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Vodafone afronta un ERE en España que afectará a 1.200 trabajadores

La compañía, que ya ha comunicado el inicio del proceso a los representantes de trabajadores, abrirá el periodo de consultas con la plantilla a finales de enero.

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Se cumplen los peores presagios. Vodafone ha anunciado la apertura de un procedimiento de despido colectivo, que esperan que afecte a un máximo de 1.200 trabajadores. La compañía justifica la decisión en base a "razones económicas, productivas y organizativas", según apuntan en un comunicado.

Entrando en detalle, la teleco explica que el aumento en la demanda de servicios no lleva aparejado un incremento en los precios: cerca del 50% de las altas brutas están asociadas con ofertas “low y medium cost". Esta es la base económica sobre la que justifican la caída en los ingresos en la balanza de resultados del actual ejercicio. En la última presentación de cuentas trimestrales, Vodafone registraba un descenso del 4,8% en la facturación global, acentuada en la parte de servicios hasta el 7,2%. En el conjunto del primer semestre de su año fiscal 2018, la caída se mitigaba levemente, perdiendo un 3,2% de ingresos en global y un 4,7% en servicios. 

La teleco explicaba entonces las pérdidas en base a dos factores: la guerra por los derechos de emisión del fútbol y las ofertas y descuentos a clientes, que ahora vuelven a cobrar relevancia en el anuncio del ERE. El pasado verano, Vodafone hacía pública su decisión de no comprar a Movistar los partidos de competiciones especiales, lo que se ha venido reflejando en la portabilidad de líneas en los meses posteriores a conocerse la noticia. 

La compañía se ampara también en el cambio del modelo de relación con el cliente para explicar la decisión del ERE. Según explican, las expectativas actuales de sus usuarios pasan por "una relación ágil, sencilla e inmediata", por lo que quieren "buscar un modelo organizativo más simplificado y que refuerce la coordinación y sinergias entre los equipos".

Hace semanas que se viene especulando con la posibilidad de que la teleco británica optase por un expediente de regulación de empleo como vía para sanearse, ya desde antes de que Francisco Román, anterior presidente de la compañía, dejase su cargo en diciembre. Estas informaciones apuntaban a un ERE para un máximo de 1.000 trabajadores. 

De cerrarse finalmente el acuerdo en las actuales cifras máximas que se manejan, de 1.200 empleados afectados, situarían el porcentaje de la plantilla afectada en casi la cuarta parte del total de trabajadores en España. Pero antes de concretar el alcance de la medida se abrirá una mesa de negociación con los representantes de los trabajadores, que está previsto que comience a finales de este mismo mes. 

Este es el tercer ERE de la filial española de la teleco en menos de una década. En 2013, la compañía despidió a 620 trabajadores, en un procedimiento que incluía la externalización de 130 empleados y el cambio de condiciones de 150. En 2015, la integración de Vodafone y Ono se saldaba con la salida de 1.500 trabajadores. 



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