"Poder diseñar cómo hacer la transformación digital de la Administración española es algo único"

Aprovechando su presencia en el evento Government Forum, realizado por Foundry e IDC recientemente en Madrid, ComputerWorld entrevistó al secretario de Estado de Administración Digital, Juan Jesús Torres Carbonell, sobre las implicaciones de convertir la actual Secretaría que lidera en una nueva figura jurídica, la de una agencia, y sobre el estado de los proyectos actualmente en marcha dentro del Plan de Digitalización de las Administraciones Públicas 2021-2025, que persiguen transformar el gran ente burocrático y establecer una relación más cercana y sencilla con la ciudadanía.

 

En el encuentro Government Forum subrayaba que el cambio estructural de la Secretaría, que se convertirá en una Agencia Estatal este año, permitirá “agilizar la gestión” y reforzar el “liderazgo” de España en esta materia. ¿Puede explicar los motivos exactos de este cambio?

La posibilidad de crear la Agencia se planteó después del Real Decreto-ley 36/2020, que recogía determinados cambios para agilizar la ejecución de los fondos de recuperación; allí es donde se rescató esta figura jurídica de la agencia que ya había existido anteriormente pero de la que se había prescindido en los últimos años. Estuvimos viendo las posibilidades de hacer esta transformación, estudiamos el asunto y, tras el visto bueno de la vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital y de la secretaria de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial [Nadia Calviño y Carme Artigas, respectivamente], pusimos en marcha los trabajos previos que hay que acometer para plantear el cambio. Esto culminó en que la Ley de Presupuestos Generales del Estado de 2020 incluyó ya la creación de esta agencia; en su articulado se explica la conveniencia de esta estructura en algunos ámbitos de actuación. 

Interesa crear una agencia por el modelo de gestión que tiene (los planes plurianuales tienen más capacidad de gestionar el presupuesto de un ejercicio u otro, según la necesidad de los propios proyectos), por la implicación de la propia directiva en la actividad, la diferente administración de los recursos humanos e incluso de la parte presupuestaria. Lo que no varía es el control de la ejecución presupuestaria que, por otro lado, es incluso más intenso que el actual. Sin embargo, es un modelo de gestión que hace que las personas responsables de la agencia en el futuro también tengan un interés mucho más específico e institucional de sacar adelante las necesidades de ésta.

Los objetivos de una agencia se plantean anualmente, se llevan al consejo de administración, se aprueban, se les hace seguimiento uno a uno, hay que responder sobre ellos, se llevan al consejo de ministros… Es una tensión de ejecución que asegura con mayor certeza que se van a conseguir determinados objetivos. Y la responsabilidad está completamente definida; la persona que esté al frente debe organizarse para que la ejecución sea económicamente viable, eficaz y eficiente de modo que el tesoro público también tiene menos tensión.

Es un modelo que ha sido útil en otras situaciones para otras necesidades específicas y el actual es un ámbito de actuación muy concreto en el que hay necesidades perfectamente conocidas y claras y en el que disponemos de proyectos transversales de amplio calado en toda la Administración. Este modelo de gestión es más ágil y versátil y va a facilitar que se consigan los objetivos con mayor certeza. 

 

En definitiva, es un modelo mucho más similar a la gestión de una empresa privada…

Hay una estructura de presidencia, dirección, departamentos... pero hay un consejo rector con la representación de distintas administraciones al que tienes que rendir cuentas. Sí, salvando todas las diferencias, podría ser similar a una empresa pública que tuviera un consejo de administración. Y digo salvando las diferencias porque el marco jurídico de los trabajadores va a ser estable y el marco de responsabilidad patrimonial y de ejecución es igual que ahora, sometido a la ley de contratos del Estados y de la intervención. Y, como es lógico, los objetivos se establecerán desde el Ejecutivo, como hasta ahora.

 

 

"El modelo de gestión de la Agencia es más ágil y versátil y va a facilitar que se consigan los objetivos con mayor certeza"

 

 

¿Cuándo estará la nueva agencia en marcha?

