Así ven los usuarios el coche conectado
Las cámaras de control perimetral, los sistemas de reconocimiento facial y de los movimientos y las carreteras conectadas con los coches son las tecnologías más valoradas.
En la industria automovilística, el desarrollo del coche conectado y autónomo es una de las grandes tendencias en las que trabajan las marcas, muy frecuentemente de la mano de las innovaciones para reducir su factura medioambiental. Las previsiones indican que las comunicaciones V2V aumentarán a una tasa anual del 173% en los próximos cuatro años. Estas son una parte de las conexiones vinculadas al transporte, pero resulta clarificador del potencial que la conectividad en vehículos puede alcanzar.
En este escenario, los consumidores empiezan a apreciar ya algunos de los beneficios que este tipo de coche les puede aportar. Un estudio del portal Trive profundiza entre cuáles son las tecnologías que los usuarios consideran que les serán de mayor utilidad, con una tendencia que destaca sobre el resto: las cámaras de control perimetral, señaladas por cinco de cada diez participantes en la encuesta en la que se basa el informe.
Estos dispositivos identifican los objetos que rodean al coche y ayudan a conseguir una mejor visibilidad, como complemento a los retrovisores que, según la web, pueden llegar a convertirse en su alternativa.
La investigación señala a los sistemas de reconocimiento facial y de movimientos como la segunda herramienta en el orden de preferencia, con un 37% de usuarios que reconocen su utilidad. Este tipo de tecnologías ayudan a avisar en caso de que la persona al cargo del vehículo muestre síntomas de fatiga, somnolencia o cualquier otra condición que pueda influir en la conducción.
En tercer lugar, un 31% de los participantes señala la relevancia de las carreteras conectadas, que se comunican con el vehículo. Esta infraestructura sirve para detectar retenciones, incidentes o cambios de velocidad y también para otros elementos del viaje, como los peajes.
En conjunto, el informe apunta a que la mitad de la población espera que el vehículo sea totalmente autónomo, mientras que la otra mitad cree que la figura del conductor seguirá teniendo presencia. Una cuarta parte dice no estar interesada en tener un coche en propiedad y, frente al modelo tradicional, sí que exploraría fórmulas de movilidad alternativas.
