Entrevista
Kyndryl

"Las nuevas tecnologías van a difuminar las fronteras entre infraestructuras, desarrollo y procesos"

David Soto, presidente y director general de Kyndryl para Iberia, pulsa la evolución de esta joven pero a su vez experimentada compañía, fruto de la escisión del negocio de servicios de infraestructura de IBM, y sus perspectivas de futuro en un momento, afirma, en el que "la tecnología va a ser, más que nunca, un factor diferencial".

David Soto, presidente y director general de Kyndryl
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Esther Macías / Imagen: Juan Márquez

 

En noviembre de 2021 nacía Kyndryl, la empresa fruto de la escisión del negocio de servicios de infraestructura tecnológica de IBM. Las magnitudes de la multinacional son ingentes: se trata de un gigante de casi 19.000 millones de dólares de ingresos anuales, 90.000 empleados y con operaciones en más de 60 países, entre ellos España, donde su plantilla alcanza los 5.000 empleados y factura en torno a los 1.000 millones de euros. Con el fin de pulsar la evolución del negocio en Iberia y sus perspectivas de futuro, a finales de noviembre ComputerWorld entrevistó a David Soto, director general de la compañía para España y Portugal desde septiembre de 2022 y, desde este 1 de enero, también presidente del grupo. El ejecutivo, que conoce bien la compañía (ha desarrollado la mayor parte de su carrera en distintas posiciones en IBM) se muestra visiblemente entusiasmado ante un proyecto que describe como "un regalo para los clientes y para la sociedad". Asegura que en un momento del mercado muy especial, marcado por el auge del modelo cloud, la inteligencia artificial y la computación cuántica, la compañía que lidera puede ayudar a que las organizaciones escalen con éxito iniciativas basadas en estas nuevas tecnologías.

 

Aterrizó en Kyndryl hace unos meses, ¿cómo ha visto durante este tiempo la compañía? Precisamente, es un gran conocedor de su empresa ‘madre’, IBM, donde trabajó más de dos décadas…

La situación que me he encontrado es muy buena. Yo he vivido la irrupción de Kyndryl en el mercado desde fuera, mientras estaba trabajando como consejero de varias compañías, y, después, desde dentro, y el feedback que tengo es muy bueno. 

Aunque en realidad nuestro equipo lleva muchos años operando los sistemas de misión crítica de nuestros clientes, Kyndryl es ahora una empresa nueva e independiente desde noviembre de 2021. Los clientes están encantados con la transición que hemos hecho porque no solo hemos mantenido la calidad de nuestros proyectos y delivery sino que los hemos mejorado. Además, ser una compañía independiente nos ayuda, porque somos una empresa de servicios, no de productos, y, por otro lado, nuestras alianzas nos aportan un punto diferencial en el mercado.

En definitiva, la acogida de los clientes ha sido fantástica y también la de los empleados, según nuestras encuestas internas que muestran que hemos elevado todos los índices de satisfacción por encima del sector. Esta combinación de clientes y empleados contentos nos hacen sentirnos muy optimistas y esperanzados.

 

En su primer año de vida, Kyndryl ha dado importantes pasos no solo para posicionarse en el mercado de gestión de servicios de infraestructura e integración sino también en el de asesoría tecnológica. ¿Por qué era importante dar este paso y qué perspectivas tienen de esta nueva actividad centrada en el asesoramiento al cliente?

La irrupción de Kyndryl se produce en un momento de cambio sin parangón en la historia de la tecnología. En el pasado ha habido dos momentos importantes: cuando apareció internet y cuando llegaron los primeros sistemas que facilitaron el paso de lo analógico a lo digital; pero ahora, con cloud, la inteligencia artificial y el futuro de la computación cuántica nos encontramos en un momento muy especial. Y lo es porque aunque muchas compañías han probado estas tecnologías, ahora tienen que escalar estos proyectos, y a la hora de hacerlo deben tener claro que la gestión de las infraestructuras y las aplicaciones de misión crítica es muy relevante, urge acometer todo esto con seguridad. Y es ahí donde Kyndryl aporta un valor diferencial, porque manejamos las cargas de misión crítica de grandes clientes del mundo y de España en particular.