Pronto. El compromiso es que eche a andar este año 2023. A lo largo del año vamos cumpliendo hitos de los proyectos que tenemos planteados y este es uno de ellos, no de inversión pero sí de transformación. Así que sí o sí tiene que estar este año. Una cosa distinta es que luego, un organismo como este, con la complejidad que tiene, obviamente requiere que durante el primer año (ya se prevé en el estatuto) se realicen determinadas acciones; para su implantación efectiva hay que desarrollar procesos internos específicos porque se desgaja de la tutela de la Administración, en el sentido de que aunque dará cuenta de la gestión de servicios esto no se hace desde los servicios centrales. Digamos que es necesario poner en marcha una autogestión que hará que los dos primeros años sean muy intensos. Pero todo este esfuerzo merece la pena. A futuro va a ser un modelo de gestión de éxito.

 

Un modelo también probado en otros países del entorno europeo, imagino.

Sí, en Europa hay países como Italia, Portugal, Reino Unido… que funcionan con un modelo similar.  

 

¿Con qué recursos contará la agencia?

En principio todo el personal de la Secretaría estará en la Agencia, aunque cambie la forma jurídica actual de la entidad. De todas formas, justo ahora estamos en el pico de ejecución del plan de recuperación, que nos atañe a nosotros por la parte de transformación digital de la Administración, y que durará hasta 2025. Luego ya veremos cuál es el marco de la siguiente etapa. En lo que estamos trabajando es en conseguir una forma que nos permita agilizar este marco de cooperación que va a ser necesario, aunar voluntades y facilitar la consecución de objetivos que emanan, como hasta ahora, de la voluntad del Ejecutivo.

 

¿Estará usted al frente de la Agencia?

Yo ahora mismo soy secretario general de Administración Digital y no quiero hacer ninguna suposición a futuro sobre esto. Esta decisión depende de la cadena de la toma de decisión del Gobierno y, en concreto, de la vicepresidenta primera y la secretaria de Estado. Lo que sí es seguro es que todo el personal de la Secretaría estará en la Agencia, aunque, dado que la estructura será distinta a la actual, se reorganizará. Estas transformaciones están muy bien definidas, el personal no se queda en el limbo. Cuando se crea un organismo de este tipo está perfectamente definido cómo se hace el paso del personal para que no haya ningún impacto.

 

 

"Los empleados públicos de la Secretaría pasarán a la futura Agencia y no van a sufrir ningún impacto negativo; es más, creemos que su situación va a mejorar mucho a corto plazo"

 

 

¿Cuántas personas trabajan ahora para la Secretaría?

Somos 265. Los empleados públicos no van a sufrir ningún impacto negativo; es más, creemos que su situación va a mejorar mucho a corto plazo al haber un cambio organizativo importante. Va a cambiar la forma de ser de la entidad y de trabajar en ella, la de relacionarnos internamente y con nuestros partners y con los ‘clientes’, que son las administraciones. Creo que con la nueva forma de trabajar que habrá en la Agencia se van a sentir cómodos y se van a ver mejor los resultados.

Ahora mismo estamos inmersos en muchos procesos para hacer esto posible, es como separar una empresa de otra, es un proyecto intenso y hay que ver qué hacer con los proyectos en marcha, cómo gestionamos los recursos, el inventario, los expedientes de los funcionarios… Y es un trabajo que estamos realizando adicionalmente a todo lo demás, porque a la vez estamos inmersos en la ejecución de los fondos europeos.

 

Respecto a la ejecución de los fondos, ¿se llegará a tiempo? 

Sí. Vamos a cumplir. Lo tenemos perfectamente planificado y vamos cumpliendo en plazos. Hay que tener en cuenta que los proyectos tecnológicos, una vez que se deciden poner en marcha, llevan unos tiempos (convocatoria, adjudicaciones, etc.) que implican muchos meses. Por este motivo, el plazo del resultado final está fijado hasta diciembre de 2025; no obstante, ya se van viendo los resultados, y dos ejemplos son el Kit Digital, que permitirá la puesta en marcha de plataformas flexibles para la tramitación ágil y digital, o Mi Carpeta Ciudadana, un espacio personal que facilita la relación de las personas con las Administraciones Públicas y que ya cuenta con más de un millón de usuarios.

 

¿Le parece que Mi Carpeta Ciudadana tiene ya muchos usuarios?

