Entrevista
Código
Inteligencia artificial
Low-code

“Predigo una batalla entre la IA pública y la privada. El futuro será la IA interna personalizada para cada organización”

El consejero delegado de la compañía ha compartido, en entrevista con ComputerWorld, su visión acerca del futuro de la inteligencia artificial. Un mañana que, para Appian, se cimentará sobre lo que han bautizado como ‘low-code AI’.

Matt Calkins
Matt Calkins, CEO de Appian, en entrevista con ComputerWorld. Créditos: Irene Iglesias.

Frente a la codiciada Bahía de San Diego, al sur de California, en el marco de la celebración del Appian World, se produce este one to one con Matt Calkins, consejero delegado y fundador de la compañía. La firma que un día diera el salto a Bolsa gracias a una disruptiva tecnología low-code mira ahora más allá. En concreto, de cara al futuro más inmediato, dirige el foco hacia las inconmensurables posibilidades que brinda la inteligencia artificial (IA). Con una perspectiva que Calkins tilda de “única”, Appian avanza en sus esfuerzos por liderar esta carrera contrarreloj mediante una estrategia que se cimienta sobre el low-code AI. Una nueva forma de concebir y potenciar la inteligencia artificial “privada”. A continuación, una radiografía que demuestra cómo Appian ha abierto horizontes con el firme propósito de seguir capitaneando la innovación del sector tecnológico global.

 

El low-code es la gran tecnología estrella sobre la que se yergue Appian, ¿cuál es el valor diferencial que les brinda?

Me gusta describir la identidad de Appian como una plataforma de procesos de extremo a extremo, completa. Cualquier tarea que necesites acometer mediante un proceso lo puedes hacer con nuestra tecnología en cualquier parte. Desde descubrir cuál es el proceso que tu organización necesita, desarrollarlo mediante tecnología low-code, automatizarlo, revisarlo y alterarlo para que sea más eficiente a lo largo de todo el ciclo de vida. Así es como comenzamos, aunque hemos dado pasos al frente.

El low-code es la forma en la que entregamos valor a nuestros clientes, es nuestro compromiso con la facilidad de utilización, lo que posibilita la aceleración de la velocidad con que un desarrollador puede crear un proceso en nuestra plataforma. Esto es lo que hacemos. Esa integridad de extremo a extremo es la que nos diferencia de otras empresas, es nuestra gran ventaja competitiva. Hemos conseguido meternos de cabeza en este campo y crear una especie de armonía y eficiencia para que nuestros clientes puedan hacer todo en un solo espacio.

 

¿Cómo ha evolucionado en los últimos años? ¿Podría hablarnos de dicha metamorfosis?

Como uno de los fundadores de Appian puedo asegurar que en 24 años lo ha hecho enormemente. En algún momento temprano, en los comienzos del ciclo de vida de la empresa, buscábamos una tecnología para especializarnos. Entonces descubrí algo que simplemente era maravilloso. Se trata de la forma en la que se podía traducir un diagrama de flujo en software. Como una persona que piensa de manera visual y espacial, el concepto de dibujar un diagrama y trasladarlo al terreno del software, tuvo un sentido inmediato. Así es como me gustaría programar, pensé, y estoy seguro de que en la próxima década el mundo requerirá más software, pero no contará con los desarrolladores necesarios.

Con esto en mente, creía que debíamos ser capaces de crear más software por desarrollador, por lo que pensé en un nuevo lenguaje que permitiera aquello. Empezaba entonces una búsqueda de tecnología que permitiera la colaboración máquina-persona para instruir a las máquinas de una manera humana, de un lenguaje que las máquinas pudieran entender para seguir nuestras instrucciones. Aquel fue el origen de una idea que, por entonces, no se denominaba low-code. Este es el camino recorrido, lo que estamos haciendo es enseñar a los ordenadores a entender el discurso humano y asegurarnos de que la narrativa es clara y lógica. Esa es la idea central que hemos llevado durante adelante durante una veintena de años.

 

Usted también ha pasado de economista a referente en términos de código. Imagino que también habrá cambiado desde que iniciara esta andadura…

Sí, bueno, tengo un título en economía, pero nunca fui realmente un economista. Nadie me pagó nunca por hacer economía. Siempre he sido más un empresario con una formación económica.

 

Dado que es uno de sus principales hobbies, ¿le ayudaron los juegos de mesa a sumergirse en el ecosistema del low-code?