Digamos que tenemos dos aspectos diferenciales: el primero es que hemos ido evolucionando con los clientes en la adopción de esas tecnologías; el segundo es que ahora, en el momento en el que estamos, estos necesitan un socio para avanzar juntos en este camino de forma más rápida, segura e impactante. En este contexto, decidimos que todo el conocimiento que albergamos y la evolución que hemos experimentado junto a nuestros clientes debíamos convertirlo en una práctica consultiva para ser capaces no solo de trabajar en el delivery sino también empezar a aconsejar sobre cómo transicionar de las tecnologías más legacy a las más modernas. Por este motivo hemos creado una unidad de negocio que se llama Kyndryl Consult, centrada en consultoría de negocio, aplicaciones e infraestructura y en la que en España trabajan 300 personas y a la que vamos a dotar de herramientas como una plataforma (Bridge) donde pondremos todos los activos y metodología para acelerar la ayuda a los clientes inyectando inteligencia artificial y todo nuestro conocimiento del mundo del dato; además, hemos abierto unos espacios de cocreación con clientes donde hemos incorporado nuestras alianzas, lo que nos da el punto de independencia que antes comentaba.

 

 

"La irrupción de Kyndryl se produce en un momento de cambio sin parangón en la historia de la tecnología"

 

 

No obstante, los resultados económicos de la compañía no son tan boyantes (en 2021 el negocio decayó un 5% y en el último trimestre reportado la caída fue del 9% respecto al mismo periodo del ejercicio anterior). ¿Cómo marchan los números en España? ¿Nos puede contar algo al respecto?

Cuando lanzamos la compañía planificamos un roadmap hasta enero de 2025 en el que ya anunciamos que íbamos a decrecer en ingresos para enfocarnos en aquellas áreas que nos dan más rentabilidad y a desinvertir en las que nos aportan menos. En esta planificación, el principal vector no es el crecimiento en facturación sino la rentabilidad y la inversión en nuevas capacidades y eso es lo que estamos haciendo. En los resultados del último trimestre reportado hemos decrecido en ingresos pero menos de lo que esperábamos; y si observamos el precio de la acción desde que anunciamos los resultados, este ha subido, lo que significa que nos encontramos en el camino adecuado.

Respecto a España y Portugal en concreto, no damos cifras. No obstante, si a nivel mundial Kyndryl es un 30% de lo que era IBM, en Iberia el porcentaje sube por encima del 50%, de modo que en esta región tenemos más penetración que en otras filiales, y por eso nuestra unidad tiene tanta relevancia en la corporación. Por otro lado, aquí llevamos tres trimestres seguidos creciendo, lo que es un indicador de la confianza de nuestros clientes. 

 

Luego el negocio va bien en España.

Sí, así es.

 

¿Y qué sectores alimentan el negocio de Kyndryl en esta región? La banca será uno, imagino…

La banca es el número uno, representa un 40%, pero también tenemos una presencia fuerte del área de retail, del sector industrial y las utilities, las administraciones públicas…  Tenemos 250 clientes entre España y Portugal. Uno de nuestros focos en 2023 será la Administración, primero por los fondos, pero también porque hay muchos retos en este segmento. Todas las administraciones están pensando cómo digitalizarse y ser relevantes para los ciudadanos, que, al igual que los clientes, han evolucionado mucho en su forma de consumir. 

 

 

"Uno de nuestros focos en 2023 será la Administración, primero por los fondos, pero también porque hay muchos retos en este segmento"

 

 

¿Qué otros focos se han marcado para este 2023?

La forma en la que nos hemos posicionado en el mercado es toda una declaración de intenciones de cómo vamos a atacar este. No nos hemos posicionado solo como una compañía de infraestructuras. Es verdad que manejamos las infraestructuras de las empresas más importantes de España y Portugal, pero nos hemos posicionado con nuestras prácticas. No hablamos de infraestructuras, outsourcing, técnica de sistemas… Nos definimos como una compañía que trabaja en el mundo del cloud, del dato, de la inteligencia artificial, de la ciberseguridad, de la digitalización del puesto de trabajo, del networking, del 5G...

