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IA generativa

El G7 introduce la IA generativa en el debate geopolítico

El grupo, que se ha reunido en Hiroshima este fin de semana, ha acordado crear un foro de discusión para lograr una visión común, aunque reconoce que hay distintos enfoques por países.

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Durante las reuniones mantenidas este fin de semana en Hiroshima (Japón), los líderes del G7 –Estados Unidos, Japón, Alemania, Gran Bretaña, Francia, Italia y Canadá– han debatido sobre el desarrollo y adopción de estándares para que la inteligencia artificial (IA) sea confiable. En el transcurso de la charla se llegó a admitir que su gobernanza va a velocidades inferiores que las de su crecimiento. Así, en un comunicado, han trasladado que las próximas legislaciones deben estar alineadas con los objetivos, aunque reconocen que los enfoques para lograr visiones y objetivos comunes “pueden variar”.

La Unión Europea (UE), que estuvo presente en la mesa, se prepara para lanzar la primera ley integra de esta tecnología, que podría sentar las bases entre las economías más avanzadas. “Queremos que estos sistemas sean precisos, confiables, seguros y no discriminatorios, independientemente de su origen”, alegó el pasado viernes la presidenta de la Comisión Europea (CE), Ursula Von der Leyen.

De este modo, los miembros del G7 creen que “hay que evaluar de inmediato las oportunidades y los desafíos de la IA generativa”. Una tecnología que, con su plataforma más popular (ChatGPT), ha causado mucha controversia entre expertos de todo el mundo, quienes incluso han pedido una moratoria de seis meses en su desarrollo por los “potenciales riesgos” que puede tener para la sociedad. Asimismo, han acordado crear un foro ministerial para finales de año, denominado Proceso de IA de Hiroshima, para discutir temas relacionados, como los derechos de autor y la desinformación. También, han instado a organismos internacionales como la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico a considerar un análisis sobre el impacto en el desarrollo de políticas.

Hasta el momento, y como contraposición a Europa, Estados Unidos ha adoptado una perspectiva más cautelosa sobre la gobernanza de la IA. El presidente, Joe Biden, dijo el mes pasado que aún está por ver si esta tecnología es peligrosa. Aunque, Sam Altman, CEO de OpenAI, la empresa detrás del desarrollo de ChatGPT, aseveró en el Senado del país que se deberían considerar los requisitos de licenciamiento y probaturas para el desarrollo de modelos de IA.

Por su parte, Japón se ha mostrado incluso más aperturista, prometiendo incluso apoyo para la adopción pública e industrial de la IA a la vez que monitoriza sus riesgos: “Es importante tratar adecuadamente tanto su potencial como los desafíos”.

Estos diferentes enfoques contrastan con la política restrictiva de China. Su regulador dio a conocer en abril un proyecto para alinear los servicios generativos con los valores políticos del país.



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