Sí, hay muchos puntos en común aquí. Un juego de mesa es una simple representación lógica. Un tablero es una representación lógica. Un juego es una serie de implementos lógicos. Esto no es tan diferente de un modelo de proceso de bajo código, que también es lo más simple posible y expresa la lógica. Son paralelos, son similares. Aunque ser bueno en uno no te garantiza ser bueno en otro, lo cierto es que para mí sí tiene sentido.

 

"Hay buenas razones por las que las organizaciones quieren su propia aplicación, y muchas por las que deberían querer su propia IA. Solo porque ChatGPT sea famoso, no significa que esa sea la forma en que la mayoría de las empresas van a querer utilizar la IA para sus propios fines"

 

Matt Calkins, CEO de Appian

 

Más allá de cuestiones personales, ¿qué grado de madurez diría que tiene en la actualidad la tecnología low-code?

Se ha recorrido un largo camino. Estamos a la cabeza. Seguimos pensando en nuevas formas de facilitar a nuestros clientes el control de sus procesos y su software. La última forma en que lo estamos haciendo es mediante la tecnología data fabric. Esto permite dejar todos los datos donde están, en la empresa, sin tener que moverlos. Sin embargo, esto no es todo, hemos ido un paso más allá creando una capa semántica unificada sobre todos ellos, que se conecta con los mismos. Las direcciones a las que lee y escribe se comunican con esos datos como si fueran locales, aunque no lo sean. Eso te permite tener el control y la comprensión de tus datos, algo especialmente relevante teniendo en cuenta que la mayoría de las organizaciones tienen los datos dispersos.

Hemos abogado por esa unificación para que los datos puedan existir en toda la empresa, permanecer donde están, pero sin renunciar a la consulta. Con esta capa conocemos cómo consultarlos y representarlos en una base de datos virtual unificada. Al crear esta base de datos virtual, nuestros clientes tienen más poder sobre sus datos. Lo hemos conseguido mediante el low-code. Se trata, una vez más, de potenciar y facilitar las cosas complicadas.

 

Dejando a un lado el low-code, el desarrollo de software y el data fabric, ¿en qué tecnologías de vanguardia pondrán el foco?

Seguiremos hablando de data fabric porque tenemos una gran ventaja sobre el resto de nuestro mercado en lo que a estructura de datos respecta, por lo que definitivamente formará parte de nuestro discurso. Otra cuestión candente será la IA. Tenemos opiniones firmes sobre cómo debería ser la IA. Entiendo que todo el mundo va a hablar de este tema en 2023, pero en Appian tenemos una perspectiva única. En particular, creemos que la IA tiene que ser fácil para ser valiosa. Nuestro enfoque se basa, por tanto, en lo que podríamos llamar low-code AI. Una perspectiva que pasa por capacitar a las organizaciones para crear su propia IA privada.

Consideramos que existen dos tipos de IA –la pública y la privada- y preferimos uno sobre el otro. Está la IA pública, como ChatGPT, donde envías tus datos a Microsoft y dejas que éstos sean conocidos. De hecho, entrenan a la IA con tus datos, lo que significa que tus competidores pueden obtenerlos, por lo que no son privados, ya no son tuyos. Si tenías una ventaja en este ámbito, la has perdido. La IA privada implica que cada organización entrena su inteligencia artificial, la mantiene dentro de las fronteras de su propia organización y la utiliza de forma privada, sin revelar sus datos a otras compañías.

En este sentido, predigo una batalla entre la IA pública y la privada. El futuro, no obstante, pasa por la IA interna personalizada para cada organización, de forma similar a las aplicaciones personalizadas. Hay buenas razones por las que las organizaciones quieren su propia aplicación, y muchas buenas razones por las que deberían querer su propia IA. Así que sólo porque Chat GPT sea famoso, no significa que esa sea la forma en que la mayoría de las empresas van a querer utilizar la IA para sus propios fines.

 

Teniendo esto en cuenta, ¿qué hoja de ruta se han marcado para este ejercicio?

Pondremos el foco en lo que creemos que es el futuro de la minería de procesos. La minería de procesos es una tecnología que lee los registros de datos de tu organización y te dice qué procesos están ocurriendo sin que los hayas automatizado. Ahora bien, en la actualidad, tiene algunos problemas, por ejemplo, la lentitud. Sin embargo, con nuestra próxima generación de minería de procesos contaremos con una versión rápida, en tiempo real, denominada HQ. Además, puede hacer recomendaciones posibilitando a los clientes que actualicen rápidamente sus procesos y los ajusten.

 

¿Concentrarán, por tanto, la inversión tecnológica en estas áreas?

Sí, tenemos un gran proyecto en curso y vamos a atraer a nuestros clientes hacia él para que lo experimenten.



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