"5G traerá consigo modelos de negocio que somos incapaces de imaginar"

El proyecto, impulsado por la propia Secretaría de Estado, Red.es y MWCapital y, por tanto, de naturaleza “público-privada y un carácter abierto” persigue acelerar la estrategia, innovación y soluciones basadas en 5G en el territorio nacional; una tecnología que, según Polo, “alberga un valor estratégico que va mucho más allá del plano meramente técnico”. “5G traerá consigo modelos de negocio que somos incapaces de imaginar. Llegar tarde a esta tecnología sería hacerlo también a estos nuevos modelos”, según Polo.

5G, reconoció el secretario de Estado, requerirá fuertes inversiones. El propio Observatorio nace con una inversión inicial de 1,5 millones de euros, de los que Red.es aportará 900.000 euros y Mobile World Capital Barcelona otros 600.000 euros.

El centro, dirigido por Federico Ruiz, cuenta con dos sedes compartidas en Madrid y Barcelona. “Ambas ciudades son referentes mundiales en tecnología móvil”, según Polo, aunque la idea es apoyar el desarrollo de esta tecnología en toda la geografía española. Ya hay iniciativas interesantes de 5G en otras comunidades como Galicia, donde, según Carlos Grau, CEO de Mobile World Capital Barcelona, cuentan con un ambicioso plan al respecto. “Hay proyectos de 5G en toda España”.

Las actividades que abordará el nuevo observatorio complementarán a las ya puestas en marcha por la Oficina Técnica del Plan Nacional de 5G, además de centrarse en estandarización e innovación, en la alineación de estrategias y la compartición de conocimiento en torno a esta tecnología. “Éste es un Observatorio disruptivo", según David Cierco, director general de Red.es. “Se convertirá en un hub tecnológico y todo lo que salga de aquí repercutirá en la sociedad”.

“No queremos volver a perder el tren”

“España hace un siglo perdió el tren de la revolución industrial. Este nuevo contexto digital supone una oportunidad para el país. No queremos volver a perder el tren”, sentenció el secretario de Estado, quien añadió que lo interesante ahora es que España va a ser uno de los primeros países en tener conocimiento sobre esta tecnología y explorar sobre el terreno. Polo ha recalcado que el equipo que ha llegado a la Secretaría con el nuevo Gobierno de Pedro Sánchez ha trabajado para que este cambio no supusiera un retraso en el despliegue de 5G. De hecho, para Polo, “este Gobierno es el más digital que ha habido en la historia, siendo su presidente, Pedro Sánchez, el primero en apostar públicamente por un plan para hacer de España una startup nation”.

Para Grau, en España se dan condiciones únicas para liderar este mercado. “La densidad de las telecomunicaciones que tenemos es enorme; Madrid y Barcelona destacan entre las 10 principales ciudades de sesgo emprendedor, existe una presencia importante de científicos…. Todo el ecosistema: grandes compañías, operadoras, la comunidad científica y el sector TIC ve oportunidades en 5G”.

Obviamente, según ha reconocido Grau, Estados Unidos y China son grandes potencias que realizan fuertes inversiones en esta tecnología contra las que es difícil competir. “Pero España sí está bien posicionada para liderar esta transformación en Europa”. Además, ha añadido el directivo, otro aspecto importante es que España cuenta con el apoyo de la GSMA, la asociación mundial de operadores, que lleva celebrando el mayor congreso de movilidad del mundo (MWC) en Barcelona desde el año 2006 y seguirá haciéndolo al menos hasta 2023.

El valor de 5G

En realidad, tal y como reconoció Polo, “no sabemos realmente para lo que servirá 5G. Con el primer smartphone tampoco nos imaginábamos que la opción menos usada de este dispositivo sería las llamadas de voz”. En todo caso, sí hay algunas aplicaciones para las que se intuye que será clave como la telemedicina o el ámbito industrial. “Supondrá un cambio muy importante en la industria”, según Grau, quien ha explicado que lo que persigue el centro es “medir el impacto económico, social y energético de esos casos de uso”.

Según estimaciones del Gobierno, en España, con las inversiones adecuadas, los sectores de automoción, salud, transporte y utilities podrían obtener unos beneficios indirectos anuales de 14.600 millones de euros, a partir de 2025.