Bueno, nuestra intención es que lo utilice toda la ciudadanía, claro, pero aún lleva poco tiempo y la curva de uso no para de crecer. Tradicionalmente se ha criticado a la Administración la poca usabilidad de los productos que se lanzaban, pero éste está teniendo buen feedback, tanto por parte del sector profesional como de la ciudadanía. Lo que haremos será reforzar la comunicación sobre estos proyectos.

 

 

"Vamos a cumplir la ejecución [de los proyectos previstos en el Plan]. Lo tenemos perfectamente planificado y vamos cumpliendo en plazos"

 

 

Sí, porque es cierto que aunque España siempre ha estado avanzada en lanzar proyectos digitales para la ciudadanía, la realidad es que se usan poco y son complejos, un ejemplo es el del DNI electrónico, un proyecto pionero pero poco utilizado.

Ahora hay un proyecto de DNI relacionado con la identidad digital que, por supuesto, cuenta también con el Ministerio de Interior. Ahí hay otros elementos que entran en juego, hay otras formas de identificarse con la Administración. Estando por debajo de la cadena la identidad y seguridad que da el DNI, sí es cierto que se puede facilitar a los ciudadanos el acceso a los certificados, utilizar herramientas como la videoidentificación… 

 

El de identidad digital es un proyecto coordinado con la UE.

Sí, participamos en estas iniciativas y hay representantes tanto de la Secretaría General como de la Secretaría de Estado en los distintos grupos de trabajo; desde España se están liderando algunos grupos, como el de identidad de títulos y se está participando en la definición de la arquitectura y las interfaces. Todo el trabajo que estamos haciendo en España está absolutamente alineado con la UE.

 

Hay muchas expectativas con el Centro de Operaciones de Ciberseguridad. ¿Puede ampliar la información de este proyecto?

Hay que especificar que no se trata de un edificio en sí. El centro tiene una parte de infraestructuras muy ligadas a la propia infraestructura del CPD, otra parte relacionada con las  comunicaciones, instalaciones de software que corren sobre todos nuestros servicios, desarrollos y aplicaciones, servicios de seguimiento de todas las instalaciones, servicios de inteligencia y análisis, de prevención… A todo el conjunto le llamamos el Centro de Operaciones de Ciberseguridad, pero, repito, no porque sea un centro físico en sí, sino que es una batería de inversiones y servicios que constituyen proyectos concretos y ensamblados en un conjunto de infraestructuras, servicios y conocimiento que permite gestionar con agilidad cuando ocurre algún incidente.

 

"El Centro de Operaciones de Ciberseguridad es una batería de inversiones y servicios que constituyen proyectos concretos y ensamblados en un conjunto de infraestructuras, servicios y conocimiento que permite gestionar con agilidad cuando ocurre algún incidente"

 

 

Comentaba en la inauguración de Government Forum que quieren cambiar la infraestructura de la Administración, ¿qué están haciendo en este sentido?

Nosotros tenemos un centro de datos importante que está compartido con otros organismos públicos y tiene calificación Tier 4 (prefiero no dar más detalles de la instalación por temas de seguridad) y contamos con otro CPD en otra instalación que tiene que crecer; de hecho, ahora estamos inmersos en la construcción de uno nuevo para disponer de un centro espejo del principal que ya tenemos. 

Nuestra idea, cuando las instalaciones estén operativas, es que podamos ofrecer estas infraestructuras de manera transversal a todos aquellos entes de la Administración que por sus ajustadas capacidades nunca podría montar un CPC con estas condiciones, dado que esto requiere una inversión y un conocimiento importantes, además de personal específico que lo controle (aunque se tengan contratos externos). Se trata de un macroproyecto de infraestructura de la Administración pública en el que participarán diversos centros directivos y que implica disponer de centros de datos muy grandes, medianos y pequeños. Gracias a esta iniciativa esperamos que se realicen sinergias en la explotación de estas infraestructuras, generando ahorros importantes.

 

Imagino que grandes organismos como la Seguridad Social o Hacienda van por otra vía…

Sí, estos organismos tienen sus propios grandes centros de datos; este proyecto es para otro tipo de centros directivos de la Administración con menos recursos.

