La Tesorería General de la Seguridad Social se moderniza

Se sitúa a la vanguardia tecnológica

Continuando con su esfuerzo por adaptarse a las nuevas tecnologías, la Tesorería General de la Seguridad Social ha puesto en marcha numerosos proyectos para renovarse por dentro y por fuera, sometiendo a sus sistemas y procesos de gestión a una profunda transformación. De los 50 proyectos que está desarrollando actualmente, 25 son proyectos activos y otros tantos están en fase de estudio y planificación.

La Tesorería General de la Seguridad Social (TGSS), un servicio común de la Seguridad Social, con personalidad jurídica propia y tutelado por el Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, se encarga de unificar todos los recursos económicos y la administración financiera del sistema de la Seguridad Social. Se trata de un organismo encargado de la gestión de determinadas funciones comunes a las distintas entidades gestoras del sistema de la Seguridad Social.
Entre sus muchas competencias destacan además de la afiliación, altas y bajas de los trabajadores, la gestión y control de la cotización y de la recaudación de las cuotas y demás recursos de financiación del Sistema de la Seguridad Social, la titularidad, gestión y administración de los bienes y derechos que constituyen el patrimonio único de la Seguridad Social, sin perjuicio de las facultades que las Entidades Gestoras de la Seguridad Social, las Mutuas de Accidentes de Trabajo y Enfermedades Profesionales y el Instituto Nacional de Salud tienen atribuidas, etc.
Esforzándose para continuar con su apuesta estratégica por modernizarse y adaptarse a los nuevos tiempos, la Seguridad Social ha puesto en marcha numerosos proyectos para renovar tanto su aspecto externo, mediante la prestación de servicios a través de Internet, como el interno, sometiendo a una profunda transformación a sus sistemas y procesos de gestión.
Sin embargo, tal y como comenta Pablo Benito Domínguez, director del Centro de Proyectos de la TGSS, poner en marcha un proyecto no es tan fácil y antes deben realizarse numerosas tramitaciones. De esta manera, lo primero que se hace desde la Subdirección General de Informática, es mantener una serie de reuniones con este usuario que propone el proyecto, ya sea interno o externo a la subdirección, para determinar los objetivos del proyecto. “Está sería la fase de incorporación y luego está lo que llamamos la fase de planificación, que consiste en identificar tanto los recursos humanos como los físicos. Así, se realiza un estudio para ver si realmente es necesaria la contratación o la adquisición de esos recursos”. En ese momento pueden encontrarse con dos situaciones distintas: que tengan que ir a concurso público o no.
Como explica Pablo Benito: “Cuando tenemos que ir a concurso público el proyecto se planifica en dos fases. Una es la elaboración de todo lo relativo al expediente de contratación para llevar adelante ese concurso público, y luego está el cierre del proyecto una vez está aprobado el expediente en todas las comisiones por las que tenemos que pasar”.
En la Tesorería General de la Seguridad Social cuentan con una Comisión Técnica (COTEC) que se encarga de estudiar todos los expedientes que se proponen desde esta subdirección, una Comisión Ministerial que estudia todos los expedientes de contratación informática del ámbito de todo el Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, así como la Comisión Interministerial para Bienes y Servicios Informáticos, que es la encargada de estudiar los expedientes que superan un límite económico y que son los que van a ser por concurso público o tienen una tramitación especial.
“Una vez el expediente ha pasado las tres comisiones para el concurso público, contamos con la primera fase del proyecto. A parte, hay una tramitación en tesorería, en intervención, etc., hasta que se publica el concurso en el Boletín Oficial del Estado (BOE). Una vez se ha publicado, hay una plazo de presentación de ofertas después del cuál se vuelve a abrir el proyecto en una segunda fase ya para la implantación de lo que sea objeto de compra”, añade.
Cuando no se trata de un concurso público suelen planificar el proyecto en dos ramas, una para la adquisición de los recursos correspondientes y otra para el desarrollo. Además, en este caso suelen recurrir al Catálogo Central de Suministradores para identificar a los suministradores e invitarles a que les hagan una oferta.

50 proyectos en desarrollo
Por otro lado, y desde que se creó hace un año el Centro de Proyectos, que es como se llama esta organización que dirige a los directores de proyecto, se ha estado funcionando prácticamente con proyectos en cualquier área de competencia de la subdirección de Informática. Dentro de estos numerosos proyectos los hay de desarrollo; tecnológicos; de seguridad; etc. “Actualmente, debemos tener alrededor de 50 proyectos, unos 25 de ellos están activos y otros tantos están en fase de estudio y planificación”, asegura Benito.
En este sentido, en el concurso recientemente resuelto –suelen ser anuales– DMR Consulting, consultora que ofrece soluciones de negocio globales, ha resultado adjudicataria de varios proyectos valorados en 11,6 millones de euros. Proyectos que se desarrollarán en los próximos dos años y que cubrirán los desarrollos en las áreas de Afiliación y Recaudación de la Seguridad Social, incluyendo diversos proyectos de consultoría, el soporte de Comunicaciones y Técnica de Sistemas Multiplataforma, y trabajos de desarrollo de infraestructuras y de seguridad en Internet e intranet de la TGSS. De entre todos ellos destaca uno, valorado en 3,9 millones de euros, que incluye el soporte técnico para el mantenimiento, gestión y evolución de los servidores centrales (mainframe) y su entorno, englobando actividades de optimización, integración de centros y continuidad de servicio.

Pros@
Sin embargo, Benito destaca que el proyecto de mayor envergadura que están llevando a cabo en este momento, “por ser el más complejo en cuanto al volumen y a la cantidad de personas involucradas en él”, es el que denominamos PROS@. En él han invertido unos 10 millones de euros, para ir sustituyendo poco a poco todas las aplicaciones corporativas a un nuevo sistema.
Este proyecto, en el que alrededor de 60 personas llevan trabajando cerca de año y medio, concretamente desde principio de 2002, y del que están apunto de sacar una primera versión de la arquitectura, se apoya en tres objetivos fundamentales: procedimentar toda la gestión automatizándola, “es decir, todo lo que antes era gestión informatizada basada en transacciones pasará a ser gestión basada en procedimientos automatizados”. Independizar los datos de las aplicaciones de negocio, lo que permite que en cualquier momento se pueda cambiar de gestor de bases de datos sin que esto afecte a las aplicaciones. Y, por último, utilizar tecnología de última generación en cuanto a herramientas para todo lo que es el desarrollo de las aplicaciones basado en Web, utilizando servidores tipo Solaris para llevar adelante las aplicaciones y tener una arquitectura basada en tres niveles independientes: datos, negocio y presentación.
“Esta arquitectura es muy compleja y se puede considerar equivalente a un sistema operativo. Como producto final del proyecto se va a obtener esa arquitec

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