Entrevista

"Lamentablemente, España sigue teniendo una deuda con la innovación"

Luis Fernando Álvarez-Gascón, director general de Secure eSolutions de GMV, analiza los principales habilitadores tecnológicos para empresas y administraciones públicas.

Luis Álvarez-Gascón, GMV
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Mario Moreno/ Imagen: Juan Márquez

La multinacional española GMV nace en 1984 con el foco en las industrias aeroespacial y de defensa. En la actualidad, la compañía abarca 11 áreas de especialización, todas ellas revestidas de tecnología. En los últimos meses ha conseguido dos proyectos relevantes para las TI; por una parte, la instalación del primer ordenador cuántico en Barcelona del sur de Europa junto con Qilimanjaro; y, por otra, la adjudicación de los servicios del SOC (Centro de Operaciones de Seguridad) de Red.es. Hablamos con Luis Fernando Álvarez Gascón, director general de Secure eSolutions de la firma, y también presidente del Foro de Empresas Innovadoras y vicepresidente de Ametic, de estos hitos, ciberseguridad y del estado de madurez de la innovación de España.

 

¿Qué retos y expectativas tiene GMV en cuanto su actividad en TI?

GMV hace de la innovación su bandera. Son muchos años de recorrido en los cuales hemos ido ajustando la propuesta a la evolución, realmente acelerada, de los habilitadores digitales. Hablamos de todo tipo de tecnologías, pero en mi área la ciberseguridad es un elemento central y de crecimiento. Llevamos unos 30 años en el sector, así que tenemos una amplia perspectiva de esta necesidad en todo tipo de organizaciones. Siempre hemos buscado dar un servicio integral, desde la gestión estratégica y la implantación de soluciones con los partners más avanzados. En los últimos tiempos han estado vinculadas a la traslación de servicios a la nube. También hemos sido pioneros en la oferta de servicios gestionados de seguridad y pronto hará 20 años desde que tenemos en marcha nuestro SOC (Centro de Operaciones de Ciberseguridad). Además, estamos lanzando palancas de innovación con herramientas de automatización. Y no quiero dejar de destacar nuestra oferta de soluciones propias en el ámbito. La ciberseguridad es un elemento central también de todos los sistemas que ponemos en marcha para las distintas aplicaciones digitales que lanzamos al mercado.

Lógicamente, también nos apalancamos en las tecnologías habilitadores de nuestro tiempo; intentando desplegar todo el valor del dato. Hemos empezado incluso a utilizar big data dentro de casa, porque nadie escapa a este potencial. Y, apoyados en esto, también tenemos soluciones de inteligencia artificial (IA). Todos entendemos que la potencia de la IA se basa en la disponibilidad de datos y en su compartición, y a partir de ahí en introducir el aprendizaje federado.

 

Hablando del estado del arte de la transformación digital en España. En alguna ocasión ha mencionado que el país tiene una deuda con la innovación.

Innovación y digitalización van de la mano pero no significan exactamente lo mismo. España sigue teniendo, lamentablemente, una deuda con la innovación. Y hay muchos indicadores que lo reflejan, como el porcentaje en el Producto Interior Bruto (PIB). Yo destaco que la inversión pública no es suficiente, y la privada, aún menos. Y que hay pocas empresas innovadoras. Tenemos una oportunidad de oro de la mano de los fondos europeos y de las políticas que se están desplegando. Está aún caliente la nueva Ley de Ciencia e Innovación. Pero hay que dar más pasos. Específicamente, en digitalización, algunos indicadores, como el Índice DESI, nos dicen que no estamos tan mal. Pero hay lagunas muy claras, sobre todo en la pyme. Nuestra Administración está a un nivel razonable, aunque siempre hay que aspirar a más, pero en empresa queda mucho por hacer.

 

También ha comentado que los riesgos tecnológicos han implantado el miedo en compañías y que se han hecho apuestas por otro tipo de proyectos no asociados a la tecnología.

Los riesgos que yo he percibido han estado más centrados en el componente de la inversión que en otro tipo de desafíos. Y, sí, sigo creyendo que hace falta un cambio de cultura corporativa para apostar por activos intangibles, en general. La digitalización es uno de ellos. Pero lo es también el talento.

 

"Hace falta un cambio de cultura corporativa para apostar por activos intangibles"

 

 

Si vamos a proyectos concretos, la última gran noticia de GMV pasa por la instalación del primer ordenador cuántico en España, junto con Qilimanjaro, dentro de seis sistemas que se implantarán en toda Europa.

Dentro de ese contexto de cierta mediocridad en capacidad innovadora, yo diría que en tecnologías cuánticas tenemos un ecosistema muy interesante; desde la comunidad científica hasta la de usuarios. Hay compañías que quieren empezar a aplicar este tipo de tecnologías, con un potencial disruptivo muy grande, pero no exento de cierto hype. Por eso creo que la pelota todavía está en el tejado del ámbito científico y del desarrollo de base. Es pronto para lanzar las campanas al vuelo. En Ametic creamos un grupo de tecnologías cuánticas con unas 60 entidades, lo que es algo anómalo en Europa. Es el momento de apostar, aunque es un ámbito de alto riesgo en el que hay que pensar a largo plazo y en no tener réditos inmediatos. Pero hay que empezar a liderar ese cambio. Las iniciativas públicas son fundamentales, como Quantum Spain, la gran apuesta del Gobierno con la que tenemos el placer de colaborar con Qilimanjaro para implantar este primer ordenador cuántico del sur de Europa y que va a fomentar un ecosistema de investigación en distintos sectores.

 

¿El objetivo final de este proyecto es que la sociedad se prepare para la llegada de la democratización de ‘lo cuántico’?

