"España ha roto la barrera de entrada de la adopción de nuevas tecnologías"

Víctor Calvo-Sotelo, director general de DigitalES, una de las principales patronales del sector tecnológico en España, analiza, en esta entrevista, la oportunidad "histórica" de digitalización de España y Europa tras los cambios marcados por la crisis de la COVID-19.

Calvo-Sotelo, DigitalES

La carrera de Víctor Calvo-Sotelo ha estado marcada por el liderazgo de distintos organismos públicos; desde la Subsecretaría del Ministerio de Fomento hasta la Secretaría de Estado de Telecomunicaciones pasando por la presidencia de Correos. Desde diciembre de 2020 es el director general de DigitalES, una de las principales patronales del sector tecnológico en España -nacida en 2017- que cuenta con más de 60 empresas asociadas en la actualidad, algunas del tamaño de Telefónica, Vodafone o IBM, entre otras. Con una marcada visión de ayuda al impulso a la transformación digital del país en todas sus capas -empresas, administraciones públicas y ciudadanía-, el directivo suscribe, en conversación con ComputerWorld, la voluntad de la entidad por aconsejar, participar y apoyar a todos los proyectos procedentes de los fondos europeos Next Generation en un momento “histórico” en el que “Europa tiene un potencial económico de inversión en transformación digital nunca antes visto”.

 

¿Cómo ha cambiado el paradigma digital en España en 2021? ¿Qué nuevas oportunidades se han abierto? ¿Han ganado madurez las compañías?

El año pasado supuso una prueba de fuego para empresas, administraciones públicas y ciudadanos. Y el balance es que el sector tecnológico ha respondido muy bien, mejor que en otros países. Fundamentalmente por la robustez de nuestras redes, que han permitido incrementos brutales de tráfico sin cortes. Y, a su vez, la crisis de la COVID-19 ha supuesto el adelanto de la adopción de muchas tecnologías por grandes empresas, pymes y sociedad. Eso es algo que tenemos que aprovechar. España tiene una buena posición en muchos índices digitales, pero no en el de la adopción, por lo que 2021 ha sido el año de la irrupción masiva de nuevas herramientas en el país. Hay que aprovechar que se ha roto esa barrera de entrada para digitalizar el país de una manera mucho más transversal.

 

¿Cuál va a ser el papel de DigitalES dentro de este nuevo escenario digital?

Dentro del gran reto que tenemos como país, que es dar un impulso definitivo a la digitalización, desde DigitalES vamos a aconsejar, participar y apoyar a todos los proyectos de los fondos europeos. Se junta este momento especial con otro hito histórico en el que Europa, por primera vez, tiene un proyecto con un nivel de inversión que nunca antes habíamos visto. Esto es muy importante porque habla de una Unión Europea (UE) más cohesionada y con más capacidad de actuación. Este va a ser el año clave para ver cómo se desarrolla todo este proceso. 

 

De esos presupuestos, llamados Next Generation y enmarcados dentro del Plan de Recuperación y Resiliencia, España va a destinar 23.760 millones de euros a la transformación digital, el 33% del total del montante de 72.000 millones de euros. ¿Cómo valora la cifra?

El sector tecnológico está satisfecho con el número. España destinará un mayor porcentaje a transformación digital del que exigía la UE. El país también ha hecho los deberes a la hora de hacer una distribución por categorías de esos fondos y, ahora, nos encontramos en la hora de la verdad, en la ejecución.

 

 

"Europa cuenta, ahora mismo, con un volumen de inversión en transformación digital nunca antes visto"

 

 

¿Cuáles van a ser las claves de esa ejecución? ¿Cómo deben gestionar las administraciones públicas los recursos?

Su papel es fundamental, tienen que canalizar los fondos. Creemos que la colaboración público-privada es esencial para encontrar las mejores estrategias y sinergias. Tenemos que ser capaces, dentro de una ley estatal de inversiones, de encontrar los modos para que los proyectos lleguen al sector privado. Para DigitalES, como asociación, el cometido más importante este año es ayudar en este proceso de transformación de estos fondos, no solo desde el ámbito de la inversión, sino desde las reformas. Los gobiernos asumen las inversiones pero tienen que integrar marcos jurídicos para la nueva economía digital. Estamos en disposición de colaborar en estos dos escenarios para que España tenga un salto cualitativo en los próximos ejercicios. 

 

Destinado a ese salto cualitativo de las pymes, y dentro de dicha estrategia, hace escasas semanas se ha aprobado el llamado Kit Digital, con una dotación de más de 3.000 millones de euros. ¿Qué supone para estas pequeñas y medianas empresas y para un país copado prácticamente por ellas?

Tenemos la suerte de que, habiendo superado la barrera de la adopción de nuevas tecnologías, se ha puesto en marcha un proceso para la digitalización de las pymes. Es uno de los programas más importantes y con más capacidad de transformación del país. Nosotros estamos en contacto con las administraciones, pasando información a las empresas y pidiendo una participación activa. El sector ofrece soluciones en la nube y online para estas organizaciones. Cuando surgió el mundo cloud, una de las primeras cosas que se dijo es que rompía los obstáculos para la digitalización de las pymes. Antes tenían que comprar hardware y software a muy caro precio. Ahora en la nube hay servicios muy asequibles. Creemos que este plan es el que va a tener una mayor capacidad de transformación del país. 

