Inteligencia artificial

Paul Allen dispone de 125 millones de dólares para dotar de sentido común a la inteligencia artificial

La tarea parece, a priori, complicada, pero el cofundador de Microsoft cree que solo dotando a las máquinas de un conocimiento parecido al humano se podrá avanzar rápidamente en proyectos de investigación, medicina y negocios.

Paul Allen

 

Paul Allen, cofundador de Microsoft, invertirá 125 millones de dólares en los próximos tres años para intentar dotar de sentido común a las máquinas.  La inversión, anunciada ayer, se conoce ya como Proyecto Alejandría y servirá de apoyo al Instituto Allen de Inteligencia Artificial (AI2).

La tarea no es fácil, ni mucho menos, ya que este gurú de la tecnología se enfrenta a uno de los   de esta ciencia. Hasta el momento, estos sistemas no han podido alcanzar, ni siquiera acercarse, a la inteligencia general y no pueden hacer tareas pertenecientes a ámbitos distintos, entre otras cosas, porque no tienen la capacidad de aprender del mundo que les rodea ni de sí mismos. Además, muchas voces de la industria dudan de que podamos ver aparatos con sentido común a corto o medio plazo.

El objetivo será enseñarle a los sistemas preguntas como ‘¿Qué es lo que podrías encontrar en un cubo de basura?’ o ‘Si dejo unos calcetines en el cajón, ¿seguirán allí mañana?’. “De alguna u otra manera, la inteligencia artificial es más inteligente que un niño de ocho años, puede leer y almacenar cantidades masivas de información, pero le falta el sentido común”, ha señalado el propio Allen. “Si queremos que se acerque a las capacidades humanas y tenga el mayor impacto posible en investigación, medicina y negocios, tenemos que avanzar en estas problemáticas”.

En cualquier caso, el tecnólogo asume que esta es una cuestión que llevará tiempo y mucha paciencia. De hecho, el gerente general de AI2, Oren Etzioni, compara la situación con los límites que encuentran las personas cuando interactúan con asistentes digitales como Siri o Alexa. “Entienden tu discurso, pero no el significado”, asevera. De este modo, espera conseguir que las máquinas puedan detectar errores simples, como por ejemplo datos que se suman mal a los registros de un paciente, algo que una persona detectaría rápidamente.

La organización sin ánimo de lucro AI2, que cuenta actualmente con 80 empleados, tiene un proyecto en curso que enseña a los ordenadores a responder preguntas de ciencias de primaria y otro que tiene como objetivo agilizar las investigaciones de los científicos mediante la revisión de cientos de miles de estudios en segundos. Estas técnicas aprendidas se incluirán en el Proyecto Alejandría.



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