Por otro lado, las nuevas tecnologías van a hacer que se difuminen las fronteras entre el mundo de las infraestructuras, las arquitecturas, el desarrollo y los procesos de negocio. Por eso, nuestra forma de atacar el mercado es a través del conocimiento en diversas prácticas, lo que implica metodologías, etc.

 

 

¿Y cómo ve el panorama actual, muy complejo, tanto a nivel económico (por la elevada inflación) como geopolítico y cómo afecta a la marcha de la compañía y su estrategia?

El panorama es complejo a nivel geopolítico y también económico, con una crisis energética, de materias primas, etc. Pero una cosa es esta situación y otra cómo se comporta el mundo de la tecnología. En nuestro segmento se da un comportamiento algo anticíclico y, por otro lado, creo firmemente que de las crisis surgen oportunidades; así ocurrió con la pandemia, que impulsó mucho el mercado de la tecnología y obligó a los clientes a romper muchas barreras, muchas de ellas más mentales que de otro tipo. 

Lo que sí creo es que las crisis agrandan más la brecha entre los vencedores y los vendidos. Ha ocurrido históricamente. Los primeros, que son los que invierten más y mejor en tecnología, podrán navegar mejor en esta situación y tendrán la capacidad de visualizar qué deben hacer a medio y largo plazo. Desde luego, en la situación actual, la tecnología va a ser, más que nunca, un factor diferencial.

 

 

"Nuestra forma de atacar el mercado es a través del conocimiento en diversas prácticas"

 

 

Las alianzas con grandes jugadores de la industria tecnológica, como los hiperescalares de cloud, son parte fundamental de la estrategia de Kyndryl. ¿Por qué son tan importantes estos acuerdos y en qué línea irán los próximos que firmen?

Haber llegado como compañía independiente y estar firmando alianzas con compañías de todo tipo, desde producto hasta servicios, pasando por los hiperescalares, nos permite ver una parte del mercado que antes no veíamos al estar debajo de una empresa fantástica como era IBM, pero con mucha solera en el mundo del producto, lo que hacía que no nos vieran como una empresa independiente. Ahora con IBM no tenemos ninguna relación desde el punto de vista societario, tenemos equipos directivos independientes, y es un partner más, lo que nos ha permitido abrir otros negocios con muchos otros socios. De hecho, a nivel mundial proyectamos más de mil millones de firmas de acuerdos con las nuevas alianzas, lo que después repercutirá en ingresos y beneficios y en el acceso a un mercado más grande, así que sí, estamos poniendo mucho foco en las alianzas.

 

En Kyndryl defienden tener la agilidad de una startup y, a la vez, la experiencia de una empresa de 30 años. ¿Esto es así en realidad? ¿Es Kyndryl tan ágil? 

Sí. Me he encontrado con una compañía que tiene esta parte de startup porque hemos tenido que montar la empresa desde cero; muchos procesos que suelen construirse en las grandes corporaciones durante décadas los hemos construido en un año. Kyndryl tiene frescura, es una compañía líquida, mucho más flexible, accesible, con una gran cercanía con el empleado y sin tanta jerarquía. Esto hay que promoverlo desde arriba pero también empujarlo con nuevos procesos. La nueva filosofía de la empresa también se ve en las alianzas de las que hablábamos.

 

Luego hay un importante cambio cultural respecto a IBM…

Sí. Tremendo. Por otra parte, es cierto que mantenemos cosas que no hay que cambiar. Hay startups muy flexibles y ágiles que no tienen, como nosotros, décadas de historia manejando infraestructuras y cargas de misión críticas. Esa combinación es virtuosa. Tener la capacidad de presentarnos así al mercado es un acierto, precisamente, además, en un mundo donde la clave está en el talento.

