Drones: impacto de una tecnología en la pista de despegue

En la playa, en la ciudad, en el campo, tomando imágenes desde un acantilado, sobrevolando un campo de girasoles… Estampas a las que ya estamos habituados: un dron es el gran protagonista de aquellos y cualesquiera otros escenarios. Los reyes del momento. Y, sin embargo, y aunque pueda parecer lo contrario, su presencia todavía es mínima en nuestra sociedad, en nuestras vidas. Como bien afirma Juan Carlos Moro, director de Transformación y Tecnología de Seur, “es verdad que todavía no han entrado en la vida cotidiana del público en general, algo que cada vez está más cerca”. ¿De qué dependerá? De la evolución de esta tecnología, de la adaptación de la legislación para este tipo de vehículos que permita una mayor aplicación comercial...
Así está el panorama
Y es que pocos analistas dudan de que 2018 será el año del dron, y muy posiblemente también lo sean el 2019, 2020, 2021… Al menos es lo que asegura Droneii, consultora especializada en drones. Para empezar, en España prevé que se dinamice el mercado gracias a la aprobación de una nueva normativa [ver recuadro adjunto]. Eso provocará, entre otras consecuencias, que aumente el número de trabajos en los que se demanda esta tecnología. Tecnología que, según otra consultora, en este caso PwC, se traducirá en 39.716 millones de euros en lo que respecta al impacto positivo derivado de la aplicación de drones sólo en las infraestructuras (en especial, agricultura y transporte como las más beneficiadas). Es más, dicha consultora sostiene que los drones podrían tener un impacto en el mercado por valor de 111.587 millones de euros, como recoge en su informe Clarity from Above.