Sí, pero creo que va a tardar. De hecho, la aproximación institucional es la de poner esas capacidades a disposición de investigadores e industrias a través de la nube. En un entorno controlado y abierto al ecosistema.

 

Volviendo a la ciberseguridad, la empresa ha ganado un contrato de dos millones de euros para gestionar el SOC de Red.es. ¿Qué nos puede contar de este proyecto?

Aquí se contempla una integración de una serie de tecnologías. Hablamos de dar servicios 24x7 en la operación de un sistema crítico de una entidad como Red.es. Yo creo que el organismo ha valorado nuestra flexibilidad a la hora de trabajar con partners tecnológicos y de proporcionar servicios adaptados a las necesidades de cada momento. A nivel nacional, existe la intención del sector público de trabajar entre los diferentes SOC de una forma colaborativa en el marco europeo.

 

En el apartado de ciberseguridad industrial, ¿este es el sector más desaventajado por el legacy que existe en las plantas y la necesidad de conectar los sistemas TI y OT?

Veo el panorama con mucha preocupación porque hablamos de la integración en redes de plataformas que no fueron diseñadas para este entorno. Pero incluso algunas de las más recientes no están pensadas adecuadamente para la conectividad. Hay respuestas desde el ámbito de soluciones tecnológicas. Antes mencionaba que trabajamos con partners enfocados en este entorno. Tenemos experiencia. Hablamos de un compendio de servicios necesarios; desde el análisis de riesgos inicial a la definición de una postura de seguridad, hasta sacarla adelante con los controles adecuados, pasando por la monitorización, etc.

 

¿Son también las consecuencias derivadas de un ciberataque más graves para estas plantas industriales?

Lo podemos ver desde el plano puramente tecnológico, es decir, desde las herramientas que usan los atacantes, que tienen un arsenal muy nutrido. Pero también hay que pensar en qué organizaciones hay detrás de estos incidentes. Podemos encontrar al típico delincuente con motivaciones económicas. Pero, dada la situación geopolítica, hay que mirar lo que pueden hacer actores del entorno de los gobiernos, que cuentan con la máxima sofisticación. Insisto en la preocupación.

 

 

"El país cuenta con un ecosistema cuántico muy interesante"

 

 

Como ha comentado, otra tecnología clave para GMV es la IA. En estos momentos hay un intenso debate por las implicaciones éticas y regulatorias que conllevan herramientas como ChatGPT. De hecho, muchos expertos han pedido una moratoria en el desarrollo de estos sistemas. ¿Qué opinión tiene al respecto?

Es una problemática real, que hay que abordar. Pero mi postura personal es que pretender parar la tecnología es un error. Efectivamente, hay que introducir regulaciones para que no se aplique a usos ilegítimos, como las fake news. Pero dar la espalda a su potencial en mundos como la salud o la automatización de procesos es un error. Si nosotros paramos, otros van a seguir avanzando. Es irreal plantear un parón.

 

¿Cómo ve los movimientos europeos en torno a la regulación de la privacidad y a preservar el dato?

Europa es el faro de la regulación digital para todo el mundo. Y eso está muy bien, pero esto no es suficiente. Pensar que lo único que podemos hacer es regular sería ingenuo. Necesitamos una industria digital y capacidades nativas que puedan sacar adelante la sociedad digital. Partimos de una situación de base deficitaria. Podríamos decir que perdimos el tren en su día con la batalla del hardware, poco después con la del software y en la de las plataformas vamos rezagados. Actualmente, combatimos en la del dato. En ese sentido, me parece acertado que se impulsen políticas para recuperar un adecuado posicionamiento de nuestras organizaciones.

 

Pero, ¿la regulación mata la innovación?

Es un debate interesante. ¿Puede hacerlo? Sí. Lo cual, no es necesariamente malo. Porque la regulación también puede estimular la innovación. En el sentido en que obliga a dar respuesta y a ser capaces de desarrollar servicios y productos en un marco determinado.

 

GMV también hace una apuesta firme por la sostenibilidad.

Es una gran demanda actual. Más allá de que haya una carta  de la ONU, es un valor social totalmente compartido. Es un horizonte muy claro para la innovación y si trasladamos esto a las TI, todo lo que sea reducciones de consumo en las plataformas y con algoritmos verdes lo veo como un acicate.

 

 

"Es irreal plantear un parón en el mundo de la inteligencia artificial; si nosotros paramos, otros van a seguir avanzando"

 

 

¿Qué expectativas tiene la compañía en términos de negocio para este año?

Francamente buenas, y a medida que va avanzando el ejercicio anticipamos crecimientos de dos dígitos, como en el año anterior. En línea con nuestra trayectoria y con un ámbito internacional muy importante.

 

¿Cómo afecta a la compañía la actual escasez de talento?

Es un problema, y de alguna manera una restricción. Esto nos está llevando a impulsar nuestro crecimiento en otras geografías, por la disponibilidad del talento. Por otra parte, ponemos el acento en formaciones de nuestro personal. Y allí donde cabe, intentamos contribuir a la atracción del talento femenino, que es otro de los puntos flacos del mundo digital.

 

Por último, ¿cómo se imagina a GMV en el futuro tras esta larga trayectoria?

Me gustaría no ser capaz de imaginar todo lo que GMV puede hacer en el futuro. Llevo 35 años en esta compañía y si me hubieras preguntado hace tiempo no hubiera sido capaz de decirte dónde estaríamos hoy. Confío en que seremos un actor emblemático e innovador en el país aportando valor a la sociedad. Pero también confío en que mis compañeros del futuro pongan encima de la mesa cosas que yo aún no puedo ni imaginar.



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