La transformación digital en realidad no es algo nuevo, sí lo es el concepto de que el cliente y el empleado tienen que estar en el centro de la estrategia corporativa. Para mí, lo digital es algo que solo se consume si es relevante y es conveniente. En un mundo que funciona a golpe de app, las empresas tenemos que aprender que los clientes solo van a consumir nuestros servicios y los empleados van a querer trabajar para nosotros si somos relevantes y convenientes. Para el talento es esencial el enganche emocional. En Kyndryl tenemos las palancas para abordar este cambio.

 

¿Qué les piden hoy los clientes?

Por una parte, están los de los sectores menos regulados, donde las nuevas tecnologías han entrado con fuerza y rapidez y, por otro, los de los más regulados donde está costando más que estas entren, como es el caso del modelo cloud. La tecnología, la seguridad y la operación se han construido sabiendo que la infraestructura era propia y estaba dentro del data center de cada organización, pero ahora la tecnología se encuentra dentro y fuera del centro de datos y los clientes tienen que abordar este desafío desde el punto de vista de la seguridad. La tecnología que hay actualmente es maravillosa pero es necesario garantizar la seguridad y comprender que la operación de esas infraestructuras es diferente y, probablemente, más compleja. Lidiar con esta realidad es lo que nos piden los clientes. En en el mercado faltaba una compañía como la nuestra, capaz de entender todas estas arquitecturas y tecnología más legacy pero también las nuevas. Kyndryl es un regalo para los clientes y para la sociedad.

 

 

"Ser una compañía independiente y firmar alianzas con empresas de todo tipo nos permite ver una parte del mercado que antes no veíamos al estar debajo de IBM"

 

 

Una nueva pieza del plan de Kyndryl es la modernización del mainframe. ¿Hay muchos proyectos en esta línea? ¿Qué va a ocurrir con los tradicionales mainframes?

El mainframe es una gran tecnología en la que IBM ha invertido y sigue invirtiendo. Lo que ha pasado es que el mundo se ha abierto mucho y aunque el mainframe seguirá siendo parte de las posibilidades, hay muchas más. De todas formas, los clientes son muy inteligentes y saben que hay cargas de trabajo que deben estar en unas infraestructuras y otras en otras diferentes. Ahora, por ejemplo, la irrupción de los hiperescalares y el auge de la nube pública confiere a todos la posibilidad de tener otro entorno. En este tema de la cloud pública, ahora el foco está en la infraestructura, que es donde hacen negocio los hiperescalares. Pero muchos de los beneficios que estábamos esperando de cloud no solo están en el mundo de las infraestructuras, sino también en la capa del desarrollo (de las aplicaciones) y de los procesos, pero hay que empezar a medir los KPI de ambas áreas si queremos ver una eficiencia diferencial.

 

¿Cómo ven a su competencia: DXC (también nacida tras la escisión del negocio de servicios de otro gigante como HPE y su fusión con CSC), Atos, Fujistu, Accenture, Capgemini… 

La competencia es sana, uno siempre tiene que sentirse en la zona de 'no confort'. En España tenemos una competencia maravillosa; yo, de hecho, he trabajado en algunas de estas empresas, como Accenture. De todas formas, ahora hay una dinámica nueva de cooperación. En ocasiones vamos a acuerdos conjuntos, de modo que estos competidores también son socios. A veces competimos, a veces cooperamos. La clave de esto es trabajar con valores y profesionalidad. Sí vemos que hay jugadores en el mundo de los procesos y las aplicaciones que están creciendo en el mundo de la infraestructura y al revés, con la difuminación de las fronteras de la que antes hablábamos.

 

Como sabemos Kyndryl es fruto de la escisión de una parte del negocio de IBM. HPE hizo hace años algo parecido (este negocio es hoy DXC). ¿Cómo valora estos movimientos en el mercado de servicios?

Lo de DXC fue hace mucho, la tendencia que ahora vemos es un intenso proceso de compras pero de empresas más pequeñas, de 100 o 150 empleados. Hay movimiento, sobre todo en las áreas de cloud y ciberseguridad, y de empresas muy apetecibles.

