Chips

Europa redobla sus esfuerzos con el objetivo de atraer inversión privada a la industria chip

El Viejo Continente tiene como objetivo duplicar su participación en diseño y fabricación global hasta el 20% para finales de década.

UE plataforma código abierto

El Consejo Europeo (CE) y el Parlamento Europeo (PE) han llegado a un acuerdo para invertir unos 3.300 millones de euros con el objetivo de atraer otros 40.000 millones en inversión privada y desarrollar las capacidades de fabricación de chips del Viejo Continente. Europa, al igual que otros bloques como Estados Unidos, tiene que lidiar con un mercado cambiante, ya que los gobiernos de todo el mundo están adoptando políticas cada vez más restrictivas en cuanto a la importación y uso de estos componentes desde el extranjero.

La ley de chips de la Unión Europea (UE), conocida como Chip Act, está pensada como una respuesta a los problemas de suministro posteriores a la pandemia y a la actual guerra comercial entre el bloque norteamericano y China, en la que se plantean cuestiones de seguridad. El Viejo Continente tiene como objetivo duplicar su participación en la industria, hasta el 20% -ahora tiene un protagonismo del 10%- para finales de década.

Mientras, el nuevo acuerdo alcanzado por las instituciones tiene tres pilares centrales. El primero, la iniciativa Chips for Europe, se centra en desarrollar la capacidad de fabricación a través de la transferencia de conocimientos y el establecimiento de centros de competencia en todo el territorio. Estos centros se diseñarán para otorgar acceso a datos experimentales y experiencia técnica, permitiendo que los expertos en la materia mejoren sus habilidades y ayuden a crear nuevos diseños.

El segundo bloque de esta política pasa por los intentos de atraer nuevas inversiones mediante la concesión de permisos rápidos a las instalaciones del continente y la designación de centros de excelencia adicionales.

Finalmente, la ley establece un sistema de monitorización y respuesta a la crisis de la cadena de suministro, que está diseñado para aliviar la escasez de suministro que resultó de la pandemia.  La CE acogió con satisfacción la noticia de que se había llegado a un acuerdo en un comunicado oficial, diciendo que los semiconductores son una preocupación geoestratégica crítica y que la Ley de chips reforzaría tanto la competitividad económica de Europa en el área como su posición estratégica, al aumentar la proporción de chips. producido en la UE.

La escasez reciente de semiconductores ha puesto de relieve la dependencia de Europa de un número limitado de proveedores fuera de la UE, en particular Taiwán y el sudeste asiático para la fabricación de chips, y Estados Unidos para su diseño”, dijo la declaración de la Comisión.

Margrethe Vestager, vicepresidenta ejecutiva de la CE, también tuiteó su propia aprobación y dijo que impulsar la capacidad de Europa para producir chips a nivel nacional la convierte en un socio más grande en la cadena de suministro global y ayuda a permitir avances sociales. “Necesitamos chips para impulsar las transiciones digitales y ecológicas o los sistemas de atención médica”.



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