musk, fundador de Paypal y consejero delegado del fabricante de vehículos Tesla Motors y la compañía aeroespacial SpaceX.

El pasado año el visionario dueño de Tesla asombró al mundo con la presentación de un prototipo de robot humanoide, el Optimus Human Robot, que demostró su “humanidad” bailando sobre el escenario. La pasada semana Musk aseguró que durante este año 2022 y el próximo, este será el gran proyecto de Tesla, junto al desarrollo del software que conduce de forma autónoma los automóviles.

La razón de estas apuestas para el excéntrico empresario es clara y urgente. Optimus eventualmente podría abordar la escasez mundial de mano de obra y, en el corto plazo, podría transportar artículos alrededor de una fábrica. Los robots pueden ser más importantes que los automóviles, dijo Musk. "Creo que esto tiene el potencial de ser más importante que el negocio de los vehículos con el tiempo".

El mundillo de la tecnología, en general, comparte la visión de Musk, pero hay voces que se atreven a plantear los posibles problemas. Por ejemplo, según publica la agencia Reuters, Raj Rajkumar, profesor de ingeniería eléctrica e informática en la Universidad Carnegie Mellon ha aseverado que "para realizar tareas peligrosas y repetitivas, usar un robot humanoide es exactamente el enfoque equivocado”.

 

Que conduzcan las máquinas

El multimillonario dueño de Tesla insiste en su promesa de poner en marcha los coches que se conducen solos, a lo que se enfrenta a grandes desafíos, desde tecnológicos hasta relacionados con la regulación y el Derecho. Hasta el momento tanto Tesla como otras compañías que desarrollan tecnología automotriz ha fallado a la hora de implementar la conducción autónoma de los vehículos.

Es Tesla precisamente quien más está apostando por mermar o evitar la necesidad de taxistas y otros profesionales humanos en las carreteras. La compañía de los coches eléctricos por excelencia tiene a 60.000 conductores probando el último software de conducción autónoma y muchos incluso invierten en esta tecnología, con paquetes de 12.000 dólares, porque sienten que pronto estará en marcha.

Musk ha predicho que la conducción autónoma va a ser “la fuente de rentabilidad más importante de Tesla” y que espera conseguir que esté operativa y sea más segura de la conducción humana este mismo año. También prevé que los taxis robotizados aumenten cinco veces la utilidad del vehículo, al que sus dueños mandarán ir a trabajar solitos.

Para él, tanto los automóviles autónomos como los robots similares a los humanos, son más importantes que su nuevo modelos de coche Cybertruck o los autos eléctricos de 25.000 dólares de precio, aunque el retraso del lanzamiento del nuevo coche tiene mucho que ver con la caída de las acciones de Tesla (un 10% en los últimos tres meses).

Según el analista de IDG, Fernando Maldonado, “Elon Musk tiene la capacidad, no solo de captar fondos para sus proyectos, sino que crea narrativas que revolucionan sectores enteros. En este caso las acciones de Tesla no se han inmutado, de hecho han caído ligeramente. Esto significa que o bien los inversores ya lo descontaban (lleva meses con prototipos) o empiezan a dejar de creer ciegamente en sus planes (por ejemplo, el proyecto de Autonómous Truck se sigue demorando)” .

En os coches autónomos Tesla utiliza cámaras e inteligencia artificial y evita otras tecnologías como los sensores de radar y lidar que, según sus rivales, son clave para lograr una autonomía total. Ese enfoque ha provocado críticas. Así lo cree Philip Koopman, profesor de la Universidad Carnegie Mellon que trabaja en la seguridad de los vehículos autónomos, para quien un gran problema es que, a escala, pueden surgir constantemente casos inusuales. "Sin un conductor humano que se encargue de la seguridad en situaciones novedosas, que la máquina no haya aprendido todavía, es muy difícil garantizar la seguridad en un vehículo completamente automatizado".

Además, está el problema de la regulación de la seguridad automotriz, cuyos responsables norteamericanos han emitido pautas para los estados, pero no estándares integrales que rigen los autos sin conductor. Ya en su momento abrieron una investigación de seguridad en el sistema avanzado de asistencia al conductor de Tesla, después de que se produjeran choques que involucraron a los automóviles autónomos y otros vehículos de emergencia estacionados.

Conducción autónoma y trabajo robotizado. Estas son las soluciones en las que Elon Musk ya pensaba cuando adelantaba su visión sobre el problema de la falta de mano de obra cuando dijo, en una entrevista al The Wall Street Journal el pasado 6 de diciembre de 2021, que “La base de la economía es el trabajo” y explicó las razones por las que Tesla Inc. trabajaba a fondo en el desarrollo de robots; “No hay suficiente gente. No puedo enfatizar esto tanto como debería”.

 

 

 

 

¿Faltan trabajadores en el mundo?

Es que los gigantescos cambios que ha vivido la sociedad con la pandemia, también han generado otras transformaciones; al haber más puestos de trabajo tradicionalmente peor pagados, los trabajadores pretenden conseguir mejores salarios y condiciones de trabajo, muchos prefieren vivir de lo que cobran por el desempleo mientras cuidan de sus hijos pequeños, y tles afecta la merma de servicios educativos por la pandemia, el miedo al contagio y el deseo de mayor flexibilidad laboral, con preferencias por el teletrabajo o el sistema de trabajo híbrido, tras descubrir que no solo es posible, si no también deseable.

Según ha publicado recientemente Bloomberg, una agencia de empleo estadounidense recibió una extraña e inaudita petición el pasado año 2021. Necesitaban encontrar 200 trabaadores migrantes listos para ir hasta Detroit, donde les alojarían en hoteles, mientras trabajarían en una fábrica que construye puertas de automóviles para tres grandes fábricas.

Según la Oficina de Estadísticas Laborales estadounidenses, se prevé que la fuerza laboral del país crecerá solo en 6.5 millones de personas hasta 2030. La combinación de las causas pandémicas, la gran cantidad de jubilaciones de trabajadores, el crecimiento demográfico más lento y el freno continuo a la entrada de migrantes que llegan del exterior, pueden ser los culpables. Falta mano de obra de bajo costo y de poca cualificación.

El problema empieza a vislumbrarse en todas las economías desarrolladas. Además de las razones derivadas de la pandemia, el 19,2% de los europeos son ya mayores de 65 años y la previsión es que alcance el 30% a lo largo de la próxima década. Pero surge una cuestión: ¿Por qué robots y coches autónomos en vez de personas de los países menos desarrollados, que se juegan la vida en mares y fronteras para conseguir trabajo en los países que necesitan mano de obra?

Todavía no hay respuestas claras a esta disyuntiva humana.

 

 



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