La necesidad de que los asistentes virtuales se entiendan entre sí
Los usuarios deberían elegir la plataforma que más se adapte a sus pretensiones.
Siri, asistente de Google, Cortana y Alexa son los cuatro grandes asistentes virtuales, aunque muchas otras empresas están trabajando en asistentes virtuales también, por ejemplo, Huawei está trabajando en un asistente virtual para el mercado chino. En definitiva, existen docenas de asistentes virtuales y por este motivo algunas organizaciones creen que el usuario debería tener la posibilidad de elegir el que más se adapte a él.
“El problema con la elección de los asistentes virtuales basados en voz es que usted tiene que elegir uno y quedarse con él, y no debería de ser así. Deberíamos ser capaces de decirle a Alexa que pregunte a Siri", dijo el vicepresidente de dispositivos de Amazon, David Limp.
El escenario de Limp es uno de los varios que sugieren que los asistentes virtuales necesitan trabajar juntos.
La opción de código abierto
El fundador y CEO de Playground Global, Andy Rubin, desarrolló un dispositivo virtual llamado Essential Home, que dice que debe ejecutar Siri, Alexa, el Asistente de Google o cualquier asistente virtual que los clientes quieran usar. El dispositivo de asistente virtual es para los consumidores, pero el concepto también podría aplicarse a las empresas. El modelo consiste en construir el hardware del dispositivo de asistente virtual y que el cliente elija qué asistente virtual poner en él.
La opción de tener tu propio asistente
En otras palabras, los asistentes virtuales utilizados en los negocios no serán desarrollados ni mandados por la empresa, sino elegidos por el empleado y llevados de un trabajo a otro ¿Cómo elegir qué asistente usar?. La solución obvia es que el asistente virtual de uso general seleccione la aplicación para el usuario.
En este momento, los asistentes virtuales toman decisiones sobre qué fuente de información utilizar. Los asistentes virtuales deben trabajar inicialmente como aplicaciones. Al principio, los usuarios individuales deben encontrar y, en algunos casos, pagar o suscribirse a servicios de asistente virtual específicos, como un programador de reuniones o un complemento de reserva de vuelos.
Una vez instalado, sin embargo, el usuario de esos servicios debe ser el asistente virtual, no el humano.
