La Eurocámara, dispuesta a negociar una nueva ley que dé alas a la industria de los semiconductores

La reciente crisis de suministros puso a la Unión Europea (UE) contra las cuerdas al padecer en primera persona los estragos de la dependencia tecnológica. Desde entonces, los esfuerzos de Bruselas por impulsar un ecosistema continental de semiconductores no se han dejado de suceder. Sin embargo, lo cierto es que las medidas implementadas hasta la fecha no parecen ser suficientes. Ahora, la Eurocámara ha dado un paso adelante sentándose a negociar los detalles de una nueva ley que impulse la industria de los semiconductores en el Viejo Continente. Así, tal y como han asegurado fuentes institucionales, el proyecto de ley pretende garantizar el suministro de chips en la UE impulsando la producción y la innovación, y estableciendo medidas de emergencia contra la escasez.

“La Ley de chips de la UE debe establecer a Europa como un actor clave en el ámbito mundial de los semiconductores. No solo es necesario que el presupuesto esté a la altura de los retos y se financie con dinero renovado, sino que la UE debe liderar la investigación y la innovación, tener un entorno favorable a las empresas, un proceso rápido de concesión de permisos e invertir en una mano de obra cualificada para el sector de los semiconductores. Nuestro objetivo es garantizar el crecimiento en Europa, prepararnos para futuros retos y disponer de los mecanismos adecuados para futuras crisis", ha asegurado el eurodiputado Dan Nica al respecto.

Pilares fundamentales

El Parlamento fijó su posición negociadora en torno a dos proyectos de ley de significativo calado: la Ley de Chips, cuyo objetivo es reforzar la capacidad tecnológica y la innovación en semiconductores de la Unión Europea; y otro sobre una joint venture de semiconductores en la región para aumentar las inversiones destinadas a desarrollar este tipo de presencia europea. En cuanto a la bautizada como Chips Act, los eurodiputados respaldaron el texto aprobado por la comisión de Industria, que pone el acento en la próxima generación de semiconductores y chips cuánticos y en la creación de una red de centros para hacer frente a la escasez de competencias y atraer nuevos talentos en investigación, diseño y producción. También quieren apoyar proyectos destinados a impulsar la seguridad de abastecimiento de la UE atrayendo inversiones y aumentando su capacidad global de producción.

“Los microchips forman parte integral de las transiciones digital y ecológica de la UE, así como de nuestra agenda geopolítica. Pedimos una nueva financiación que refleje la importancia estratégica del sector europeo de los chips. El presupuesto ofrecido por la Comisión y el Consejo debe reflejar la seriedad del reto".

 

Eva Maydell, diputada Parlamento Europeo

Paliar futuras carencias

En el marco de esta negociación se ha apostado por crear un mecanismo de respuesta a las crisis, en el que la Comisión evaluaría los riesgos para el suministro de semiconductores en territorio europeo y los indicadores de alerta temprana en los Estados miembros que podrían desencadenar una alerta a escala de la Unión. Esto permitiría a la Comisión aplicar medidas de emergencia, como priorizar el suministro de productos especialmente afectados o realizar compras comunes.

En otra votación, los eurodiputados aprobaron por 594 votos a favor, 15 en contra y 27 abstenciones la propuesta de una empresa común de semiconductores, que aplica las medidas previstas en la iniciativa Chips for Europe. Un plan aspira a apoyar la creación de capacidades a gran escala mediante la inversión en infraestructuras de investigación, desarrollo e innovación de libre acceso en la Eurozona.