Metodología

Lean Six Sigma: mejora de procesos con un propósito

Lean y Six Sigma son la pareja perfecta para mejorar el valor para el cliente. Sus beneficios consisten en la reducción de los residuos, el aumento de la productividad y la reducción de los defectos y las variaciones en los productos y servicios.

six sigma

Lean Six Sigma combina dos metodologías, Lean y Six Sigma, con el propósito de ayudar a acelerar procesos específicos, de modo que las organizaciones puedan resolver los problemas con mayor rapidez y reducir los residuos, al tiempo que crean más valor para los clientes. No en vano, combina la mentalidad de reducción de residuos de la metodología Lean con el enfoque de disminución de defectos y variaciones de Six Sigma. En consecuencia, juntas crean una poderosa metodología para mantener a las empresas por delante del calendario y por debajo del presupuesto, lo que les permite crear procesos que apoyen a la organización y a sus empleados, al tiempo que ahorran dinero, añaden valor y mejoran la productividad.

El objetivo principal de Lean Six Sigma es reducir los residuos. Para eso minimiza la variabilidad en los procesos empresariales y crea un flujo continuo entre cada paso. La metodología clasifica ocho tipos de residuos: defectos, sobreproducción, espera, talento no utilizado, transporte, inventario, movimiento y procesamiento extra. Por lo tanto, una vez que su organización reduzca estos tipos de residuos, podrá resolver los problemas con mayor rapidez, reducir la ineficacia de los procesos y aumentar la productividad.

 

Principios de Lean Six Sigma

Mientras que Lean y Six Sigma se caracterizan por poseer sus propios conjuntos de principios, Lean Six Sigma ofrece un conjunto separado de principios que combina elementos de ambos marcos. En este sentido, la Universidad de Purdue enumera los cinco principios principales de Lean Six Sigma:

 

· Trabajar para el cliente: asegúrese de que cualquier cambio que implemente beneficiará al cliente y ofrecerá el máximo nivel de calidad de acuerdo con las demandas del mercado.

· Encuentre su problema y concéntrese en él evitando distraerse con otros asuntos mientras arregla los procesos de la organización. Determine el problema a tratar, manténgase centrado en esa área del negocio y pase a otros asuntos una vez que haya terminado de arreglar el problema principal.

· Elimine las variaciones y los cuellos de botella mediante la optimización de los procesos para buscar formas de reducir los defectos. La racionalización de los procesos ayudará a mejorar la eficacia y la calidad.

· Comunique con claridad y forme a los miembros del equipo, dado que la implantación de Lean Six Sigma puede crear una sensación de agitación en la empresa. Asegúrese de que todo el mundo está formado y preparado para aplicar Lean Six Sigma con objeto de reducir el riesgo de fracaso del proyecto.

· Sea flexible y responsable, pues a medida que se embarque en Lean Six Sigma es probable que tenga que perfeccionar su enfoque y pivotar su estrategia. No tiene sentido aferrarse a una estrategia fallida, así que manténgase ágil y flexible durante el proceso si quiere obtener el mejor resultado.

 
Lea el artículo completo en la revista 'ComputerWorld'
 
 
 


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