"La ingeniería es la profesión que más satisfacción personal produce"

Por primera vez en España existen datos contrastados de la ingeniería como sector. Gracias al Observatorio de la Ingeniería sabemos que hay 750.000 profesionales, de los cuáles un 20% son mujeres, cómo se distribuyen los porcentajes por especialidad, su retribución en comparación con la media del país o que tienen un peso del 14,7% en el Producto Interior Bruto (PIB). Pero elaborar este estudio inicial, que se presentó en el Congreso de los Diputados el pasado 18 de noviembre, ha supuesto, según palabras de José Oriol, presidente del organismo y de la Caja de Ingenieros, entre otros cargos, a ComputerWorld, un esfuerzo “ímprobo” pero fundamental para generar una base de datos de toma de decisiones y legislación. Para su realización se ha conseguido aglutinar al 70% del sector en un Consejo Rector y otro asesor que ha contado con la colaboración del sector privado y del público, con entidades como el Ministerio de Industria o las cuatro universidades politécnicas que hay en el país.

En lo referente a lo puramente TIC, la ingeniería informática y la de telecomunicaciones ocupan el 21% y el 9%, mientras que el peso mayor se lo lleva la industrial, con un 43%. La agrónoma, de caminos o civil y otras se reparten un 8%, 8% y 11%. No obstante, Oriol cree que el de las nuevas tecnologías está sumando una fuerza muy importante. “La cuarta revolución industrial va a marcar la interconexión de la computación con la inteligencia artificial (IA) y la bioingeniería. Tenemos que ser capaces de dar visibilidad a su evolución”. Sin embargo, añade, el avance digital va más rápido que el legislativo. “Hay que tener en cuenta los principios éticos y los derechos fundamentales que entran en juego”.

Además, otro de los grandes desafíos es la demanda. El directivo cuenta que se necesitará un mínimo de 200.000 ingenieros más en solo dos años. Y, el Foro Económico Mundial (WEF, de sus siglas en inglés) estima que, para 2025, se crearán 60 millones de empleos netos por año. “Si coges esos datos puede que nuestras proyecciones se queden cortas”. Y, es que, prosigue, el problema es global". Las empresas, en un 86%, consideran que en el futuro van a necesitar más ingenieros, y el 25% ya tiene dificultades a la hora de contratar los perfiles que necesita. “Esto significa que la empresa se reconvertirá en el aula futura. Y eso no quiere decir que la universidad no esté reaccionando, todo lo contrario, sino que lo tiene difícil para hacerlo a la velocidad adecuada”.

Un nivel por encima de la media

En este sentido, apunta, el nivel de formación de los ingenieros actuales cuenta con un gran prestigio a nivel mundial, lo que también quiere decir que pueden ser reclutados en cualquier parte del mundo. “Hay que atender a las necesidades del mercado”, reflexiona en consecuencia a que en España haya más trabajadores en este sector –un 15,7% por cada 1.000 habitantes– que en países europeos como Francia o Italia, aunque cuatro puntos por debajo de Alemania. Además, su salario es un 30% más alto que la media de otros trabajos en el país. Por ello, argumenta, tenemos los ingredientes para que el desarrollo del PIB industrial pase de ese 14,7% al 20% -hay que tener en cuenta que en los últimas dos décadas ha caído desde el 19%–. “Es importante conseguir retener ese talento, no solo formarlo, y hacer crecer la política industrial nacional, que será la mejor forma de elevar el nivel de vida de España”, explica. Y, concluye, “la ingeniería es la profesión que más satisfacción personal produce”.