Google Tango, el proyecto de movilidad que cambiará nuestras vidas
Los teléfonos móviles y tabletas Tango de Google han empezado a comercializarse hoy; un producto que promete convertir cada smartphone en un 'genio-phone', proporcionando a los usuarios de los dispositivos de movilidad la sensación de espacio.
La sensación espacial es un elemento que todavía no está presente en los smartphones y tablets actuales. Pero, a partir de este año, es probable que sí. Una tecnología primordial que promete transformar la manera en cómo hacemos algunas cosas de nuestra cotidianidad está a punto de hacer su entrada.
La procedencia de Tango
Liderado por Johnny Lee, miembro del equipo Kinect de Microsoft, el proyecto Tango ha llevado varios años de desarrollo. De hecho, la historia del proyecto parte de un texto que refleja una idea del concepto de corriente de consumo en su concepción central. Tango forma parte del grupo ATAP de Google (Advanced Technology and Projects), y consiste en una firma de I+D que Google adquirió como parte de la compra que realizó cuando se hizo con Motorola (si bien no incluyó a Lenovo cuando revendió a ésta Motorola tiempo después).
ATAP está comandado por Regina Dugan, una especialista con una gran experiencia en hacer realidad gran cantidad de ideas abstractas para convertirlas en elementos indispensables de uso diario. El grupo está trabajando en proyectos de futuro como tejidos inteligentes de bajo coste (Proyecto Jacquard), en sistemas de autenticación automática sin necesidad de clave (Proyecto Abacus), en un smartphone modular (proyecto Ara), y otros muchos. La creación de prototipos de dispositivos Tango por parte de Google comenzó dos años atrás con el proyecto Peanut (smartphone) y Yellowstone (tablet), cada uno de los cuales ha requerido la inversión de cientos de miles de dólares, aunque ahora ponga el sistema en la cadena de producción para lanzar al mercado de consumo.
El trabajo de Tango consiste en la combinación de las entradas a través de un amplio rango de sensores que procesan los datos para convertirlos en información que actúa de manera muy rápida. Dichos sensores incluyen un emisor de infrarrojos a modo de radar y una cámara infrarroja que recoge la luz reflejada. Paralelamente, una cámara gran angular añade señales visuales que proporcionan datos de localización a la toda la mezcla.
