Cómo pueden las nuevas tecnologías influir en los procesos electorales
Aprovechando que la próxima cita con las urnas está a la vuelta de la esquina, desciframos cómo la inteligencia artificial, la tecnología blockchain o el big data pueden influir en las próximas elecciones generales que se celebran el 23 de julio.

En el escenario actual, la tecnología está transformando profundamente todos los sectores, desde la economía hasta la política. Hoy en día no sorprende que partidos políticos, organizaciones y candidatos se dejen seducir por la analítica de datos, el blockchain, la inteligencia artificial y los algoritmos con el único propósito de ostentar el sillón de poder, convirtiéndolos en un habitual durante las campañas electorales. La cita con las urnas en pleno siglo XXI, aunque sigue siendo un proceso bastante vetusto en España, se ha modernizado significativamente gracias a la automatización de procesos.
Así, teniendo en cuenta que las próximas elecciones generales que se celebran en España el 23 de julio están a la vuelta de la esquina, la irrupción de las nuevas soluciones tecnológicas en todo el proceso electoral ha cobrado una importancia real. Aunque las ventajas de este tipo de herramientas son varias, también arrojan preocupaciones sobre cómo estas pueden ser utilizadas para manipular los resultados. La falta de una regulación específica sobre su uso y una normativa de protección de datos personales en materia electoral mantienen estos riesgos a flote. En este contexto, ahondamos en las ventajas que brinda la tecnología durante la campaña electoral y en el gran día. Esto es lo que revelan los expertos de IMMUNE Technology Institute.
Extrayendo el valor añadido del dato
El big data se ha convertido en una herramienta esencial en las campañas políticas a la hora de conocer mejor al electorado y diseñar campañas más efectivas. Entre los casos de uso en los que se emplea esta tecnología está la adaptación de mensajes, ya que puede ayudar a los partidos políticos a identificar tendencias y patrones en el comportamiento del votante de cara a ajustar sus discursos y estrategias de campaña para maximizar su impacto. El big data también permite a los partidos políticos analizar grandes cantidades de información sobre los votantes, como sus intereses, comportamientos y preferencias políticas, lo que les permite diseñar campañas más personalizadas y dirigidas a grupos específicos de votantes al conocer mejor al electorado.
Esta tecnología se puede utilizar para optimizar la publicidad política en línea. Al analizar los datos de navegación y las interacciones en línea de los votantes, los partidos políticos pueden personalizar sus anuncios para llegar a grupos específicos de la población. Asimismo, el análisis de los datos de encuestas y otros indicadores ofrecen a los partidos políticos predicciones sobre el resultado de las elecciones.
IA, en boga
La inteligencia artificial puede llegar a tener un impacto significativo en las elecciones políticas, no solo por parte de los diferentes partidos, sino también por parte de los periodistas y demás profesionales que se encargan de cubrir los comicios y analizar los datos. De hecho, en las elecciones del 28 de mayo, la dirección de Estrategia Tecnológica de RTVE puso en marcha un proyecto de uso de nuevas tecnologías basadas en inteligencia artificial (IA) para la generación de contenidos escritos y sonoros, en tiempo real y de manera automática, con el que planeaban dar cobertura a los cerca de 5.000 municipios de España que contaban con menos de 1.000 habitantes.
Algunas de las ventajas que brinda la inteligencia artificial tienen que ver con el análisis de big data. La inteligencia artificial puede analizar grandes cantidades de datos, algo que ayuda de sobremanera en un sinfín de tareas. Siguiendo esta misma línea cabe destacar que, al analizar grandes cantidades de datos, puede identificar patrones y tendencias en la propagación de noticias falsas y ayudar a los partidos políticos a combatir la desinformación. Asimismo supone una baza estratégica en la automatización de tareas, ya que permite automatizar procesos tediosos como el envío de correos electrónicos y mensajes de texto a los votantes, dejando tiempo libre para tareas de mayor valor añadido.
‘Blockchain’, en pos de la seguridad
Juan Avilés, director del área de Blockchain en IMMUNE Technology Institute, explica que esta tecnología “permite llevar un registro seguro, descentralizado, sincronizado y distribuido de las operaciones digitales, sin necesidad de la intermediación de terceros”. Al estar basado en los mismos métodos de seguridad que se emplean en los certificados digitales, por ejemplo el de la Agencia Tributaria, es prácticamente imposible romper su seguridad. Por este motivo, tiene muchas ventajas a la hora de poder ser utilizado para unas elecciones políticas.
La tecnología blockchain se puede utilizar para registrar los votos de manera segura y transparente. La veracidad de cada voto se registraría en un bloque de la cadena de bloques, lo que garantiza que si se modifica o elimina se rompe la cadena. También para la verificación de identidad; cada votante tendría una identidad digital única garantizada por la cadena de bloques, lo que asegura que solo los votantes autorizados puedan emitir un voto. Al registrar la veracidad de cada voto en la cadena de bloques, se puede garantizar que no se puedan emitir votos duplicados o falsos y prevenir así fraudes electorales. De igual forma puede mejorar la transparencia del proceso de votación. Cada votante tendría acceso a la cadena de bloques para verificar que su voto se ha registrado correctamente.
Talento especializado, crucial
El Foro Económico Mundial señala que el 40% de las competencias básicas cambiarán en 5 años, al mismo tiempo que el 80% de las empresas e instituciones introducirán la digitalización en sus actividades, y la política no se queda fuera de este cambio de paradigma. Los partidos políticos necesitan contar con expertos en tecnología y formación en tecnología para adaptarse a los cambios y aprovechar las oportunidades que ofrece la era digital en términos de campañas electorales, actualización de programas políticos, estrategia electoral y organizativa, y comunicación política o marketing electoral.
Una buena estrategia organizativa coloca al partido en una posición ventajosa para ganar elecciones, por lo que los partidos políticos necesitan contar con expertos en tecnología que puedan ayudarles a desarrollar estrategias efectivas tanto para la organización interna del partido como para las campañas electorales. Una formación adecuada en tecnología se hace entonces indispensable.