Los gigantes tecnológicos temen que la guerra comercial entre EEUU y China les pase factura

Continúa la guerra comercial entre Estados Unidos y China, ahora con foco en los bienes de consumo. La oficina de Comercio Exterior del país norteamericano anunció el lunes pasado que impondrá nuevos aranceles sobre bienes de fabricación china por un valor estimado en 200.000 millones de dólares, los impuestos de importación más altos en la historia de Washington.

Esta medida, que entrará en vigor el próximo 24 de septiembre, incluía originalmente 6.000 artículos pero después el Gobierno retiró más de 300, entre ellos relojes inteligentes. Aun así, algunos gigantes tecnológicos como Apple, Dell EMC y Hewlett Packard Enterprise se han opuesto a esta guerra de aranceles y temen que la situación conlleve un aumento en los precios de sus productos, muchos de los cuales son de fabricación china.

Las conversaciones entre altos funcionarios de ambos países terminaron en mayo sin una solución clara. Por ello, el objetivo de la Casa Blanca es que este daño a la economía china convenza al gobierno de Pekín para que cambie sus políticas. "Estamos listos para negociar y hablar con China en cuanto ellos estén listos para negociaciones serias y sustantivas", confesó Larry Kudlow, asesor económico del presidente de EEUU Donald Trump.

Es más, Donald Trump aseguró que para enero del próximo año subirían a un 25%, a menos que los dos países lleguen a un acuerdo. "Hemos sido muy claros sobre el tipo de cambios que deben hacerse y le hemos dado al país todas las oportunidades para que nos traten de una manera más justa", dijo Trump.

Sin embargo, el gobierno del país asiático ha respondido con un plan para imponer aranceles adicionales sobre productos estadounidenses por valor de unos 60.000 millones de dólares, además de amenazar con otras medidas.