 

 

La pandemia de la COVID-19 ha abierto, también, un nuevo contexto geopolítico en el que los distintos bloques tratan de armarse digitalmente y ganar soberanía, ya sea en capacidades de inteligencia artificial, de datos, de nube o de fabricación de microprocesadores, frente a sus competidores. ¿Puede España tener un papel de liderazgo en la ‘batalla tecnológica’ de Europa contra otras potencias como China o Estados Unidos?

Aparte de la pandemia, existen otros factores geoestratégicos que han elevado el papel de la tecnología en la soberanía de los países. Y Europa tiene una conciencia mayor de lo que significa la soberanía digital, que no hay que confundir con el proteccionismo de mercado. Esa nueva conciencia también se va a ver apoyada por los fondos europeos. Están en marcha grandes proyectos con importantes dotaciones económicas que podrán hacer que el continente recupere terreno frente a estos gigantes. Y España tiene que ser protagonista. Somos uno de los grandes países de la UE tanto en tamaño como en capacidad tecnológica y talento. La idea es que de aquí a pocos años, sectores como la nube, con el proyecto Gaia-X, tengan capacidades de las que hoy carecemos. Para eso, no solo hace falta inversión, también reformas en los marcos legislativos y de competencia, como he dicho antes, que favorezcan el surgimiento de grandes grupos europeos con capacidad de innovación. El cambio tiene que venir liderado por Bruselas, que tiene que adaptarse a un nuevo entorno en el que el tamaño tiene que ser importante para movilizar nuevos recursos. 

 

 

"5G va a suponer una profunda revolución en los entornos corporativos e industriales"

 

 

 

Sin embargo, aparte de haber talento humano, es escaso. Un estudio interno de DigitalES cifra en cerca de 100.000 los puestos a ocupar en materias como la inteligencia artificial o la ciencia de datos en España. ¿Cómo se puede reducir esta brecha?

Dentro de los proyectos europeos hay capítulos importantes para formación. Se ha puesto en marcha una estrategia muy ambiciosa de formación a todos los niveles. Ahora contamos con un sector educativo mucho más preparado que hace una década; ha aprendido mucho durante la pandemia y tiene más capacidad de llegada a toda la población. Efectivamente hay un déficit importante, además, de puestos muy bien remunerados. DigitalES es muy activo en este ámbito. Nuestros asociados son conscientes de que necesitan esos perfiles y tienen capacidad de ayuda para crearlos. 

 

Pasando a tecnologías concretas con capacidad de cambio social, ¿qué va a aportar 5G en el futuro más cercano?

5G es un proceso distinto de 3G y 4G. No solo es más rápido sino que tiene muchas otras características que traerá cambios más evidentes en el mundo corporativo e industrial que en el consumo. Vamos a ver aplicaciones desde la robotización de una instalación industrial, hasta coches conectados o operaciones quirúrgicas avanzadas. Esta revolución es más profunda y cambiará la economía en general. Hemos pasado ya a hablar de casos de uso en lugar de tecnología y despliegue.

 

¿Y la inteligencia artificial y la nube, y su convergencia?

El desarrollo de muchas aplicaciones nuevas de IA va a ser muy notable en este año. Tiene potencial para optimizar muchos procesos que ahora se pueden hacer con un coste mucho menor. Y la convergencia con la nube va a ser fundamental para la evolución. Además, incluiría otras tecnologías, en sus inicios, como la computación cuántica, en la que España tiene un papel muy destacado con el proyecto Mare Nostrum.

 

Por último, ¿en qué estado de convivencia y cooperación se encuentra el asociacionismo digital español en un paradigma tecnológico como el que vivimos?

Ahora mismo, es un buen reflejo del gran momento y protagonismo que está viviendo el sector. Y es que, ya no hay solo un proyecto que no tenga un componente digital. Nosotros tenemos un perfil propio que nos distingue, estamos creciendo en asociados, pero, por supuesto, somos conscientes de que en este año de retos tenemos que colaborar con todas las patronales en la misma dirección. Así lo estamos haciendo, colaboramos con el resto en múltiples foros, cada uno desde su propia personalidad. Nosotros tenemos un acusado carácter europeísta. Esperamos seguir en esta línea. 

 

Una oportunidad sin precedentes

Tras la pandemia de la COVID-19, la UE ha repartido a los distintos países miembro un importante monto económico, enmarcado dentro del Plan de Recuperación y Resiliencia, para evolucionar en materias de igualdad, sostenibilidad y transformación digital. Dentro de estos fondos, denominados Next Generation, el Gobierno español destinará un tercio -23.760 de los 72.000 millones de euros- a la digitalización de la sociedad. Una gran noticia para el sector tecnológico local pero que hay que aterrizar con estrategias de colaboración público-privada y con nuevos marcos jurídicos adaptados a las demandas de la nueva economía digital, según Calvo-Sotelo. En esta tarea, dice, se encierra la posibilidad de hacer que España obtenga un salto cualitativo en los próximos años. “Tenemos la capacidad tecnológica y el talento necesario para ello”, asegura.

 

 

 

 



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