Las empresas de EE.UU. y Europa invertirán 15.100 millones de euros en e-learning en 2003

La formación online parece haberse convertido en una iniciativa empresarial de moda. Así lo atestigua el estudio "From e-learning to enterprise learning" elaborado por la consultora Deloitte Consulting. Un informe que asegura que, frente a los 3.355 millones de euros que las empresas estadounidenses y europeas han invertido en proyectos de e-learning en el año 2000, a partir de 2003 esta inversión crecerá hasta 15.100 millones de euros anuales, una suma nada despreciable. Incluso en las regiones de Asia-Pacífico estas expectativas son altas pues sus empresas tienen planes para aumentar su inversión en este ámbito en un 20%.

Sin embargo, el estudio señala que a pesar de estas optimistas previsiones, debido a la estrategia poco sólida que muchas de estas empresas están siguiendo a la hora de llevar a cabo proyectos de enseñanza online, estas iniciativas no están teniendo los resultados esperados. Una dificultad a la que se une la falta de motivación de los empleados a los que, según Deloitte, las empresas deberían incentivar más para que cambien de actitud y hábitos, que suele ser lo más complicado a la hora de implantar un proyecto de e-learning. Según Jeroen Wels, Manager People Competency Deloitte Consulting Iberia, “las empresas no suelen pensar en el proceso de aprendizaje como un proceso de gestión de la demanda futura de formación o como un proceso financiero, de gestión de contenido y de programas de formación o logístico. Además, no se anticipan a las consecuencias que la implantación del e-learning tendrá en sus organizaciones, como son los cambios que se producirán en las funciones de los técnicos de formación del departamento de RR.HH., la transformación de los roles y responsabilidades relacionados con los procesos de aprendizaje, la posibilidad de introducir un director de e-learning y programas de lanzamiento”.

Por otra parte, según la consultora, más que por las necesidades reales de la empresa, muchos de los proyectos de e-learning que han lanzado numerosas empresas se rigen por consideraciones tecnológicas, más que por necesidades reales de aprendizaje. Como comenta Wels, “las compañías confunden la táctica y los “programas piloto” de e-learning con la estrategia de aprendizaje global de la empresa, perdiendo parte del potencial y de los beneficios totales del e-learning”. Asegura que cambiar los costumbres de los empleados es el obstáculo mas importante, “implementar una solución de e-learning es un proyecto ‘humano’ y requiere una atención profunda de gestión del cambio y las empresas tienen que estar preparadas para gestionar la resistencia a ese cambio”.

El informe de Deloitte, que se apoya en experiencias reales de empresas que cuentan con proyectos de e-learning exitosos como Bayer, Motorola y Avaya, entre otras, incluye recomendaciones para que los responsables de estos proyectos puedan evaluar cuestiones organizativas como los proceso, contenido y tecnología, como es el hecho que de el área de RR.HH. no es la última responsable de la implantación de una solución de e-learning, sino que debe apoyarse en las necesidades de las líneas de negocio y debe, según Wels, contar con el soporte de los departamentos de TI y Financiero, así como desarrollar un estrategia de e-learning basada en las necesidades de aprendizaje de los próximos 3 años.

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