 

¿Y en este nuevo macroproyecto de infraestructura consideran el uso de cloud?

Lo que he comentado es la parte on premise, pero nuestra estrategia no prescinde de la posibilidad de utilizar la nube.

 

¿Incluso la nube de un hiperescalar?

Sí, pero según qué modos. Incluso estamos haciendo pruebas en nuestros CPD de tener huella de tecnología de los hiperescalares, que también es una posibilidad; es decir, una opción es tener una cloud mixta, en la que utilicemos infraestructura on premise pero también de la nube pública con condiciones de seguridad más específicas.

De todos modos, esto no va a ser un Big Bang, habrá que ir viendo poco a poco qué tecnología tiene sentido que esté en cada modelo. Pero no estamos cerrados a ninguna posibilidad, no somos ajenos a lo que pasa en el mundo. En todo caso, al menos en este momento, sí hay interés en tener algo on premise, con mucha seguridad, duplicado...

 

 

"Nuestra estrategia en infraestructura no prescinde de la posibilidad de utilizar la nube"

 

 

 

El foco en el dato y en sacar más partido de éste es otro foco de la Administración. Háblenos de los espacios nacionales de datos.

Es una línea de trabajo que admite varias vertientes y en la que trabaja la Administración general pero también las comunidades autónomas y ámbitos muy sectoriales. Hay un proyecto de datos en el ámbito sanitario, por ejemplo, que se está llevando a cabo con el Ministerio de Sanidad y las comunidades autónomas… Este último modelo sí está muy bien definido porque requiere un modelo de gobernanza distinto. Nosotros sí creamos un data lake para poder analizar los datos y mejorar la gestión territorial y tenemos que seguir avanzando en este proyecto, pero tenemos hasta diciembre de 2025 para ejecutarlo. Son proyectos que requieren un largo recorrido de ejecución y una cogobernanza. Desde luego, disponer de datos y poder analizarlos es necesario para el diseño de políticas públicas.

 

Ahora hay más recursos que nunca en la Administración para acometer proyectos de transformación digital gracias a los fondos pero… ¿qué pasará en el futuro? ¿Todo lo que se ponga en marcha será sostenible a largo plazo?

Una cosa es la gestión presupuestaria ordinaria y otra la inversión en transformación. Esta última supone que en los próximos meses tenemos que hacer un modelo económico a futuro y es en lo que estamos trabajando. Cuando transformas procesos e infraestructuras supone adaptar algo nuevo y eliminar lo anterior.

 

¿Cuáles son los grandes retos que hay encima de la mesa para hacer de verdad accesible, digital, resiliente y sostenible la Administración pública española?

El principal es comunicar bien nuestros proyectos a la sociedad y conseguir que los ciudadanos se relacionen con la Administración con más facilidad y sencillez, porque todo lo demás de lo que estamos hablando son utilities. Si no logramos ese objetivo, la inversión en CPD, en datos, ciberseguridad… no tiene sentido. Tenemos que acertar con el enfoque y diseño de todas las apps y proyectos que estamos poniendo en marcha para conseguir que los ciudadanos se sientan cómodos en su actuación con nosotros.

 

Estamos asistiendo a toda una explosión de la inteligencia artificial generativa. ¿Qué impacto puede tener su aplicación en la Administración?

Por ejemplo, puede facilitar la relación con el ciudadano en servicios como el teléfono 060, que ofrece información administrativa general sobre los servicios públicos y trámites de la Administración General del Estado. Ahora utilizamos motores de inteligencia artificial pero mucho más básicos y menos eficientes que los que se están lanzando ahora. En servicios del SEPE ( (Servicio Público de Empleo Estatal), de la Agencia Tributaria, etc. sería una tecnología muy útil. Es el siguiente ciclo que tenemos que empezar a diseñar.

 

Por último, es secretario general de Administración Digital desde junio de 2020. ¿Cómo valora este periodo?

Tener esta responsabilidad es algo que llega una vez en la vida. Y aunque hay momentos de mucha intensidad de trabajo hay también que disfrutar, aunque sea difícil, porque es una oportunidad y una suerte vivirlo. Poder diseñar cómo hacer la transformación digital de la Administración española es algo único.