"Trabajamos con Broadcom para disipar dudas y que comprenda la amplitud de nuestro porfolio"

Raghu Raghuram, CEO de VMware, se ha referido a la compra de su compañía por parte de Broadcom, el pasado mes de mayo, por valor de 61.000 millones de dólares durante el evento VMware Explore –antes VMworld–. Lo ha hecho con cautela y teniendo en cuenta que la operación continúa abierta. “Vamos por el buen camino, pasando las aprobaciones regulatorias y trabajando con el equipo de Broadcom para que comprendan la profundidad y amplitud de nuestra cartera de productos y negocios”, ha dicho. De hecho, ha señalado, que hasta que no se culmine –se espera el cierre de la compra para el año fiscal 2023– seguirán operando como una organización independiente con estrategia y ejecución propias.

Asimismo, ha admitido que al inicio hubo cierto clima de preocupación y nerviosismo por parte clientes y empleado que ya ha desaparecido. “Es de esperar que cualquier transacción genere grandes dudas. Pero tanto nuestros trabajadores como usuarios ya saben cuál es nuestra hoja de ruta. Son muy maduros y han vivido anteriormente movimientos entre grandes corporaciones. Además, son conscientes de nuestra actividad diaria”.

Ordenar la nube

Por otra parte, la conversación de la sesión ha girado en torno a la nube. “Comenzamos como una comunidad para profesionales de centros de datos”, ha señalado el directivo. “Con los años la hemos ampliado para desarrolladores de aplicaciones, equipos de ingeniería de plataformas, de operaciones en la nube y de seguridad. Definitivamente, somos una comunidad multinube”. De hecho, el abanico de soluciones de la firma abarca todo el horizonte TI y se encuadran en lo que Raghuram ha denominado como “enfoque más inteligente, coherente y menos caótico en cloud”.

La transformación digital, ha afirmado, depende de la continua expansión a la nube, “rediseñando todo en la empresa”. A este respecto, ha indicado que los tres principales obstáculos para la velocidad y la migración son la falta de habilidades, el peso de las aplicaciones corporativas que deben modernizarse y los modelos fragmentados de desarrollo, operaciones y seguridad.

“Los obstáculos tienden a ser muy comunes, independientemente de la industria”. Por ello, ha aseverado que todos sus equipos están creando aplicaciones siguiendo diferentes modelos. “No hay una experiencia de desarrollador consistente, eso los ralentiza”. De hecho, apuesta por su solución holística vSphere 8, que se ha tardado dos años en construir, como la base de la computación moderna para la próxima década y que permite implementar y administrar cargas de trabajo y ejecutarlas de manera “efectiva y segura”. “Esto permitirá ejecutar no solo las aplicaciones actuales, sino también la próxima generación basada en inteligencia artificial (IA) y aprendizaje automático, así como aplicaciones de datos, en tiempo real o de telecomunicaciones”.