La Seguridad Social asegura su información con la creación de un centro de respaldo. Contempla la apertura de un tercero en los próximos dos años

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Grandes organizaciones, tales como bancos o Administraciones Públicas, no pueden permitirse la pérdida de información ni el cese de operaciones ante un desastre en su centro de proceso de datos (CPD). Por este motivo, se suele habilitar un centro de respaldo para absorber las operaciones del CPD principal en caso de emergencia. Hace cuatro años, la Gerencia de Informática de la Seguridad Social comenzó a gestar la creación de un centro de respaldo que garantizara una copia en tiempo real de todos los datos que procesa su centro principal situado en Orcasitas (Madrid). Hoy es una realidad que ocupa una superficie de 2.000 metros cuadrados dentro de un edificio de 4.000 metros ubicado en los alrededores de Madrid y en el que la Seguridad Social ha invertido 11,7 millones de euros. Este centro contiene datos de altas y bajas de afiliación, prestaciones de jubilación, viudedad y maternidad, recaudación, intercambio de información con empresas, ciudadanos, entidades financieras y otras administraciones. Según Tiburcio Cerezo, director del centro, “próximamente, se integrarán nuevos servicios como el trámite de prestaciones y la aplicación Atrium sobre la valoración de incapacidades”.

Apertura de otro más
El nuevo centro está ubicado a unos 50 kilómetros de distancia del centro primario. Para que estos centros de respaldo sean eficaces es necesario que estén a cierta distancia para evitar que ambos se vean afectados por las mismas incidencias. Por esta razón, la Gerencia de Informática está contemplando la apertura de un tercer centro de respaldo. Según aseguró su gerente, Eladio Quintanilla, “desde la Seguridad Social estamos trabajando para la creación en dos años de un tercer centro situado a una distancia de 200 kilómetros del primario”.
Aunque varios estudios sugieren que un centro de respaldo externalizado puede ser más competitivo en costes que un centro en propiedad, “la Seguridad Social, tras analizar los costes, decidió asumir su gestión íntegramente”, asegura Quintanilla.