 

¿Apetecibles para Kyndryl? ¿Comprarán alguna compañía en España?

No decimos que no, pero es cierto que al final el precio que se establece por estas pequeñas empresas va más allá de lo razonable en muchos casos; hay que hacer estas compras con cuidado. 

 

 

"En nuestra planificación económica, el principal vector no es el crecimiento en facturación sino la rentabilidad y la inversión en nuevas capacidades y eso es lo que estamos haciendo"

 

 

¿Cómo ve, en general, el mercado de servicios? ¿El de los márgenes sigue siendo uno de los grandes retos?

El gran problema es el talento. Es un mercado donde, además, la rotación de empleados está por encima del 20%, aunque en Kyndryl está por debajo del 10% porque estamos consiguiendo un enganche emocional que es fundamental. Nuestros empleados están convencidos de que nuestros proyectos van a dejar huella. Además, hemos activado acciones para potenciar la captación de talento; por ejemplo, trabajamos con las universidades para fichar a los alumnos dos años antes de que acaben su máster. 

 Respecto a los márgenes, primero hay que tener en cuenta que los que hay en el mercado de servicios no son tan elevados como los del mundo del software. Por otro lado, los clientes han reaccionado y han evolucionado en la forma de comprar servicios: saben que lo que es barato de forma unitaria no siempre es lo mejor, que luego los proyectos pueden retrasarse e incluso no salir y que, al final, apretar mucho el premio hace que se entre en una rueda perversa en la que se paga cada vez menos y la calidad se resiente. Pero pienso  que ya no estamos en ese ciclo; de hecho, en los dos últimos años muy pocas compañías de servicios no han crecido por encima del doble dígito. En definitiva, en el mundo de los servicios no veo ya tanto el problema en los márgenes ajustados sino en la parte de falta de talento, que es donde tenemos que enfocarnos; debemos acelerar la cualificación de nuestros empleados, y no solo hablo de los universitarios sino también de la gente de FP, que es magnífica y son unos grandes olvidados en nuestro sector.

 

 

 

"El gran problema del mercado de servicios de TI es el talento"

 

 

¿Crecerá la plantilla de Kyndryl en 2023?

Sí, en 2022 hemos fichado a mucha gente y esperamos contratar a más personas en 2023, sobre todo en algunas prácticas como el mundo del dato, de cloud y de ciberseguridad… El 70% de las contrataciones que hacemos son de profesionales jóvenes con poca experiencia y a los que formamos nosotros.

 

Para concluir, ¿qué tendencias tecnológicas ve en 2023 en el mercado TIC en general?

Dependerá de los sectores, pero creo que va a acelerarse la evolución de la inteligencia artificial no solo en la parte con el cliente (chatbots, etc.) sino en la parte de backoffice con el fin de incrementar la eficiencia de los procesos. Por otro lado, habrá muchos planes para seleccionar los mejores destinos de las aplicaciones, donde está muy avanzada la parte front pero menos el mundo transaccional. En digitalización del puesto de trabajo, un tipo de proyectos que se impulsó mucho con la pandemia, ahora veremos estrategias más programadas y no planificadas con tanta urgencia como se produjo entonces. Y también habrá muchos proyectos en ciberseguridad y resiliencia, enmarcados, sobre todo, en esta tendencia de ir a cloud. En concreto, en el mundo de la banca habrá iniciativas que ayuden a cumplir con la nueva regulación europea (el Reglamento sobre la resiliencia operativa digital o DORA). Finalmente, no hay que olvidar los avances en computación cuántica que, por otra parte, obligará a redefinir la seguridad de los sistemas de la informática tradicional. Desde luego, nosotros observamos toda una aceleración en nuestra facturación y en el crecimiento del negocio en el mundo de los proyectos por encima de otro tipo de servicios.

 


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Fernando Rubio Román, CTO de Microsoft España. TECNOLOGÍA
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